Los ensayos clínicos controlados que evalúan la efectividad de las medias de compresión en pacientes diagnosticados de una trombosis profunda venosa (TVP) proximal, presentan resultados contradictorios. Los sumarios de evidencia consultados(1,2,3,4), basados en dos revisiones sistemáticas(5,6) señalaron, como ventaja de las medias, la prevención del síndrome postrombótico. Sin embargo un ensayo, publicado posteriormente, amplio y metodológicamente bien realizado(7) no confirmó estos hallazgos, sin que demostrara diferencias estadísticamente significativas, entre el grupo que utilizó medias elásticas de compresión y el placebo, en la tasa de incidencia de síndrome postrombótico.
Las dos revisiones sistemáticas (RS), una publicada en 2006 con 4 ensayos y 537 pacientes incluidos(5) y la otra de 2010 con un ensayo clínico más y un total de 580 pacientes(6); concluyeron que:
- Las medias de compresión mejoraron la incidencia de síndrome postrombótico en los pacientes recientemente diagnosticados de una TVP proximal. En concreto una de ellas(5) establecía en 4 (con un IC al 95% de 2,7 a 5,0) el número necesario de pacientes para tratar con medias de compresión elásticas (con presión de 20-40 mm Hg) por debajo de la rodilla, durante un año, para evitar la aparición de un caso de un síndrome postrombótico.
- Se encontraron diferencias (en comparación con los que no las usaron) a los 3 y 12 meses de tratamiento; pero estas diferencias desaparecieron tras el año de seguimiento.
- Los resultados en relación a la recurrencia de la trombosis venosa profunda, no fueron concluyentes.
Las sinopsis de estas dos revisiones sistemáticas , incluidas en la base de datos de DARE(8,9) señaló los problemas metodológicos de los ensayos (pequeño número de pacientes, heterogeneidad en el tipo de intervención y en la manera de medir las variables de resultados); así como otros problemas propios de la RS (posible sesgo de publicación y de selección y no evaluaron por pares la calidad de los ensayos); lo que dificulta el asumir las conclusiones de las mismas, que deben ser interpretadas con precaución.
El sumario de evidencia de Uptodate(2) sobre la prevención del síndrome postrombótico, mediante el empleo de medias de compresión, señala que:
- Hay una gran variabilidad en la indicación de parte de los profesionales de las medias elásticas que proporcionen una presión de 30 mm a 40 mmm de Hg en el tobillo para la prevención del síndrome postrombótico tras el diagnóstico de una TVP clínica proximal.
- Los estudios publicados presentan resultados diferentes en relación a la eficacia, siendo la evidencia conflictiva. En general los ensayos son pequeños, con diferentes criterios para el diagnóstico de síndrome postrombótico y diferentes tipos de presión de las medias; pero es claro que el uso de las medias de compresión no está asociado a ningún daño.
- La evidencia sugiere que el empleo de medias de compresión aplicadas con una presión de 30 a 40 mm de Hg en el tobillo, reduce un 50% la incidencia de síndrome postrombótico, comparado con placebo.
- Aunque no se ha comprobado que provoquen daño, muchos pacientes optan por no usar las medias por el coste y por las molestias que ocasionan. Además los pacientes con determinadas limitaciones, precisan de algún cuidador que colabore para ponérselas.
- Cuando la decisión sea la de emplear medias elásticas de compresión, deben de utilizarse una vez instaurada la anticoagulación, aproximadamente cuando hayan transcurrido dos semanas del diagnóstico. En este momento se evitaría el riesgo teórico de facilitar la aparición de embolismos pulmonares, si hubiera un coágulo reciente.
- La terapia con las medias de compresión debe mantenerse durante dos años y requiere cambiar las medias cada 6 meses. Tras las primeras semanas de tratamiento es posible que haya que ajustar la talla, al reducirse el edema.
- Las contraindicaciones de las medias de compresión serían:
- la presencia de una úlcera en la piel,
- un diagnóstico de insuficiencia arterial severa,
- la alergia a algunos de los componentes de las medias.
El sumario de Best Practice(4), tras la búsqueda realizada en 2010, clasificó la terapia con medias de compresión en pacientes diagnosticados de una TVP proximal como "beneficiosa". No fueron mas efectivas que el placebo en reducir la recurrencia de la TVP; pero sí en disminuir la tasa de incidencia del síndrome postrombótico.
El sumario de Dynamed(3), incorporó entre las referencias el ensayo publicado en 2014(7) y, en relación a este estudio, comenta que quizás las medias elásticas no disminuyan el riesgo de aparición de un síndrome postrombótico tras debutar, en un paciente, una TVP proximal.
Este ensayo clínico multicéntrico, incluyó a 806 pacientes que presentaron por primera vez una TVP proximal sintomática(7):
- 410 pacientes fueron asignados al azar al grupo de tratamiento activo, con medias elásticas de compresión, y 396 fueron asignados a un grupo control, con placebo (medias con una compresión mínima).
- La intervención se mantuvo durante dos años.
- La variable de resultado primaria fue la incidencia de síndrome postrombótico diagnosticado con criterios validados y estandarizados (criterios de Ginsberg).
- La incidencia acumulada de síndrome postrombótico fue del 14,2% en el grupo de tratamiento activo y del 12,7% en el grupo de placebo (con un "Hazard ratio" ajustado por centro de 1,13; y con un IC al 95% de 0,73 a 1,76; con una p=0,58). El estudio concluyó que las medias elásticas de compresión no redujeron la incidencia del síndrome postrombótico después de una TVP proximal y que con estos resultados no se soportarían la recomendación del empleo de las medias.
- Una sinopsis de este estudio(10) resaltó que este era el primer ensayo realizado, de tamaño suficiente, con medidas estandarizadas y validadas y que quedaba demostrado que no había un beneficio del empleo de las medias de compresión tras una TVP proximal. Destacó también que la tasa de incidencia de síndrome postrombótico fue mucho mas reducida que las comunicadas en estudios previos. Un posible sesgo en los resultados podría ser la elevada tasa de abandono; pero ésta fue similar en ambos grupos (de tratamiento activo y de placebo). Concluye en la necesidad de replantearse la recomendación del empleo de las medias de compresión para la prevención del síndrome postrombótico.