Aunque diversos estudios han mostrado una asociación entre el hallazgo casual de lesiones, interpretadas como isquémicas, en TAC o RMN cerebral, en pacientes que debutan con un ictus isquémico y una mayor incidencia posterior de ictus, no hay estudios prospectivos de la suficiente calidad para poder establecer el valor predictivo de estas lesiones como factor de riesgo independiente. No se han encontrado ensayos clínicos controlados realizados para medir la efectividad del tratamiento con antiagregantes en pacientes con lesiones isquémicas cerebrales silentes y tampoco se ha identificado una recomendación de antiagregar, ante este hallazgo aislado, en ninguna guía de práctica clínica, ni en sumarios de evidencia.
En una pregunta previa, formulada al servicio Preevid, sobre anticoagulación ante el hallazgo de un infarto silente cerebral, se puede encontrar información cuando las lesiones son clasificadas como infarto cerebral. (Ver enlace más abajo).
En el caso de un paciente con factores de riesgo cardiovascular asociados, remitimos a la pregunta formulada recientemente sobre el empleo de acido acetil salicílico en pacientes diagnosticados de hipertensión arterial y diabetes (Ver enlace más abajo).
De la información localizada, y referida a la valoración del hallazgo de lesiones isquémicas cerebrales como predictor de ictus, destacamos:
- Una revisión narrativa de los estudios en los que se han analizado la evolución y pronóstico de infartos silentes y lesiones isquémicas en resonancia magnética(RM)(1) llama la atención sobre la heterogeneidad y la inconsistencia de definición y clasificación entre los diferentes estudios publicados. Concluye que este aspecto es una limitación importante para la interpretación de los resultados. Así mismo es necesario tener en cuenta las diferentes etiologías de las lesiones puntiformes múltiples, detectadas en RM y/o en TAC, que pueden ser interpretadas como isquémicas(2).
- Hay dos estudios recientes que analizan el valor pronóstico de la presencia de lesiones isquémicas silentes en pacientes atendidos por presentar un ictus isquémico sintomático :
- Una serie de casos retrospectiva de 271 adultos, entre 18 a 50 años, que fueron atendidos por su primer episodio de ictus isquémico (3). Entre los pacientes que presentaron lesiones isquémicas silentes previas al episodio de ictus, 11 de 48 (23%) presentaron una recurrencia de ictus , en comparación con la recurrencia presente en 8 de 122 (6,5%) pacientes sin presencia de lesiones silentes (p=0,003). El tiempo de seguimiento medio fue de 25 meses.
- El otro es un estudio prospectivo con 320 pacientes consecutivos que ingresan en un hospital por su primer episodio de ictus isquémico(4). Los pacientes que presentaban en el momento del ingreso lesiones severas en la sustancia blanca cerebral tuvieron una mayor recurrencia de ictus isquémico en los 5 años siguientes .
- Un estudio publicado en el 2004 incluyó 212 pacientes con fibrilación auricular no valvular, sin una historia previa de ictus, a los que se les realizaron tres resonancias magnéticas, una al inicio del estudio y otras dos a intervalos de 12 meses(5). Durante el primer año los pacientes no recibieron ni antiagregante, ni anticoagulante. En el segundo año se les administró aspirina ( dosis diaria de 330 mg). Tras los 12 meses iniciales sin aspirina se detectaron nuevas lesiones en el 20,6% de los pacientes evaluados; después de 12 meses de tratamiento con aspirina la ocurrencia de nuevas lesiones silentes se redujo significativamente al 9,6%/año; (p = 0,014). Sin embargo, el número de infartos cerebrales sintomáticos no experimentó cambios estadísticamente significativos entre el primer y el segundo año.