En la búsqueda se ha encontrado fundamentalmente investigación sobre el uso del doble guante (DG) como barrera protectora de perforaciones en procedimientos quirúrgicos. También un estudio evalúa un sistema de detección de perforación y/o exposición del doble guante en un Servicio de Urgencias. Una Revisión Sistemática (RS) compara el uso de guantes sencillos, guantes adicionales o tipos especiales de guantes para la prevención de lesiones percutánea en personal sanitario durante las intervenciones quirúrgicas. 3 Guías de Práctica Clínica (GPC) para diversas intervenciones (prevención de la influenza estacional, infecciones relacionadas con el catéter y cura de heridas quirúrgicas) aconsejan el uso de guantes, pero sencillos. Aunque una de ellas señala que cuando existe alto riesgo de perforación del guante se debe utilizar DG.
La RS (1) incluye 34 Ensayos controlados aleatorios (ECA) y determina los beneficios de usar guantes adicionales (DG) u otros tipos de guantes especiales para la prevención de incidentes de exposición percutánea, sangre o fluidos corporales entre los trabajadores de la salud versus ninguna intervención o intervenciones alternativas.
Todos los ECAs se realizaron durante intervenciones quirúrgicas, por lo que los sujetos participantes fueron cirujanos y sus ayudantes. En 27 de los estudios también incluyeron otro personal quirúrgico (por ejemplo, enfermeras). Los procedimientos quirúrgicos fueron de obstetricia, ortopedia, cirugía abdominal y odontología. 9 no indicaron tipo de cirugía.
Se informó de 46 intervenciones agrupadas en: aumento de capas de guantes estándar (DG y guante triple), guantes fabricados con materiales especiales de protección o guantes gruesos y guantes con sistemas de indicadores de punción (muestran una mancha de color cuando han sido perforados).
Se encontraron resultados de calidad moderada de que los DG en comparación con guante simple (GS) reducen el riesgo de perforación (RR 0,29; IC del 95%: 0,23 al 0,37) y el riesgo de manchas de sangre en la piel (RR 0,35; IC del 95%: 0,17 a 0,70). Dos estudios con un alto riesgo de sesgo informaron el efecto de DG en comparación con los GS en lesiones por pinchazo (RR 0,58; IC del 95%: 0,21 a 1,62). Hubo ensayos de baja calidad que el uso de un guante de tela sobre un guante normal reduce perforaciones en comparación con DG normales (RR 0,24; IC del 95%: 0,06 a 0,93). Hubo ensayos de calidad moderada en que este efecto fue similar para el uso de un guante de material especial frente a DG de material normal. Hubo ensayos de calidad moderada de que los DG tienen un número similar de perforaciones en los guantes exteriores como los GS, lo que indica que no hay pérdida de la destreza con DG (RR 1,10; IC del 95%: 0,93 a 1,31).
Los revisores concluyen que hay pruebas de calidad moderada de que el DG en comparación con el GS durante la cirugía reduce perforaciones y manchas de sangre en la piel, lo que indica una disminución en los incidentes de exposición percutánea. Existen pruebas de baja calidad que el triple enguantado y el uso de guantes especiales reduzcan aún más el riesgo de perforaciones en los guantes en comparación con DG de material normal. El efecto preventivo del DG en los incidentes de exposición percutánea en la cirugía no necesita más investigación. Se necesitan más estudios para evaluar la efectividad y el coste-efectividad de los guantes de materiales especiales y guantes triples, y del uso guantes de otros grupos ocupacionales.
Un documento de la Organización norteamericana de personal de enfermería de quirófano (AORN) (2) proporciona recomendaciones en entornos perioperatorios sobre conocimientos específicos para la prevención de lesiones cortopunzantes y exposición a agentes patógenos transmitidos por la sangre, no sólo de los pacientes a los profesionales de la salud, sino también de estos a los pacientes.
Señala que, basándose en esas recomendaciones las enfermeras y personal de otros departamentos pueden desarrollar políticas y procedimientos que apoyen las prácticas recomendadas. Entre las recomendaciones se destaca: promover la eliminación de objetos punzantes peligrosos; el uso de prácticas de ingeniería, prácticas de trabajo y controles administrativos; y el uso adecuado de equipos de protección personal, incluyendo DG.
