Se han encontrado diversos documentos sobre educación/información al paciente adulto con asma: una Guía de Práctica Clínica (GPC), 3 Revisiones Sistemáticas (RS) y 1 Sumario de evidencia (SE). En general coinciden, en mayor o menor medida, en incluir la educación entre los componentes esenciales para el manejo del asma. Aunque se señala que la educación, si solo consiste en información, no es eficaz.
Con respecto a la educación sobre asma en niños, el Banco de Preguntas del Servicio PREEVID contiene una pregunta directamente relacionada y que puede leer mas abajo, en preguntas relacionadas (¿Es eficaz la educación sanitaria sobre el asma, dirigida a los conocimientos, en niños de 5 a 10 años? ¿Existen escalas que midan esos conocimientos?). Pero, también se han encontrado tres RS posteriores que añadimos a continuación.
La GPC (1) para el manejo del asma indica que la educación del paciente asmático reduce el riesgo de padecer una exacerbación, aumenta su calidad de vida y reduce los costes sanitarios, por lo que forma parte indispensable del tratamiento integral de la enfermedad. La educación tiene como principal objetivo proporcionar al paciente los conocimientos y las habilidades necesarias para mejorar su autocuidado y el cumplimiento terapéutico. Ello conlleva un óptimo control de la enfermedad y una mayor autonomía para el paciente. Respecto a la información que el paciente debe recibir sobre el asma, se deben considerar sus necesidades, sus conocimientos previos, sus creencias, su edad, la gravedad del asma que padece y el grado de implicación necesario en su autocontrol y tratamiento.
La educación es un proceso continuo, por lo cual cada visita es una oportunidad de revisión, refuerzo y aumento de los conocimientos y habilidades del paciente. Es imprescindible que sea consensuada entre todo el equipo. Cuando en el proceso educativo se reduce la intensidad de la intervención también disminuye la efectividad. Las intervenciones exclusivamente informativas no son eficaces. El personal de enfermería, tras su formación previa, debe participar activamente en la administración y gestión de este tipo de programas educativos.
Para que la educación sea efectiva es importante establecer una relación de confianza entre equipo sanitario y paciente (que pueda exponer sus dudas, preocupaciones y miedos). Se recomienda utilizar un lenguaje comprensible; y establecer con el paciente objetivos comunes, con planes escritos e individualizados. El programa educativo debe contemplar la elaboración de planes de acción (conjunto de instrucciones escritas de forma individualizada, teniendo en cuenta gravedad y control del asma y tratamiento habitual prescrito). Su principal objetivo es la detección precoz del agravamiento del asma y la rápida instauración de acciones para su rápida remisión.
Tres RS acerca de la educación sobre el asma dirigida a adultos con esta enfermedad:
Una RS(2) de 36 ensayos controlados aleatorio (ECA), evalúa los efectos de un programa de autocuidado del asma, "Educar y examinar regularmente", (Australian Asthma Management Plan), junto con un examen médico regular sobre los resultados de la salud. La educación para el autocuidado redujo las hospitalizaciones (riesgo relativo (RR) 0,64; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,50 a 0,82); las visitas al servicio de urgencias (RR 0,82; IC del 95%: 0,73 a 0,94); las visitas al médico no programadas (RR 0,68; IC del 95%: 0,56 a 0,81); los días de ausentismo a trabajo o escuela (RR 0,79; IC del 95%: 0,67 a 0,93); el asma nocturno (RR 0,67; IC del 95%: 0,056 a 0,79) y la calidad de vida (diferencia de medias estandarizada 0,29; IC: 0,11 a 0,47). Las medidas de la función pulmonar cambiaron poco. Concluye que la educación para el autocuidado del asma, que incluye la automonitorización mediante el flujo espiratorio máximo o los síntomas, junto con un examen médico regular y un plan de acción escrito, mejora los resultados de la salud en adultos con asma. Los programas de entrenamiento que permiten que las personas ajusten su tratamiento mediante el uso de un plan de acción escrito parecen ser más efectivos que otras formas de autocuidado del asma.
