Tras la búsqueda realizada sobre efectividad del masaje lumbosacro para el alivio del dolor en el trabajo de parto, se han encontrado 3 Revisiones Sistemáticas (RS), dos Guías de Práctica Clínica (GPC) y un Sumario de Evidencia (SE) de Uptodate. No toda la investigación localizada es solo sobre masaje lumbosacro, también evalúa otro tipo de masajes. En general recomiendan el uso de esta técnica para la disminución del dolor en el parto, fundamentalmente por la falta de efectos adversos, pero coinciden en la necesidad de realizar nuevas investigaciones con suficiente calidad metodológica sobre la eficacia de los masajes para disminuir el dolor del parto.
Una RS (1), incluye 21 estudios publicados en Brasil que describen las técnicas de cuidado no invasivo más utilizadas por las matronas brasileñas para aliviar el dolor del parto. Entre esas técnicas no invasivas, la más utilizada por dichas profesionales es el masaje, aplicado en formas diferentes: con aceites esenciales en la zona baja de la espalda y con duchas y baños de inmersión. Los masajes se evalúan en 6 de los estudios incluidos y clasificados como "apoyo por estímulos táctiles". El criterio para recomendar el masaje es que la parturienta está incómoda. Los efectos son alivio del dolor, bienestar físico y relajación muscular. Con esta técnica se fomenta la libertad de movimiento cuando la parturienta es llevada al baño, cuando se le masajea, y cuando se le anima a realizar ejercicio físico. Estas prácticas comprenden un conjunto de acciones de atención destinadas a ofrecer a las mujeres la oportunidad de experimentar el parto como un evento fisiológico, y para ayudarles a desempeñar un papel de liderazgo, fomentando su empoderamiento. Indica la RS que los impulsos nerviosos generados por el masaje compiten por los receptores cerebrales tanto como los impulsos del dolor. Esto explicaría el hecho de que los dolores de parto percibidos mejoran cuando son masajeadas. Recomienda el uso de aceites durante el masaje para que este sea más suave y ayudar a calentar la zona que recibirá el masaje, aumentando así la eficacia de la técnica. Se concluye que las matronas hacen esfuerzos por centrar la atención durante el parto en la parturienta y se han fortalecido los fundamentos teóricos y estrategias para la práctica en consonancia con unos cuidados no invasivos y mas humanizados.
Otras dos RS(2,3) evalúan métodos para el manejo del dolor durante el parto. Una(2) con métodos farmacológicos y no farmacológicos (incluye masajes), la otra(3) solo con métodos de intervención manual, como masajes y reflexología. Señalan que, cuando la mujer está experimentando dolor de espalda durante el parto, puede calmarle masajes sobre el área lumbosacra. Algunas mujeres encuentran también reconfortante el masaje abdominal suave (llamado “effleurage”). Diferentes técnicas de masaje pueden adaptarse a diferentes mujeres. El masaje puede ayudar a aliviar el dolor, ayudando a la relajación, la inhibición de la transmisión sensorial en las vías del dolor o mejorando el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos.
En los ensayos incluidos se compara el masaje con otras intervenciones no farmacológicas (reflexología, atención habitual, ejercicios de respiración, música, etc.) La intensidad del dolor se redujo más durante la primera etapa en el grupo de masaje que en el grupo de atención habitual, pero no hubo diferencias en las etapas segunda y tercera. Comparándolos con oír música o relajación, significativamente hubo menos mujeres en el grupo de masajes que manifestaran dolor intenso.
Concluyen que el masaje puede tener un papel en la reducción del dolor y mejora la experiencia emocional de la mujer sobre el parto. La mayoría de los métodos no farmacológicos (incluidos los masajes) no son invasivos y parecen ser seguros para la madre y el bebé, sin embargo, su efectividad es incierta debido a la limitada evidencia de alta calidad y pequeño tamaño de las muestras. Aunque hay más evidencia que apoya la eficacia de los métodos farmacológicos, estos tienen efectos adversos más conocidos: por ejemplo, la analgesia epidural proporciona un alivio eficaz del dolor, pero a costa de una mayor intervención médica, incluyendo aumento de la incidencia de parto vaginal instrumental.