Con respecto a estos últimos indica que existe una fuerte evidencia para apoyar el uso de DG para reducir el riesgo de exposición percutánea por perforación del guante. En un estudio, la tasa de perforación general de guantes fue de 15,8%, lo que presenta la exposición transmitida por patógenos de la sangre, roturas de la técnica estéril y la infección del sitio quirúrgico. Señala que cuando se usan DG y se produce una perforación, a menudo sólo se perfora el guante exterior. Si ambos guantes son perforados, el volumen de sangre en contacto con la piel se puede reducir hasta en un 95% en comparación con la perforación de un solo guante.
A menudo, las perforaciones en los guantes no son detectados por el usuario, por lo que recomienda el uso de un sistema indicador de perforación (por ejemplo, un guante de color bajo el guante estándar) por personal que lleve guantes dobles, porque así las perforaciones son más fáciles de detectar. Los guantes deben ser monitoreados con frecuencia, especialmente durante los procedimientos en los que hay un mayor riesgo de perforación.
Concluye que el uso de DG minimiza el riesgo a la exposición de patógenos sanguíneos.
Un estudio descriptivo(3) evalúa un sistema de detección de perforación del DG en un Servicio de Urgencias. En primer lugar, la frecuencia de perforación en ambos guantes se determinó utilizando un método de prueba de estanqueidad. En segundo lugar, la frecuencia de punción se determinó primero mediante la búsqueda visual del cambio de color que se produce con la entrada de fluido en el DG. Estos mismos guantes se retiraron a continuación y también se comprobaron las posibles perforaciones por el método de estanqueidad. Después de la retirada de los DG, no se detectaron agujeros en ninguno de los dos guantes utilizando el método de estanqueidad. En 50 casos consecutivos, no hubo cambio de color en el guante interior que indica punción. Cuando estos mismos guantes se probaron a continuación con el método de estanquidad, 14 de los sistemas de detección de perforación 50 DG fallaron; los 14 guantes exteriores estaban perforados, y tres de los guantes internos tenían agujeros sin lesión demostrable en la piel. Este sistema de detección de perforación en DG no es fiable para detectar perforaciones en entornos clínicos relativamente secos porque la entrada de fluido porque es necesaria la acción capilar entre los guantes para causar un cambio de color en el guante interior lo que señala la presencia de un agujero.
Otro ECA (4) evalúa si los DG protegen contra la contaminación por perforación de los guantes durante la canalización de los vasos sanguíneos. Se incluyeron 303 pares de guantes. Los guantes fueron probados por el sistema de fugas de agua, que reveló 44 casos de daño. Se observaron diferencias significativas en la frecuencia de daños entre el par exterior de los DG y los GS y el par interior de los DG. El estudio mostró que el uso de DG proporciona un mayor nivel de seguridad que el uso de GS, sin embargo, los DG reducen la destreza manual.
El SE de Uptodate (5) sobre los principios generales de control de la infección, señala que, además del lavado de manos, los guantes juegan un papel importante en la reducción de los riesgos de transmisión de microorganismos. Hay tres razones importantes por las que los guantes deben ser usados por el personal del hospital:
● Para proporcionar una barrera protectora para las manos de material contaminado (sangre o fluidos corporales u otros materiales potencialmente infecciosos, como vómito o heces) o de equipos contaminados.
● Para reducir la posibilidad de adquisición a través de la piel (colonización) de los trabajadores de la salud con los microorganismos de un paciente que está colonizado o infectado con organismos patógenos.
● Para reducir la transmisión de microorganismos existentes en las manos del personal del hospital a los pacientes
Sin embargo, el uso de guantes no reemplaza la necesidad de la higiene de manos por varias razones: (1) los guantes pueden tener pequeños defectos o roturas que son inaparentes, y (2) manos rutinariamente contaminarse durante la remoción de guantes. Esto se puso de manifiesto en un informe que analizó 206 pares de guantes después de que fueron usados por cirujanos. Se observaron perforaciones no reconocidos en el 14%. La experiencia quirúrgica, tipo de guantes, tipo de cirugía, y el doble enguantado no afectaron las tasas y los sitios de perforación. El refuerzo en los guantes de los dedos pulgar e índice puede ser una manera de reducir el riesgo de perforación.
Una GPC de NICE (6) para la prevención y tratamiento de la infección del sitio quirúrgico recomienda el uso de DG cuando se considera que hay un alto riesgo de perforación del guante y las consecuencias de la contaminación pueden ser graves. Otras GPC (7,8) aconsejan usar guantes, pero no especifican que tengan que ser DG.