La segunda RS(3) sobre las opciones para la educación sobre el autocuidado, incluyó 15 ensayos controlados aleatorios (ECA) que comparaban dos intervenciones de educación sobre el asma y de autocuidado en los resultados de salud de esos pacientes. La RS concluye que el autocuidado óptimo que permitía la optimización del control del asma mediante el ajuste de los fármacos puede realizarse mediante autoajuste con la ayuda de un plan de acción escrito o mediante la revisión médica regular. La reducción de la intensidad de la educación parece diluir el efecto. Este resultado provino de un solo estudio y debe confirmarse.
La tercera RS(4) (de 12 ECA) evalúa los efectos de la educación limitada (es decir, información solamente) sobre el asma en los resultados de la salud. La educación limitada no redujo la hospitalización debida al asma (diferencia de medias ponderada -0,03 promedio de hospitalizaciones por persona por año, intervalo de confianza del 95%: -0,09 a 0,03). No se observó un efecto considerable en las visitas al médico, la función pulmonar y el uso de fármacos. Los efectos en los síntomas de asma fueron variables. No existió reducción en los días perdidos con respecto a la actividad normal, pero en dos estudios, los síntomas percibidos de asma sí mejoraron después de la educación limitada (odds-ratio 0,44; intervalo de confianza del 95%: 0,26 a 0,74). En un estudio, la educación limitada sobre el asma se asoció con visitas reducidas a los servicios de urgencias (reducción de -2,76 en las visitas promedio por persona por año; intervalo de confianza del 95%: -4,34 a 1,18). Concluye que la utilización de la educación limitada sobre el asma, tal como se ha implementado, no parece mejorar los resultados de la salud en adultos con asma, aunque los síntomas percibidos pueden mejorar. Es posible que facilitar información en los servicios de urgencias sea eficaz, pero es preciso confirmarlo.
Las tres RS acerca de la educación sobre el asma dirigida a niños con esta enfermedad:
Las primeras RS(5,6) determinan los efectos de las intervenciones educativas para el asma proporcionadas en el domicilio a los niños, los cuidadores o ambos. Concluyen que no se encontraron pruebas consistentes de las intervenciones educativas para el asma en el domicilio comparadas con la atención estándar, la educación proporcionada fuera del domicilio o una intervención educativa menos intensiva proporcionada en el domicilio. Aunque la educación es un componente clave para el control del asma en los niños y se ha recomendado en numerosas guías, esta revisión no contribuye con información adicional sobre el contenido fundamental y el ámbito óptimo para dichas intervenciones educativas. La otra RS(7) evalúa si la educación sobre el asma produce mejores resultados de salud en 7843 niños (en 38 estudios) que asistieron al servicio de urgencias por asma. Todas las intervenciones educativas incluyeron una transferencia interactiva de información. Concluye que la educación dirigida a los niños y sus cuidadores que se presentan al servicio de urgencias por exacerbaciones agudas puede dar lugar a un menor riesgo de visitas futuras al servicio de urgencias y de ingresos hospitalarios. Aunque aún no está claro el efecto a largo plazo de la educación sobre otros marcadores de morbilidad por asma como calidad de vida, síntomas y función pulmonar. Permanece incierto qué tipo, duración e intensidad de los paquetes educacionales son más efectivos para reducir la utilización de los servicios de urgencia.
Finalmente el SE de UpToDate(8) sobre el manejo del asma, tanto en niños como en adultos, basado fundamentalmente en un Programa Nacional de Asma de Educación y Prevención(9) señala que dentro del acuerdo médico-paciente la educación de este es uno de los 4 componentes esenciales para el manejo del asma. La educación, idealmente, debería ocurrir a través de la educación directa en la consulta, así como educación complementaria a través de otros miembros del equipo y la organización de programas. La efectividad de la educación individual realizada directamente por el médico de atención primaria, en particular, es apoyada por la evidencia. En pacientes con educación disminuye las hospitalizaciones debido al asma, mejora la función diaria, y la satisfacción del paciente. Un paciente bien informado y motivado puede suponer una gran medida de control del cuidado de su asma. Los pacientes tienen que aprender cómo controlar sus síntomas y función pulmonar; entender que desencadena sus ataques de asma y cómo evitar o disminuir la exposición a los desencadenantes; y entender qué medicinas tomar y cómo utilizar los inhaladores correctamente. Si tienen dificultad para tomar la medicación regularmente, necesitan métodos de ayuda para mejorar el cumplimiento.