No se han encontrado evidencias de intervenciones educativas (IE) para prevenir el TGD en niños. Pero se han hallado 3 Guías de Práctica Clínica (GPC), 1 Sumario de Evidencias (SE) de Uptodate, 2 revisiones narrativas (una de ellas con información para padres y cuidadores) que hacen recomendaciones sobre las IE en niños con trastornos del espectro autista (TEA). La mayoría de las IE van dirigidas a la mejora del habla, lenguaje y habilidades de la vida diaria. Se recomienda realizar mas investigación de calidad sobre los diferentes modelos de IE.
Una GPC (1) para la gestión y el apoyo de niños y jóvenes con TEA, aunque no describe las IE, si señala que en el área del habla y del lenguaje son efectivas algunas de estas intervenciones, por ejemplo el método LEAP (del inglés Learning Experiences and Alternative Program), pero recomienda realizar mas investigación de calidad en este campo con un tamaño de muestra amplio.
Hace hincapié en la importancia de que la evaluación, gestión y coordinación de la atención a los niños y jóvenes con autismo debe ser proporcionado a través de equipos multidisciplinarios que debe incluir a profesionales de la salud, de salud mental, discapacidad de aprendizaje, educación y servicios de atención social. Por lo que se debe realizar protocolos locales para: el intercambio de información, comunicación y trabajo en colaboración entre los servicios de salud, educación y asistencia social.
Una GPC (2) de terapias para niños con TEA indica que algunas intervenciones conductuales y educativas, que varían ampliamente en términos de alcance, objetivo e intensidad, han demostrado efectos, pero la falta de datos consistentes limita que estas intervenciones estén vinculadas a los cambios clínicamente significativos específicos en el funcionamiento.
En la descripción de las intervenciones señala que: las IE se enfocan en mejorar las habilidades cognitivas. Están destinadas a ser administradas principalmente en los centros educativos. Algunas intervenciones en los entornos educativos se basan en el modelo ABA intensivo (del inglés Applied Behavior Analysis).
Otra GPC (3) para el manejo de los TEA, indica que hay que cubrir las dificultades de salud mental y emocional tanto de niños, adolescentes como adultos con TEA. Aunque algunas de estas dificultades pueden prevenirse o reducirse al mínimo con intervenciones con un enfoque íntegramente educativo, también pueden ser necesarias otras intervenciones con un enfoque diferente.
La GPC orienta las intervenciones para el abordaje de los TEA en ocho apartados, centrándose el tercero en la educación y aprendizaje de los alumnos con TEA.
Entre otras, hace las siguientes recomendaciones(*):
- Las IE deben comenzar de forma temprana, tan pronto como sea reconocido y significativo el retraso del desarrollo. El programa educacional debe ser individualizado y diseñado para involucrar al niño o joven y proporcionar un ambiente de gran apoyo (Grado Recomendación B).
- Los servicios deben estar disponibles para asegurar que las IE se desarrollen adecuadamente en la escuela, hogar y comunidad (de 15 a 25 horas semanales) (Grado Recomendación B).
- Las evaluaciones formales siempre deben ser complementadas con evaluaciones informales que incluyan observaciones a través de los diferentes entornos (Grado Recomendación C).
- La generalización y mantenimiento de las IE necesita ser cuidadosamente planificada. El aprendizaje debe tener lugar en su entorno habitual, con sus cuidadores y maestros y con los compañeros de la escuela que no tienen un TEA (Grado Recomendación B).
- No hay evidencia de que un único modelo sea eficaz para el aprendizaje. Debe elegirse el modelo que se adapte a las características y situación del niño. (Grado Recomendación B)
- La comunicación espontánea, la socialización y el juego, deberá ser una prioridad entre las IE (Grado Recomendación A).
- Debe tenerse en cuenta, e incorporarse, los intereses particulares del niño siempre que sea posible (Grado Recomendación C).
- El niño debe recibir instrucciones educativas cuidadosamente planeadas y adaptadas a sus necesidades y capacidades (Grado Recomendación B).
- Las IE deben ser monitorizadas y evaluadas de manera continua, cambiando los objetivos del plan de estudios o de intervención, el tiempo destinado a la enseñanza, la intensidad de la instrucción, etc. si fuera necesario (Grado Recomendación A).
- Las IE deben incorporar los principios de apoyo positivo a la conducta, centrándose en la comprensión de la función del comportamiento (Grado Recomendación A).
