Tras la búsqueda se han seleccionado 7 documentos (Guías de Práctica Clínica (GPC), protocolos, manuales de procedimiento, etc.) que hacen recomendaciones sobre la extravasación (EXV) intravenosa de sueroterapia y medicación, tanto en niños como en adultos. En general coinciden en las recomendaciones de actuación como: identificación de los primeros signos y síntomas de la EXV, intervención temprana, detención inmediata de la infusión, no retirar el equipo/aguja de infusión (por si fuera necesario para el tratamiento y administración de un antídoto), aspirar la mayor cantidad de fármaco extravasado, etc.
También señalan la importancia de realizar intervenciones para la prevención de la EXV.
Con respecto a la prevención de la EXV de fluidos y medicamentos una guía de la RNAO(1) para el cuidado y mantenimiento de los accesos vasculares, recomienda que para evitar la extravasación (EXV) se debe: fijar los catéteres venosos; evaluar el tipo de solución, PH, osmolaridad, volumen de infusión estimado y condición de la vena. Con respecto a los apósitos, señala que utilizando los trasparentes se pueden vigilar los primeros signos de EXV. Un manual de procedimientos(2) con respecto a la elección de la vena en la canalización de una vía periférica recomienda evitar la canalización de venas que estén en un área de EXV o flebitis; valorar el grosor del catéter a implantar: a menor grosor del catéter se puede prever más tiempo de permanencia del catéter y menor riesgo de EXV; valorar complicaciones conocidas anteriores como la EXV; evitar el uso de agujas metálicas para administrar fluidos y medicaciones, que pudieran provocar alguna necrosis de tejidos en caso de EXV; conseguir un correcto manejo y mantenimiento de estos dispositivos para favorecer su permanencia y disminuir complicaciones como la EXV.
En cuanto a las recomendaciones sobre el manejo de una extravasación:
Una GPC(3) sobre los estándares de la terapia de infusión, con respecto a la EXV indica que:
• El tratamiento debe depender de las directrices del fabricante, propiedades del agente extravasado y gravedad de la EXV.
• Si un medicamento vesicante se ha extravasado, el tratamiento debe determinarse antes de la retirada del catéter.
• Observar y evaluar el sitio extravasado e incluir la información en el expediente del paciente (el médico debe ser notificado cuando se produce una extravasación).
• Cuando se ha producido la EXV de un agente vesicante no debe utilizarse la misma extremidad para una posterior colocación de un dispositivo de acceso vascular..
Otra GPC(4) para el reconocimiento, manejo y prevención de la EXV e infiltración en niños y jóvenes indica que los factores que puedan influir en su gravedad son: concentración del vesicante; cantidad extravasada; y tipo de vesicante.
Como medicamentos y soluciones vesicantes que pueden producir lesión por EXV señala: medicamentos IV utilizados comúnmente (antibióticos como la gentamicina), agentes vasocompresivos, soluciones concentradas de electrólitos, agentes citotóxicos, agentes hiperosmolares, contrastes radiográficos o la prometazina (fenergán).
Los factores de riesgo pueden estar relacionados: con los dispositivos IV (ubicación e instalación inadecuadas, lavado con una jeringa de calibre pequeño, uso repetido de la misma línea, etc.); con el paciente (pediátricos, con venas frágiles y pequeñas, confusos/sedados, etc.); con el medicamento (potencialmente vesicante, volumen, concentración, PH, etc.); y con el profesional (falta de falta de conocimiento, de habilidad, interrupciones o distracciones durante la administración del fármaco, etc.).
La gestión inmediata recomendada es:
- Identificar los primeros signos y síntomas de la EXV e intervenir de forma temprana, con el fin de evitar resultados adversos graves.
- Cumplir las directrices para minimizar complicaciones asociadas.
- Detener inmediatamente la infusión/inyección.
- Explicar el procedimiento al niño y su familia.
- Aspirar la mayor cantidad de fármaco residual para minimizar el daño causado por el residuo del medicamento. Bajo ninguna circunstancia se debe lavar el dispositivo.
- Dejar la aguja cánula/puerto in situ (podría necesitarse para el tratamiento y administración de cualquier antídoto).
- No tirar el equipo de administración o jeringa que contiene el fármaco extravasado, para determinar la cantidad extravasada.
- Marcar y medir el área extravasada.
- Contactar con el médico urgentemente, dando los siguientes detalles: momento de la lesión, circulación distal, área y sitio de la lesión, examen local y detalles del fármaco o fluido.
- Administrar analgesia según se requiera o prescriba.
- Si un miembro está afectado debería ser elevado.
- Documentar la incidencia y las medidas adoptadas en los registros y en el formulario de incidencias (fecha, hora, lugar de inserción, tipo de catéter y/o aguja y jeringa, tipo y volumen estimado de fármaco/fluido extravasado, técnicas utilizadas para gestionar la EXV, uso de antídotos o tratamientos, etc.)
- Informar al niño y a la familia que se sospecha una EXV, posible causa, qué acción/tratamiento se requiere, responder a cualquier pregunta y/o consultas, etc.
- Continuar con la monitorización del sitio, observar signos como eritema/ulceración que pueden retrasarse su aparición hasta 48 horas después de la EXV (al menos c/8 h y anotarlo)
Un protocolo(5) para administrar el gluconato cálcico 10% en prematuros, de forma segura y tratar de controlar las complicaciones que pueden asociarse, como la EXV y posterior calcificación señala que una vez diagnosticada la EXV el objetivo es minimizar las complicaciones, para ello se debe:
- Detener la infusión.
- Aspirar el medicamento tanto como sea posible, si se ha producido ampolla.
- Retirar el catéter si no puede administrarse ningún antídoto.
