En una pregunta previa publicada en el Banco de preguntas de Preevid (ver abajo) se aborda el tema planteado y, en base a la información aportada por una guía de práctica clínica y un sumario de evidencia, se concluye que no se debería viajar en avión tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), hasta que la situación no esté estabilizada (teniendo en cuenta que los documentos consultados reconocía que no se habían localizado estudios que sustentásen dicha recomendación).
La búsqueda realizada en esta ocasión no ha identificado nuevas guías de práctica clínica además de la incluida en la anterior pregunta(1), y en la actualización de sumario de evidencia(2) se indica de forma similar que los pacientes que han sufrido recientemente un ACV u otro evento neurológico agudo deberían esperar un tiempo suficiente para recuperarse y lograr la estabilidad del proceso antes de afrontar el estrés de volar. Haciendo referencia a la guía mencionada(1) se indica que el haber sufrido un ictus en las últimas dos semanas se considera una contraindicación para el transporte aéreo. Sin embargo, se añade que esta indicación se hace sobre la base de la opinión de expertos y no en pruebas explícitas.
En el sumario se sugiere que un período de dos semanas de observación post-accidente cerebrovascular, cuando sea factible, es razonable para evaluar la estabilidad. Viajar antes de ese momento puede ser razonable en pacientes estables, a discreción de su neurólogo.
En una revisión narrativa publicada en 2014(3) se revisan las recomendaciones que aportan las distintas fuentes consultadas en cuanto al viaje en avión en pacientes con ACV no hemorrágico. Se resume que:
- En base a la “International Air Transport Association”(4) se precisa autorización médica para viajes antes de 4 días tras el evento cerebrovascular; se recomienda escolta enfermera para viajar entre los días 5 y 14 tras el ACV, a menos que se haya producido una recuperación sin complicaciones; y oxígeno suplementario para todos los viajes anteriores a los 14 días tras el ACV.
- La “British Airways”(5) plantea la necesidad de autorización médica para viajar dentro de los 10 días tras el ACV; aunque menciona la posibilidad de viajar al cabo de 3 días si el paciente está estable o recuperado; en pacientes con insuficiencia de la arteria cerebral, la hipoxia puede conllevar problemas y el uso de oxígeno suplementario puede ser aconsejable.
- La “World Health Organization”(6) por su parte establece que el viaje aéreo está normalmente contraindicado en los pacientes que ha sufrido recientemente un infarto agudo de miocardio o ACV (un tiempo desde que el evento dependiendo de gravedad de la enfermedad y la duración del viaje) y que la aptitud para el viaje debe decidirse sobre una base individual
- Se reproducen además las recomendaciones de la guía de práctica clínica utilizada en la respuesta previa(1) según la cual para viajar en avión ha de transcurrir un tiempo suficiente para asegurar la estabilidad de la condición neurológica.
En el documento se trata además de dar respuesta a una serie de preguntas en relación a este tema reconociendo que no se han encontrado recomendaciones basadas en la evidencia ni directrices concluyentes sino que las conclusiones establecidas se basan en los datos extraídos de otros pacientes (pacientes con síndrome coronario agudo reciente) y en conjeturas lógicas.
Respecto a cuándo puede un paciente con un ACV no complicado viajar en un vuelo comercial no urgente, se concluye que tras un ACV, el candidato ideal para viajar debería haber tenido un curso hospitalario sin complicaciones, ausencia de déficits permanentes y sin riesgo a corto plazo de recurrencia del ACV. En ausencia de otras razones para retrasar el viaje, se sugiere que un paciente con un ACV sin complicaciones puede viajar cuando es dado de alta (es decir, cuando ha entrado en la fase de convalecencia de su enfermedad y están médicamente estables para volver a casa).