Recomiendan realizar ensayos adicionales sobre las intervenciones no farmacológicas de control del dolor.
La primera RS señala que el manejo del dolor en el parto es una prioridad muy alta para los grupos de consumidoras, y los organismos de financiación deben reflexionar sobre la necesidad de que sus prioridades coincidan con las de estos grupos. La discordancia entre las opiniones de las mujeres, personal sanitario y guías refleja la pobre base de evidencias.
Una GPC para la atención al parto normal(4), indica que tanto el masaje como el tacto tranquilizador (ej. coger de la mano) durante el parto pretenden ayudar a las mujeres a relajarse y aliviar el dolor de las contracciones, transmitir interés, comprensión y procurar consuelo. Aunque las mujeres aprecian estas intervenciones que les hacen sentirse cuidadas y les producen bienestar, es necesario conocer mejor el efecto del masaje en el alivio del dolor durante el parto. Uno de los estudios incluidos señala que el masaje lo dio la persona acompañante, previamente entrenada.
La GPC recomienda el masaje y el contacto físico tranquilizador como un método de alivio del dolor durante la primera y la segunda etapa del parto y mejora el humor de la madre (NE 1+) (GR B); y el tacto tranquilizador para reducir la ansiedad expresada durante el parto (NE 2+)(*)
También señalan que no existe suficiente certeza sobre la influencia del masaje en los resultados del parto por el pequeño tamaño muestral y la baja calidad de los ensayos.
La otra GPC(5) es posterior y también para la atención al parto normal. Evalua que técnica farmacológica o no farmacológica utilizar para el manejo del dolor del parto. Indica que previamente al parto se debe hablar con la mujer para: valorar la habilidad y las herramientas que posee la mujer para el manejo del dolor, las posibles interacciones e impacto de las diferentes técnicas sobre ella y el bebé, etc. y así decidir cual de las técnicas se va a aplicar.
Con respecto a los masajes señala que:
- Como masaje se incluyen presión sacra firme; effleurage (masaje abdominal suave); y masajes en hombros, espalda y pies.
- Los masajes reducen significativamente el dolor intraparto.
- Las mujeres informan que en la primera etapa tienen menos ansiedad si reciben masajes.
- No se ha encontrado ningún efecto de los masajes en cuanto a duración y satisfacción con la experiencia del parto y resultados negativos en madre y bebé.
- Lo idóneo sería que la persona de soporte fuera instruida en la realización de masajes.
El SE de Uptodate (6) sobre los enfoques no farmacológicos para el manejo del dolor del parto indica que mediante la técnica de “touch” (caricias, coger de la mano, masajes suaves) a otra persona se puede comunicar mensajes positivos como cariño, interés confianza y amor. En cuanto al masaje, como "manipulación intencionada y sistemática de los tejidos blandos del cuerpo para mejorar la salud y la curación", se utiliza durante el parto para aumentar la relajación y reducir el dolor. No hay efectos nocivos por el uso del “touch” o del masaje en el parto. Las mujeres aprecian estas intervenciones, que les reducen el dolor y mejoran la sensación de bienestar en la primera etapa del parto. Un ensayo aleatorizado sobre masaje y otro sobre la técnica de “touch” apoyan esta conclusión. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada uno se refiere a técnicas e intensidades diferentes. Aunque estas técnicas pueden ser útiles, el dolor tiende a aumentar a medida que avanza el parto. El sumario añade que, de entre todas las técnicas no farmacológicas para el manejo del dolor en el parto, solo hay algunas evidencias de la eficacia en cuanto a: la inmersión en agua, la relajación, la acupuntura y los masajes.
(*) Mirar los Grados de Recomendación (GR) y Niveles de Evidencias (NE) en la GPC.