La guía de práctica clínica (GPC)(1) de cuidados durante el parto publicada por NICE en 2007(1) recomendaba el manejo activo de la tercera etapa del parto, lo cual implicaba la utilización de oxitocina (10 unidades internacionales [UI] vía intramuscular), seguida del pinzamiento y sección precoces del cordón y la tracción controlada de este.
En la GPC de atención al parto normal publicada por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, en octubre de 2010(2), también se plantea la cuestión de si el procedimiento a seguir en la tercera etapa del parto o alumbramiento influye en los resultados y se concluye que:
- Existe un buen nivel de evidencia de que el manejo activo de la tercera fase del parto disminuye el riesgo de hemorragia posparto (HPP), reduce la necesidad de administración de oxitócicos y acorta la duración de esta etapa del parto.
- Aunque hay buena evidencia de que el manejo activo del parto aumenta algunas complicaciones maternas, como presión diastólica superior a 100 mm de Hg, náuseas, vómitos y cefalea, no se observaron otras complicaciones como incremento del dolor durante la tercera etapa, HPP secundaria, readmisiones por sangrado, necesidad de antibióticos o fatiga materna a las seis semanas. No se encontraron diferencias en los resultados neonatales.
En base a esta evidencia, los autores de la guía recomiendan el manejo activo del alumbramiento. (Grado de recomendación A)[Ver grados de recomendación en el texto completo de la guía]. Respecto a este aspecto, otras recomendaciones, basadas ambas en la experiencia clínica y en el consenso del equipo redactor, son:
- Las mujeres deben ser informadas (preferiblemente durante la gestación) de que el manejo activo de la tercera etapa del parto acorta su duración, disminuye el riesgo de hemorragia posparto y la necesidad de oxitocina terapéutica.
- El alumbramiento espontáneo o fisiológico es una opción si la mujer lo solicita.
De forma diferente a lo que establecía la guía previa de NICE las recomendaciones en cuanto a las medidas a realizar en el alumbramiento dirigido son:
- La administración profiláctica de 10 UI de oxitocina intravenosa lenta. (Recomendación basada en la experiencia clínica y en el consenso del equipo redactor)
- El pinzamiento tardío del cordón umbilical. (Grado de recomendación A). Se sugiere como conveniente el pinzamiento del cordón a partir del segundo minuto o tras el cese del latido de cordón umbilical. (Grado de recomendación B)
En una revisión sistemática de la Cochrane(3) de reciente actualización que incluyó cinco estudios (6486 mujeres) encuentra, de forma similar, que el manejo activo de esta etapa del parto reduce el riesgo promedio de hemorragia materna primaria (más de 1000 ml) (riesgo relativo [RR] 0,34; intervalo de confianza [IC] 95% 0,14 a 0,87; tres estudios, 4636 mujeres) y de la hemoglobina materna inferior a 9 g/dl tras el nacimiento (RR 0,50; IC 95%: 0,30 a 0,83; dos estudios, 1572 mujeres) en las mujeres independientemente de su riesgo de sangrado sin identificar diferencias en las puntuaciones de Apgar menor a siete a los cinco minutos. Sin embargo, la actitud activa mostró un incremento significativo en la presión arterial diastólica materna, de los dolores posparto (entuertos), de uso de analgesia y de más mujeres que volvían al hospital con sangrado. También se observó una disminución en el peso al nacer del bebé con el manejo activo, lo que refleja un volumen de sangre más bajo transferido desde la placenta por el pinzamiento precoz del cordón. Los autores de la revisión se plantean que la hipertensión y la interferencia con la transfusión placentaria puede evitarse mediante la introducción de modificaciones en el manejo activo, por ejemplo, la evitación de derivados ergotínicos y retrasando el pinzamiento del cordón, aunque no se cuenta con evidencia directa de estas medidas.