Un estudio descriptivo prospectivo (1) en 17 mujeres sometidas a cirugía unilateral por cáncer de mama cuyo objetivo era identificar complicaciones, intercurrencias y aparición de edema después de la cirugía por cáncer de mama y factores que pueden estar facilitando la aparición del linfedema del brazo del lado operado. La recolección de datos se realizó a través del seguimiento semanal, en los tres meses después de la cirugía. El edema apareció en 11 mujeres, siendo en nueve de grado leve y en dos de grado moderado. Entre las complicaciones postoperatorias relacionadas con la sueroterapia, señala el estudio que pueden provocar la aparición de linfedema: las punciones venosas (27,3%); la flebitis (18,2%) y el hematoma (18,2%). También señala como otros factores: la no realización de ejercicios con el brazo operado (76.5%). Los resultados revelan la importancia del seguimiento de enfermería en la fase posquirúrgica y la necesidad de una mejor preparación de los profesionales para la orientación de pacientes con el objetivo de prevenir el linfedema.
Otro estudio descriptivo (2) hace un análisis sobre el conocimiento de las medidas de prevención en 60 mujeres que habian presentado linfedema tras mastectomía. El estudio indica medidas de prevención de traumatismos, señalando que no se debe extraer sangre ni utilizar agujas de acupuntura.
Una Guía de Práctica Clínica (GPC) (3) sobre la incidencia, prevención, factores de riesgo y tratamiento del linfedema secundario a mastectomía señala que uno de los factores de riesgo potenciales es la punción de la piel (ejemplo, por análisis de sangre o inyecciones) en el lado tratado durante la hospitalización para realizar dicha cirugía y por lo tanto recomienda evitar esta actuación, aunque señala que sería necesaria investigación adicional para confirmar esta recomendación.
Una evaluación de estudios (4) sobre riesgos y ventajas del uso de agujas en pacientes tras cirugía de ganglios linfáticos axilares (incluida mastectomía), indica que el consejo estándar dado a estos pacientes tras retiro del nodo axilar es evitar cualquier inyección/punción o medida de presión arterial en el brazo correspondiente porque puede provocar linfedema, aunque indica que carece seriamente de base científica. Este artículo discute la evidencia actual disponible a propósito de la punción no-accidental de la piel (NASP) referente a pacientes en riesgo de linfedema y proporciona las pautas para cualquier profesional que realiza tales procedimientos. Incluye los resultados de una intervención pequeña con 14 pacientes que experimentaron NASP en el brazo de riesgo, que revelan que ninguno de los pacientes refirieron hinchazón en ese miembro al mes de realizar estos procedimientos.