- Aplicar frío local (3-4 veces al día) para causar vasoconstricción, localizando la EXV, permitiendo así que los sistemas locales vasculares y linfático no dispersen el agente tóxico, reduciendo el metabolismo celular. El uso de frío está limitado en niños prematuros por el riesgo de hipotermia
- Posteriormente, aplicar calor para inducir vasodilatación, aumentando la distribución y absorción del medicamento y disminuyendo la concentración local. El aumento del flujo sanguíneo disminuye el dolor, y aumenta la absorción del edema.
- El empleo de hialuronidasa para tratar la EXV no es un tratamiento muy experimentado. Si se usa, se debe inyectar en la zona una hora después de ocurrir el incidente, para disminuir las escaras.
Un estudio descriptivo(6) para desarrollar un protocolo de procedimiento operativo estándar relacionado con la EXV de fármacos de quimioterapia antineoplásica durante su administración indica que la EXV de algunos de estos fármacos puede causar daño tisular inmediato (ampollas y destrucción del tejido, dolor, enrojecimiento, hinchazón y necrosis), aunque otros se inactivan rápidamente, sin causar daños importantes (enrojecimiento, dolor, inflamación en el sitio de la punción y en la vía venosa, ardor y edema localizado sin ampollas). Hay factores que contribuyen al aumento del riesgo de EXV del antineoplásico, como: punción en venas pequeñas o en un sitio inadecuado, quimioterapia previa en el mismo vaso, radioterapia previa en el sitio de la punción, cambios nutricionales, neuropatía previa, confusión, inquietud, vómitos y tos, entre otros.
Los principales signos para identificar EXV son: disminución o cese total del flujo del suero; el paciente se queja de dolor, ardor o escozor; hinchazón o enrojecimiento en la zona de venopunción; parada de retorno venoso.
El tratamiento debe ser inmediato en cuanto se detectan estos signos, lo que permite un tratamiento específico y efectivo. Con el fin de reducir al mínimo, evitar o eliminar el posible daño de la EXV es necesario estandarizar las intervenciones relacionadas con la gestión de estos incidentes.
Basándose en lo anterior los autores elaboran un Procedimiento Operativo Estándar para una actuación. Las actuaciones principales tras detectar la EXV son:
- Interrumpir de inmediato la infusión.
- No retirar el dispositivo intravenoso.
- Aspirar a través del dispositivo la medicación residual extravasada tanto como sea posible.
- Aplicar el antídoto específico (intravenoso o subcutáneo), según marque el Protocolo de la institución, hasta 1 hora. Inyectar antídoto intravenoso por el mismo dispositivo.
- Retirar el dispositivo intravenoso, evitando hacer compresión local.
- Cubrir el área con vendaje oclusivo estéril sin comprensión.
- Aplicar compresas calientes o heladas según indicación.
- Mantener la extremidad elevada durante 48 horas.
- Administrar analgésicos locales y sistémicos según prescripción médica.
- Notificar al médico de inmediato la detección de extravasación.
- Anotación del procedimiento en la historia del paciente, identificando: fecha, hora, ubicación del dispositivo, fluido derramado, secuencia de los medicamentos, etc.
También señala cuidados especiales como:
• Si la extravasación se produjo por el acceso central, comprobar si hay depósito de líquido/fármaco junto al catéter totalmente implantado o catéter canalizado en la región.
• Para antineoplásicos como vincristina, vindesina, vinblastina, vinorelbina, etopósido, tenipósido: aplicar en la zona de la extravasación compresas de agua ligeramente templada, durante 15 m, 3-4 veces día, durante 24-48 h.
• Para otra quimioterapia aplicar en la zona compresas de agua fría durante 15 m.
• Evaluar regularmente la respuesta: presencia de eritema, induración, necrosis o queja de dolor local.
• Los antídotos subcutáneos e intravenosos serán los establecidos en los protocolos médicos de la institución. Notificárselo al médico.
• Aportar documentación gráfica, con permiso firmado del paciente o familiar.
Finalmente, un estudio cualitativo(7) sobre la presencia de lesiones cutáneas en niños recién nacidos, realizado a través de entrevistas semi-estructuradas a 14 profesionales de enfermería, señala que la EXV es uno de los problemas informados con mas frecuencia por parte de estos profesionales (incidencia del 23 al 63%). Señala que hay algunas escalas que ayudan en la evaluación y tratamiento de la EXV, incluyendo la “Milligram Scale of Intravenous infiltrations” y la “Thigpen’s Grading Scale of Intravenous Infiltrations”.
Indica que no se ha encontrado evidencias en la literatura sobre el uso de KCL (cloruro de potasio) para el tratamiento de la EXV. Aunque se recomienda el uso tópico de nitroglicerina debido a su acción vasodilatadora, lo que conduce a una disminución de la isquemia tisular, pero este medicamento puede causar hipotensión, por lo debe utilizarse con precaución en niños y requiere una monitorización hemodinámica continua durante su uso. El uso de compresas calientes o frías deberá ser desaconsejado, por el riesgo de causar daños térmicos en la piel inmadura, no hay pruebas para apoyar o refutar su uso en casos de infiltración intravenosa en niños recién nacidos.
Con el fin de evitar un mayor daño a los tejidos, recomienda: interrupción de la infusión a la menor señal de fuga; elevación de la zona afectada con el fin de favorecer el retorno venoso y la reabsorción del líquido; administración subcutánea de la hialuronidasa (enzima que promueve la absorción de fluidos extravasados y disminuye el daño tisular por sustancias tóxicas). Por otra parte señala que, las medidas preventivas, las acciones inmediatas, y que las enfermeras adquieran conocimientos sobre el tema, reducen el riesgo de este tipo de lesiones.