Un documento de consenso, realizado tras una amplia revisión de la literatura, fue publicado en el 2009 con el objetivo de definir las interacciones conocidas entre fármacos y el síndrome de Brugada(1). Posteriormente esta información ha sido actualizada en la página web http://www.brugadadrugs.org/ (Contiene información actualizada el 10 de mayo del 2012). En este artículo (y en la página web citada) se relaciona la medicación que debe evitarse completamente y la que debería evitarse siempre que fuera posible en los pacientes diagnosticados de síndrome de Brugada. Para cada fármaco se describe el nivel de evidencia de la recomendación, así como las referencias bibliográficas en las que se basan para esa interacción. En el grupo de fármacos anestésicos, se indica que deberían ser evitados buvipacaína, procaína y propofol. A esta recomendación sobre procaína y buvipacaína le otorga una clase IIa (La evidencia es conflictiva y/o con divergencia de opinión en relación al fármaco, pero el peso de la evidencia/opinión está a favor de un potencial efecto arrítmico en pacientes diagnosticados de síndrome de Brugada). No hay ninguna referencia, ni se ha encontrado ninguna publicación sobre articaína y síndrome de Brugada.
Una descripción de casos, diagnosticados de síndrome de Brugada que se sometieron a procedimientos con anestesia(2) , refiere elevaciones del segmento ST que habitualmente revierten de forma espontánea, con propofol y con anestésicos locales.
La ficha técnica de la asociación articaína/adrenalina(3) indica que debido al componente anestésico local articaína, pueden producirse como reacciones adversas dentro de trastornos cardiovasculares y con una incidencia valorada como rara (de ≥1/10.000 a < 1/1.000): disminución de la frecuencia cardíaca, hipotensión, , trastornos de la conducción del impulso cardíaco, bradicardia, asistolia, parada cardiovascular.