Tres Guías de Práctica Clínica (GPC), un sumario de evidencias (SE) de UptoDate y un documento de consenso con recomendaciones y normas para la educación sobre autocontrol de la diabetes en niños y adolescentes, señalan la importancia de incluir en el manejo de la diabetes programas de educación individualizados (según edad, cultura, etc.) para mejorar el conocimiento, la auto-eficacia y los resultados de la hemoglobina glucosilada (A1C)
La GPC (1) para la Diabetes Tipo I en niños, adolescentes y adultos, con respecto a la educación hace las siguientes recomendaciones: (*)
- Las personas con diabetes que utilizan sistemas de monitorización continua de la glucosa deben recibir educación en el uso correcto y correcta interpretación de los resultados (GR C)
- Los programas de educación y de apoyo psicológico (PEAP) son un componente esencial de la atención estándar para la diabetes. Se deben considerar intensificar ambos programas cuando no se están cumpliendo los objetivos del tratamiento (Grado B). Los PEAP deben ser apropiados a la edad, cultura y desarrollo del paciente. El objetivo de estas intervenciones es destacar la participación adecuada familiar y apoyo para la gestión de la diabetes, habilidades efectivas de resolución de problemas y de autogestión, y expectativas realistas sobre el control glucémico.
- Ajustar la dosis de insulina a la ingestión de carbohidratos requiere una educación integral sobre la medición exacta de carbohidratos, que debe ser proporcionada por un dietista con experiencia en esta área (GR C).
- Se debe proporcionar una educación estructurada dirigida específicamente a la prevención de hipoglucemias graves (GR B)
Otra GPC (2) para la gestión de la Diabetes Mellitus tipo 1 (en adultos, niños, adolescentes y mujeres embarazadas), con respecto a la educación señala que es fundamental para un adecuado control de la enfermedad, para capacitar al paciente a asumir el control de su enfermedad para ser autónomo, integrando el tratamiento en su vida cotidiana. Señala que según la International Society for Pediatric and Adolescent Diabetes, los aspectos que caracterizan un programa educativo estructurado son los siguientes:
- Comprende un plan de estudios estructurado, acordado y escrito.
- Es impartido por educadores formados.
- Tiene una calidad asegurada.
- Existe una evaluación adecuada del programa.
Recomienda que: (*)
- Todos los pacientes deben tener acceso a un programa de educación en diabetes impartido por un equipo multidisciplinar (médicos, enfermeras educadoras, psicólogos, dietistas, etc.) con competencias específicas en diabetes, tanto en la fase del diagnóstico como posteriormente, en base a sus necesidades. (GR A)
- En casos de hipoglucemias repetidas, se debería ofertar al paciente y a sus familiares un programa de educación específico. (GR A)
- La educación estructurada en diabetes debe impartirse a las personas que constituyen el entorno escolar de los niños o jóvenes: profesores, cuidadores, etc. (GR D)
- Con respecto a los profesionales del equipo educativo que deben impartir la educación: deberían caracterizarse, además de por su capacidad de empatía, por su flexibilidad y capacidad de comunicación. A nivel extrasanitario juegan un importante papel las asociaciones de personas con diabetes, que imparten programas educativos para grupos específicos, por ejemplo campamentos para niños. (GR D)
Otra GPC (3) de educación para el auto manejo de la diabetes (EAMD) hace las siguientes recomendaciones (*)
- Las personas con diabetes se les debe ofrecer la educación en diabetes a tiempo que se adapta a mejorar las prácticas de autocuidado y conductas [GR A, NE 1A].
- Todas las personas con diabetes que son capaces se les debe enseñar cómo autogestionar su diabetes [GR A, NE 1A].
- La EAMD que incorpora intervenciones cognitivo-conductuales (resolución de problemas, establecimiento de metas, y auto-monitorización de los parámetros de salud), debe aplicarse a todas las personas con diabetes [GR B, NE 2].
- Se deben utilizar intervenciones que aumentan la participación del paciente y la colaboración en la toma de decisiones de la salud [GR B, NEl 2].
- Para las personas con diabetes tipo 2, las intervenciones de EAMD se debe ofrecer en grupo y/o individualmente, ya que ambas pueden ser eficaces [GR A, NE 1A].
- Las intervenciones dirigidas a facilitar las habilidades familiares para el manejo del estrés o conflictos relacionados con la diabetes tipo 1 y 2, deben ser incluidas en las intervenciones educativas que se indiquen [GR B, NE 2].
- Podrán integrarse en las intervenciones de la EAMD la educación sobre el manejo de sistemas de monitoreo de glucosa en la sangre con el fin de mejorar el control glucémico [GR C, NE3].
- La EAMD culturalmente apropiada, que puede incluir educadores laicos, se puede utilizar para aumentar el conocimiento y comportamientos de auto-cuidado relacionados con la diabetes y reducir la A1C [GR B, NE 2].
- En pacientes con bajo nivel de alfabetización, se pueden añadir materiales de alfabetización para mejorar el conocimiento, auto-eficacia y resultados de A1C [GR C, NE 3]
El documento de consenso (4) de la American Association of Diabetes Educators y la American Diabetes Association sobre las normas de educación para el autocontrol de la diabetes, señala como principios fundamentales basados en las evidencias existentes que:
- La educación en diabetes es eficaz para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida, al menos a corto plazo.
- La EAMD ha evolucionado a partir de presentaciones didácticas sobre todo a los modelos basados en la capacitación teórica.
- No hay un "mejor" programa o enfoque de la educación; sin embargo, los programas que incorporan estrategias conductuales y psicosociales demuestran mejores resultados. Algunos estudios demuestran que los programas adaptados de forma adecuada a la cultura y a la edad mejoran los resultados, y que la educación grupal es efectiva.
- El apoyo continuo es fundamental para sostener el progreso realizado por los participantes durante el programa de educación.
- El afianzamiento de objetivos de comportamiento es una estrategia efectiva para apoyar conductas de autocuidado.
El documento pormenoriza 10 normas sobre estos programas de educación: fijar la educación como un componente integral de la atención de la diabetes; determinar las necesidades educativas de la diabetes de la población objetivo e identificar los recursos necesarios; designar un coordinador para supervisar la planificación, implementación y evaluación de educación (el coordinador tendrá preparación académica, experiencia en el cuidado y formación en la gestión del programa); los instructores deben tener preparación educativa continuada y experimental en la gestión de la educación y la diabetes o será un educador certificado en diabetes (al menos uno de los instructores será una enfermera, dietista o farmacéutico); se debe reflejar por escrito las pautas y prácticas del programa, evaluación y seguimiento de forma individualizada (monitorización de la glucosa, nutrición, ejercicio, prevención, detección y tratamiento de las complicaciones agudas y crónicas, desarrollo de estrategias personales para hacer frente a los problemas y preocupaciones psicosociales, etc.); medir el logro de los objetivos definidos y los resultados a intervalos regulares; determinar oportunidades de mejora mediante un plan de mejora continua de la calidad; etc.
El SE de Uptodate (5) sobre EAMD en niños, señala que al ser esta una enfermedad crónica requiere una gestión rigurosa por parte de profesionales cualificados, una atención diaria y la gestión por parte del niño y de los padres, y que la EAMD proporciona el marco y la información para preparar a la familia a asumir la responsabilidad para el cuidado de la diabetes del niño, y facilita la transición a los cuidados personales cuando el niño madura. Siendo la educación un componente integral de la atención para todos los pacientes con diabetes.
(*) Mirar en las diferentes GPC la clasificación de los NE (Niveles de Evidencias) y GR (Grados de Recomendación)