Una Guía de Práctica Clínica(1) para el manejo de la EPOC en adultos, en cuidado primario y secundario, indica que deberían desarrollarse paquetes educativos específicos para pacientes con EPOC. Estos paquetes tendrían que tener en cuenta las diferentes necesidades de los pacientes en las distintas etapas de la enfermedad. Entre los temas a incluir recomienda las técnicas para la conservación de energía.
Una revisión narrativa(2) sobre la funcionalidad de pacientes con EPOPC y las técnicas de conservación de energía (CE) indica que la disnea es el síntoma que más interfiere con la ejecución de la vida profesional, familiar, social y con las actividades de la vida diaria (AVD) de estos pacientes. Tales limitaciones pueden llevar a un estilo de vida sedentario y empeorar la calidad de vida global. Pero existen directrices para el uso de técnicas de CE, ampliamente utilizadas en programas de rehabilitación pulmonar. La revisión evalúa el impacto de la incapacidad sobre: las AVD en pacientes con EPOC, las técnicas de CE utilizadas como herramientas para minimizar la incomodidad de estos pacientes, y las consideradas más apropiadas. Aproximadamente el 55% requieren ayuda en las AVD, por ello es importante evaluar en detalle el impacto de la enfermedad en dichas actividades, esto determinan las deficiencias que tendrían que ser tratadas o como se tendría que adaptar mediante: observación sistemática, entrevistas o ambos. Cuándo las AVD es el foco, lo ideal es observarles en el momento del día y sitio en qué las realiza. Esto dará una idea de cuánto tiempo necesita para realizar cada actividad, qué posición corporal adopta, así como los cambios en cuanto a disnea, ritmo cardíaco y saturación de oxígeno. Los datos recogidos son importantes para el desarrollo de un programa para modificar los hábitos de los pacientes, incluyendo el uso de técnicas de CE, que aumentan la capacidad funcional de estos pacientes. Hay que tener en cuenta que estos pacientes tienen dificultad en cambiar su estilo de vida y adaptar estas técnicas a sus AVD (fundamentalmente los ancianos).
La revisión señala los objetivos de la CE:
- Entrenar la respiración diafragmática;
- Entrenar miembros superiores;
- Informar al paciente de la importancia de pedir ayuda;
- Organizar el tiempo, calculando el gastado en actividades, el necesitado para el resto y animar al uso de organizadores;
- Organizar y adaptar el entorno, reduciendo la necesidad de movimientos de los miembros superiores sin soporte, evitando doblarse;
- Educar el paciente explicándole las posturas más apropiadas para el mejor rendimiento; etc.
Clasifica la funcionalidad del paciente basándose en el grado de disnea que presenta:
- Clase I – mínima restricción del rendimiento de AVD y de instrumentos de apoyo para el trabajo, ocio y actividades sociales (disnea sólo durante el rendimiento de aquellos que requieren más esfuerzo físico);
- Clase II - independencia en todas las actividades (disnea subiendo escalera o cuándo la actividad implica inclinarse);
- Clase III -similar a Clase II, pero con alteración en la capacidad de caminar (no puede mantener el ritmo con personas de la misma edad, se tiene que parar);
- Clase IV - dependiente en alguna AVD (disnea de esfuerzo, requieren descanso durante actividades como vestirse, andar y subir escaleras, salen del domicilio sólo si van acompañado);
- Clase V – confinados en cama o en silla de ruedas (requieren asistencia en todas las actividades).
Un ensayo clínico prospectivo(3) evalúa efectividad de la terapia ocupacional (TO) en 75 pacientes con EPOC (hospitalizados y discapacitados.) como medida complementaria durante La rehabilitación pulmonar (RP). El objetivo de la TO fue independizar al paciente con funciones independientes. La valoración inicial de incapacidad en AVD estuvo basada en la versión italiana Canadian Occupational Performance Measure, valorándose: movilidad, limpieza, vestido, alimentación y auto cuidado en los tratamientos respiratorios. El programa de TO incluyó 9 sesiones (3 días por semana) de 1 hora. Las sesiones se desarrollaron en el entorno doméstico. El ensayo concluye que la TO específica es capaz de mejorar el resultado en pacientes con EPOC, hospitalizados y severamente imposibilitados.
Un estudio cualitativo(4) evalúa un programa de RP de 8 semanas, de 2 sesiones por semana (1.5 hora cada una). El programa comprenda fisioterapia incluyendo componentes de ejercicio físico, terapia ocupacional (que incluye técnicas de relajación y sesiones educativas en varios aspectos: terapia del oxígeno, técnica para utilizar los inhaladores y conservación de energía). La conclusión de los autores fue que con anterioridad a la RP, los participantes asociaron la realización de actividades con dificultad respiratoria y pánico; tras la PR, los participantes informaron reducción del miedo y aumento del sentimiento de capacidad para realizar las AVD.
Un Cat (Critically Appraised Topicst)(5) que responde a la pregunta ¿La educación en CE es eficaz para mejorar la función en personas con EPOC?, señala entre sus hallazgos claves que: 1) la evidencia está limitada a la efectividad de la educación sólo para mejorar auto habilidades de administración.; 2) la educación en técnicas de CE está recomendada para pacientes con EPOC. El foco de educación de CE para pacientes con síntomas suaves o moderados de EPO tendría que seguir estrategias para minimizar la disnea, mientras que la educación para la CE en pacientes con síntomas severos de EPOC tendría que estar dirigida a la optimización de las tareas. Concluye que: la CE siempre debería formar parte de la RP; y la educación requiere tener en cuenta a la persona y a la severidad de la enfermedad.
Mirar mas a bajo una pregunta del banco del PREEVID, relacionada: ¿Existen evidencias sobre técnicas de control de la ansiedad que mejoren la disnea en un paciente con EPOC?, ya que, promover el control de la disnea, mediante estrategias de ansiedad controlada, facilita la CE y aumenta el control de la respiración percibida.