Se han encontrado 4 Revisiones Sistemáticas (RS) que comparan diversas actuaciones de los profesionales de enfermería en los cuidados del paciente diabético. También se ha localizado una Guía de Práctica Clínica (GPC) para pacientes diabéticos con recomendaciones sobre el papel de la enfermera; y un sumario de evidencia (SE) sobre los requisitos del equipo multidisciplinario de los programas de educación:
Una RS(1) explora el efecto de los modelos del personal de enfermería hospitalaria en los resultados de los pacientes y los relacionados con el personal. Incluye 15 estudios, algunos de ellos con pacientes diabéticos. No se hallaron pruebas de que la incorporación de profesionales de enfermería especialistas al equipo redujera las tasas de mortalidad de los pacientes, la asistencia al servicio de urgencias o las tasas de reingreso, aunque es probable que dé lugar a estancias hospitalarias más cortas para el paciente, y a reducciones en las úlceras de decúbito. Los resultados sugieren que el personal de apoyo especializado, como los asistentes para la nutrición, puede tener un impacto importante en los resultados de los pacientes. La autoplanificación y la enfermería primaria pueden reducir la renovación del personal. No se encontró ningún estudio elegible de intervenciones educacionales, intervenciones con combinación de grados o personal necesario y por lo tanto no es posible establecer conclusiones con relación a estas intervenciones. Las conclusiones de los autores señalan que las intervenciones, en relación con los modelos de personal de enfermería hospitalaria, pueden mejorar algunos resultados de los pacientes, en particular la incorporación de profesionales de enfermería especialistas y las funciones de apoyo de especialistas a los recursos humanos de enfermería. También pueden mejorar los resultados relacionados con el personal, en particular la introducción de enfermería primaria y de autoplanificación. Sin embargo, estos hallazgos deben tratarse con sumo cuidado debido a las pruebas limitadas disponibles a partir de la investigación realizada hasta la fecha.
Otra RS(2) cuyo objetivo es evaluar los efectos de la participación de enfermeras especializadas en los resultados para personas con diabetes (control metabólico de pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2), en comparación con la atención habitual en clínicas hospitalarias o de atención primaria sin el aporte de enfermeras especializadas, incluye 6 ensayos (con 1382 participantes) con un seguimiento de 6 a 12 meses. Las conclusiones de los autores señalan que la presencia de una enfermera especializada en diabetes o una enfermera a cargo del caso, puede mejorar el control diabético de pacientes durante períodos cortos, pero de acuerdo con ensayos actualmente disponibles, los efectos durante períodos más largos no son evidentes. En general, no hubo diferencias significativas en los episodios hipoglucémicos, los incidentes hiperglucémicos o los ingresos hospitalarios. La calidad de vida no se mostró afectada por el aporte de enfermeras especializadas en diabetes o enfermeras a cargo del caso.
Otra RS(3) evalúa los efectos de diferentes intervenciones, dirigidas a los profesionales de la salud o la estructura en la cual brindan asistencia, sobre el tratamiento de los pacientes con diabetes, en el ámbito de la atención primaria, en pacientes ambulatorios y en la comunidad. Según los criterios de selección, los participantes incluidos fueron profesionales de la asistencia sanitaria, como médicos, enfermeros y farmacéuticos. Los resultados incluyeron la medición objetiva del rendimiento de los profesionales de la salud o los resultados de los pacientes y las medidas de autoinforme con validez y confiabilidad conocidas. Las conclusiones señalan que los enfermeros pueden desempeñar una función importante en las intervenciones orientadas hacia los pacientes, mediante la educación de los pacientes o al facilitar la adhesión al tratamiento.
Una última RS(4) evalúa el impacto de la sustitución del médico por la enfermera en atención primaria en pacientes con enfermedades crónicas (como diabetes). Los tipos de medidas de resultados considerados fueron: con respecto a los resultados en los pacientes (morbilidad; mortalidad; satisfacción; conformidad; y preferencia); con respecto al proceso de los cuidados (adhesión del profesional a guías clínicas; estándares o calidad de cuidado; y actividad de cuidado de salud del profesional); y con respecto a la utilización de recursos, incluyendo costes (frecuencia y longitud de consultas; visitas de seguimiento; prescripciones; pruebas e investigaciones; derivación a otros servicios; y costes directos o indirectos). Los hallazgos de la RS sugieren que, debidamente entrenados, los enfermeros de atención primaria pueden promover una calidad tan alta de los cuidados como los médicos y, además, conseguir resultados de salud igualmente buenos en los pacientes. Aun así, esta conclusión tendría que ser vista con cautela ya que sólo un estudio evaluó las medidas de equivalencias de los cuidados, muchos estudios tenían limitaciones metodológicas y el seguimiento de los pacientes era generalmente de 12 meses o menos. Dicha sustitución tiene el potencial de reducir el trabajo de los médicos y los costes directos de los cuidados de salud, pero conseguir tales reducciones depende del contexto particular del cuidado. El trabajo de los médicos podría no ser sustituido porque con anterioridad los enfermeros eran utilizados para conocer las necesidades no cubiertas del paciente o porque los enfermeros generaban demanda de cuidados donde previamente no había. El ahorro en los costes depende de la magnitud del diferencial de salario entre médicos y enfermeros, y puede ser compensada por la productividad más baja de las enfermeras comparada a la de los médicos.
La GPC(5) para el uso de modelos de educación de pacientes diabéticos recomienda con respecto al papel del enfermero que:
- Los equipos multidisciplinares que proporcionan educación tendrían que incluir, como mínimo, un enfermero especialista en diabetes (o un enfermero de práctica con experiencia en diabetes) que tienen conocimientos de los principios de educación del paciente, junto con un dietista. La composición del equipo y la manera que los miembros interaccionan pueden variar entre programas, pero el funcionamiento tendría que ser realizado a medida de las diferentes necesidades de los pacientes.
- La implementación exitosa de programas educativos estructurados dependerá de la disponibilidad de una plantilla entrenada de forma apropiada. Aunque la evidencia sugiere que hay una escasez de ambos especialistas (enfermeros especialistas y dietistas) y que es necesario la formación rigurosa y actualizada de los educadores sobre los principios de la diabetes y la educación. Los educadores tendrían que ser acreditados por un procedimiento nacionalmente reconocido, existiendo algunos programas de entrenamiento acreditados, aunque se necesita desarrollar mas.
En un resumen y valoración de esta GPC(6) se afirma que aunque no existe evidencia para recomendar un tipo específico de intervención educativa, estas intervenciones tienen que cumplir una serie de requisitos, entre los que señala que han de ser realizadas por un equipo multidisciplinario, compuesto como mínimo por un profesional de enfermería especialista en diabetes y un dietista, en sesiones grupales.