La búsqueda realizada en las bases de datos de estudios Medline, Embase y PEDro, y en Google académico, no ha encontrado ensayos clínicos aleatorios (ECAs) en los que se evalúe la efectividad y seguridad de la neurolisis por radiofrecuencia en la neuralgia postherpética (NPH) (entendiendo neurolisis como la lesión permanente por calor del tejido neural tras la aplicación de radiofrecuencia continua o convencional)*.
Se ha identifica tan sólo una serie de casos(1) de 16 pacientes con NPH intratable en los que se realizó termocoagulación percutánea por radiofrecuencia guiada por tomografía computarizada a nivel del ganglio de la raíz dorsal (aplicación de 3 ciclos de 90 ºC durante 90 segundos). Los pacientes fueron seguidos durante 2-16 meses y en base a la información que aporta el resumen la termocoagulación por radiofrecuencia logró la desaparición inmediata de la hiperalgesia en los 16 pacientes con NPH. En 5 pacientes se observó dolor residual espontáneo aunque con episodios de menor frecuencia y severidad. La puntuación de la escala visual analógica del dolor se redujo de 7-9 antes del procedimiento a 2-3 después del procedimiento y no ocurrieron recaídas durante el seguimiento.
Encontramos mención a esta técnica de lesión nerviosa en el sumario de evidencia de Uptodate sobre la NPH(2). En el sumario se menciona que las intervenciones quirúrgicas, entre las que se incluirían la estimulación eléctrica del tálamo, la cordotomía anterolateral, y la electrocoagulación de la raíz dorsal, conllevan riesgos sustanciales de déficits neurológicos permanentes y que no han demostrado un beneficio consistente en pacientes con NPH.
También en una revisión narrativa de 2013(3) se comenta que la ablación por radiofrecuencia utilizando la lesión por calor ha sido utilizada para el dolor de resultante de la NPH pero que como efectos secundarios comunes se han reportado disestesias, hipoestesias, pérdidas propioceptivos y paresias.
Por otra parte, la revisión realizada ha localizado un ECA(4) que mostraba la efectividad del tratamiento con radiofrecuencia pulsada (RFP)*, frente a tratamiento simulado, para el manejo de los pacientes con NPH refractaria a los tratamientos convencionales.
En este estudio, doble ciego y con análisis por intención de tratar, 96 pacientes con NPH torácica (T2-11) fueron aleatorizados a recibir tratamiento con RFP (42 °C durante 120 segundos 2 ciclos ) a través del ángulo costal (n = 48) o tratamiento simulado (n = 48) sin salida de energía de radiofrecuencia. El tratamiento se realizó una vez por semana durante 3 semanas. Después del procedimiento las puntuaciones en la escala analógica visual en el grupo con RFP fueron significativamente más bajas que las del grupo de simulación y se prolongaron durante 6 meses después del tratamiento (p <0,05). También mejoró significativamente la puntuación en el cuestionario de salud SF-36 (que valoraba aspectos, tales como el funcionamiento físico, rol físico, dolor corporal, percepción de salud general, función social, rol emocional, y el índice de salud mental) hasta los 6 meses después del tratamiento en el grupo de RFP en comparación con el grupo de tratamiento simulado (P <0,01 a 0,05). La dosis media de tramadol administrado como método de rescate (mg/d) durante el primer mes después del tratamiento también se redujo significativamente en el grupo deRF P en comparación con el grupo de tratamiento simulado (P <0,05). No se evidenciaron signos evidentes de neumotórax, sangrado, infección u otros efectos secundarios graves en ninguno de los grupos (P> 0,05).
En una GPC de 2013(5) sobre el manejo del dolor neuropático, en cuanto a la utilización de la RFP para la NPH se establece que, a pesar de los alentadores resultados favorables que mostraron el ECA doble ciego mencionado y un ensayo clínico abierto previo(6), los hallazgos deben ser replicados. Como conclusión el papel de la RFP para la PHN se consideró "no concluyente".
También se menciona la RFP en la revisión narrativa referenciada arriba(3) en la cual se indica que aunque la lesión nerviosa por RFP es una modalidad neuroablativa no destructiva y segura, que evita las complicaciones de la lesión por calor y ha mostrado ser beneficiosa para el dolor de la NPH, se requiere más investigación para fortalecer la evidencia disponible y poder determinar los parámetros eléctricos óptimos de la RFP.
No se han identificado ECAs más recientes que ratifiquen los hallazgos del ensayo de Ke et al(4) aunque sí se han publicado posteriormente 3 series de casos(7-9) y el informe de un caso(10) en los que la RFP muestra tener un efecto beneficioso en el alivio del dolor neuropático asociado a la NPH.
*[Se encuentran descritos en la literatura dos tipos de radiofrecuencia; la continua o la pulsada. La continua o convencional es la que utiliza una corriente constante de alta frecuencia que produce temperaturas mayores a 45 grados centígrados y causa una termocoagulación neuroablativa. La RFP usa pulsos de alto voltaje (más o menos 300 KHz) causando las mismas fluctuaciones de voltaje en el tejido afectado, pero sin llegar a temperaturas tan altas que causen coagulación, como lo hace la radiofrecuencia continua, dado que el calor se disipa entre el tiempo de pulso y pulso.]