De acuerdo con las conclusiones de tres revisiones sistemáticas, el ejercicio físico podría contribuir a mejorar determinados aspectos del sueño en personas mayores; pero hacen falta más investigaciones, con un número mayor de participantes y con mayor tiempo de seguimiento, para confirmarlo. Las guías de práctica clínica revisadas no incluyen una recomendación concreta de realizar una actividad física específica.
Una revisión sistemática (RS) de la Colaboración Cochrane, que coincide en su objetivo con el planteamiento de esta pregunta, fue actualizada en el 2002(1). La revisión tan solo identificó , e incluyó, un ensayo clínico realizado en 43 adultos de más de 60 años con problemas de sueño, en los que se comparaba el entrenamiento en ejercicio físico con los pacientes que permanecían en lista de espera para iniciar esa actividad (grupo control). Tras el tratamiento, comparado con el grupo control, la duración total del sueño, el tiempo de latencia del sueño (período de tiempo entre irse a la cama e inicio del sueño) y las puntuaciones en una escala de calidad global del sueño mostraron una mejoría significativa. Las mejorías en la eficiencia del sueño no fueron significativas. En algunos casos, las mejorías indicaron caídas por debajo de lo que generalmente se consideran niveles patológicos, pero los intervalos de confianza amplios y el pequeño tamaño de la muestra indican que estos hallazgos deben interpretarse con cuidado. Como conclusiones de la revisión los autores comentan que:
- cuando se consideran los posibles efectos secundarios del tratamiento estándar (hipnóticos), se debe discutir el uso clínico de tratamientos alternativos en personas de edad avanzada.
- los ejercicios pueden mejorar el sueño y contribuir a una mejor calidad de vida.
- Es necesario realizar investigaciones que tengan en cuenta ejercicios diseñados para personas de edad avanzada.
Posteriormente se han identificado dos RS, publicadas ambas en 2012(2,3):
- Una incluyó 5 ensayos, con 95 participantes diagnosticados de insomnio crónico y con edades que correspondían a adultos de mediana edad y ancianos(2). No realizaron metaanálisis y, tras comentar los resultados individuales de los estudios, concluyen que el ejercicio físico es efectivo en reducir quejas relacionadas con el sueño y para tratar el insomnio crónico en adultos. Sin embargo comentan que son necesarios estudios prospectivos que comparen los efectos del ejercicio con dar, o no dar, medicación hipnótica, como tratatmiento de primera línea en adultos con insomnio crónico.
- La otra RS incluyó 6 ensayos clinicos randomizados realizados en un total de 305 adultos mayores de 40 años con problemas de sueño en los que se realizó como intervención un programa de ejercicio aeróbico o de resistencia(3). La duración de la intervención con ejercicios físicos osciló entre 10 y 16 semanas. Todos los estudios informaron de los resultados mediante una escala autoinformada de calidad del sueño (la "Pittsburgh Sleep Quality Index"). Comparado con el grupo control (sin programa de ejercicio) los participantes que, de forma aleatoria, fueron distribuidos a un programa de ejercicio presentaron una media global mejor de la escala, con una diferencia de la media estandarizada de 0,47 (Intervalo de confianza al 95% de 0,08 a 0,86). El grupo de ejercicio redujo de forma significativa el tiempo de latencia de sueño y el empleo de medicación. Sin embargo no hubo diferencias entre los grupos en la duración del sueño, eficiencia del sueño y actividad diaria o perturbación de la misma por el sueño. Concluyen que la participación en un programa de ejercicio físico tiene unos efectos positivos moderados en la calidad del sueño en adultos de mediana edad y ancianos.
Las guías de práctica clínica sobre diagnóstico y tratamiento del insomnio revisadas(4,5) hacen referencia a la RS comentada de la Cochrane(1). Una de las GPC , incluída en Guía Salud y actualizada en 2009(5), contiene la siguiente información relacionada con ejercicio físico:
- Otorga un nivel de evidencia "1+"* a la efectividad del ejercicio físico para el insomnio: La participación en programas de ejercicio físico es eficaz para la latencia, duración, calidad del sueño y “eficiencia”; pero se necesitan ensayos clínicos randomizados, de mayor tamaño muestral para poder sacar conclusiones
- No establece una recomendación concreta en la guía. Afirma que "se necesitan más estudios comparativos a largo plazo para recomendar, de forma generalizada, la utilización del ejercicio físico en el tratamiento de los pacientes mayores con insomnio(grado B*)".
- La información para el paciente incluida en esta guía aconseja al paciente con insomnio que "realice ejercicio suave (por ej. pasear) durante al menos una hora al día, con luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir. Si se realiza ejercicio vigoroso en las 3 ó 4 horas previas a la hora de acostarse el sistema nervioso puede activarse y la sensación de somnolencia perderse".
* Ver clasificación de nivel de evidencia y grado de recomendación en el texto completo de la guía.