- Todas los cambios que se vayan a producir (cambio de escuela por ejemplo) deben ser cuidadosamente planificados y tanto el niño como el nuevo entorno cuidadosamente preparados (Grado pertenezcan Recomendación B).
El SE de Uptodate (4) sobre las intervenciones conductuales y educativas en niños y adolescentes con TEA indica que estas intervenciones están dirigidas a los síntomas de base de los niños con TEA con el objetivo de mejorar la función general. Las IE deben ser intensivas y el componente principal de los programas de tratamiento para los TEA, debiéndose llevar a cabo por personal de educación especial o terapeutas entrenados.
Una Revisión narrativa (5) analiza los diferentes métodos de intervención para la rehabilitación de los pacientes afectados de TEA. Estos pacientes están afectados en distintas funciones cerebrales superiores del individuo, como inteligencia, capacidad del lenguaje e interacción social. Se pueden distinguir tres tipos de métodos de intervención, según la orientación: psicodinámica, biomédica o psicoeducativa. Hay diversas intervenciones no farmacológicas que pueden modificar el mal pronóstico, generalmente asociado a este tipo de trastornos. Actualmente se prefieren los métodos psicoeducativos, pues son los únicos que han demostrado eficacia en los estudios de investigación. Entre las intervenciones psicoeducativas están las:
- Conductuales: se enseña a los niños nuevos comportamientos y habilidades, usando técnicas especializadas y estructuradas (Programa Lovaas, ABA).
- Evolutivas: ayudan al niño a desarrollar relaciones positivas y significativas con otras personas. Se centran en enseñar técnicas sociales y de comunicación, en ambientes estructurados, así como desarrollar habilidades para la vida diaria (Programas Floor Time-DIR Developmental Individual-Difference, Responsive Teaching, Relationship Development Intervention).
- Basadas en terapias: trabajan dificultades específicas, generalmente centrándose en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación (patología del lenguaje) o en el desarrollo sensoriomotor (terapia ocupacional) (intervenciones centradas en la comunicación, intervenciones sensoriomotoras,
- Basadas en la familia: enfatizan la idea de que la inclusión de la familia en el tratamiento es fundamental para las necesidades del niño. Aportan entrenamiento, información y soporte a todos los miembros de la familia (Programas PBS y programa Hanen).
- Combinadas: combinan elementos de métodos conductuales y evolutivos, por lo que generalmente resultan más eficaces (modelo SCERTS, modelo TEACCH (del inglés Treatment and Education of Autistic and Communication related handicapped CHildren), modelo Denver, modelo LEAP)
Se concluye que la detección precoz, siguiendo un modelo multidisciplinar (especialistas, familia, entorno educativo y comunidad), para realizar una pronta intervención, es fundamental para poder incidir de manera satisfactoria e intentar variar el pronóstico funcional a largo plazo.
El método de intervención más idóneo se debe adaptar al entorno y a las características individuales. Dada la gran heterogeneidad de los pacientes, resulta complicado recomendar un método u otro, pero parece que las intervenciones combinadas, con elementos de base conductiva, realizadas en ambientes estructurados, pueden incidir de manera positiva en la adquisición de nuevas habilidades en los TEA. Es importante involucrar a la familia en el tratamiento, pues el niño vive integrado en su ambiente familiar, por lo que una adecuada información y educación redundará en un mayor aprendizaje con un menor grado de estrés e insatisfacción.
Una revisión (6) con información para padres y cuidadores de niños con TEA, con respecto a los Programas de Educación y Aprendizaje indica que estos se ofrecen en las escuelas u otros centros de aprendizaje. Se centran en el aprendizaje y las habilidades de la vida diaria. Cada centro escolar puede tener un programa diferente, pero la mayoría se basan en el programa TEACCH. Programas como TEACCH usan soportes visuales y organizar el aula de manera que sean más accesibles para estos niños. Otro de los programas más utilizados en las aulas es el Programa ABA.
Algunos niños en el programa TEACCH mostraron una mejoría en las habilidades motoras (caminar, correr, guardar objetos, o sentarse con la espalda recta), la coordinación ojo-mano, y el pensamiento y el razonamiento. No obstante, no hay suficientes estudios para que los investigadores señalen a ciencia cierta, que el programa TEACCH es efectivo. Otros programas de educación no se han estudiado lo suficiente para saber si funcionan.