Tanto la ficha técnica del producto(1) como la evaluación de Drugdex(2) recomiendan sobre la utilización subcutánea de la enoxaparina que:
- El paciente deberá estar en decúbito supino.
- La administración de enoxaparina debe ser realizada mediante inyección subcutánea profunda, normalmente en la pared abdominal antero-lateral o postero-lateral, alternativamente del lado derecho y del lado izquierdo.
- La aguja deberá introducirse verticalmente en toda su longitud, en el espesor de un pliegue cutáneo tomado entre el pulgar y el índice del operador.
- Cuando se usan jeringas precargadas de 20mg y 40mg no expulse la burbuja de aire de la jeringa previamente a la inyección, para evitar la pérdida de fármaco.
- Este pliegue cutáneo se debe mantener mientras se administra la inyección.
- No frote el sitio de inyección después de la administración.
Describimos a continuación los estudios experimentales que se han localizado en relación a la administración subcutánea de las Heparina de Bajo Peso Molecular (HBPM):
- En un primer Ensayo Clínico Aleatorizado (ECA) (3), realizado para conocer la efectividad de 4 técnicas de administración de enoxaparina subcutánea en relación con la incidencia de hematomas de la pared abdominal, participaron 297 pacientes ingresados en la UCI Cardiológica. Los pacientes se distribuyeron en 4 grupos con asignación aleatoria de la intervención 1): Enoxaparina cargada por el profesional, sin aspiración al inyectar; 2): Enoxaparaina precargada, sin aspiración al inyectar; 3): Enoxaparina cargada por el profesional, con aspiración al inyectar; y 4): Enoxaparina precargada, con aspiración al inyectar) antes de recibir la primera dosis en Cardiología. Según la administración “cargada” o “precargada”, la equimosis fue significativamente menor en el grupo de la precargada (p=0,048), al no haber manipulación. El RR de equimosis para la administración cargada fue de 1,51 (IC 95%; 1,02-2,23).
- Sin embargo una revisión crítica de dicho ECA(4) nos plantea dudas sobre la calidad metodológica del estudio y la validez y consistencia de sus resultados. Por otra parte son varios los aspectos que considera quedan pendientes de aclarar: la variabilidad de efectos locales entre diferentes principios de HBPM (enoxaparina, bemiparina, nadroparina, dalteparina); la aparición de lesiones por administración por vía subcutánea de enoxaparina en diferentes zonas anatómicas del cuerpo; la correcta posición del paciente a la hora de administrar la enoxaparina vía subcutánea; la indicación de reposo tras la administración de enoxaparina; la administración de la cámara de aire; El tiempo o duración de la inyección; el efecto de la aspiración; el efecto de la longitud y diámetro de las agujas; y la indicación de formación de pliegue cutáneo. Además, se desconoce si existe un conflicto de intereses.
- En otro ECA(5) en el que participaron 38 pacientes (19 obesos y 19 no obesos) se evaluó la técnica de inyección subcutánea de HBPM con formación de pliegue o sin formación de pliegue respecto al número de hematomas aparecidos en la zona de punción. Cada situación se administró alternativamente en un hemiabdomen diferente del paciente, en el derecho con formación de pliegue y en el hemiabdomen izquierdo sin formación de pliegue, tanto en pacientes obesos como no obesos. Los autores aprecian, en pacientes obesos, una correlación positiva entre la no formación de pliegue y la no aparición de hematoma; la formación del pliegue es un factor de riesgo para la aparición del hematoma. Sin embargo, en pacientes no obesos la formación del pliegue se comporta como un factor protector en la aparición del hematoma. Por tanto, en base a sus resultados concluyen en las siguientes recomendaciones:
- a) En pacientes obesos es preferible no formar pliegue;
- b) En pacientes no obesos es preferible formar pliegue.
- Dos estudios recientes, con un diseño cuasi-experimental, analizan el efecto de la duración de la administración de la HBPM en la formación de hematomas. En uno de ellos(6), con una muestra de 36 pacientes a los que se administró tres dosis de HBPM usando tres técnicas diferentes, se concluye que una técnica de inyección de 30 segundos de duración o una espera de 10 segundos antes de retirar la aguja después de administrar el fármaco durante otros 10 segundos se relacionan con menor tasa de hematomas y hematomas más pequeños que la técnica de inyección de 10 segundos de duración. En el segundo(7), en el que participaron 50 pacientes que recibieron la HBPM usando una técnica de inyección de 30 segundos de duración en la parte abdominal izquierda y de 10 segundos de duración en la parte derecha, se aprecia que la técnica de 30 segundos se asocia con un porcentaje de hematomas más bajo, unos hematomas de un tamaño menor y una intensidad y duración del dolor de la administración significativamente menor.
Localizamos también una guía de enfermería de publicación reciente(8) que añade a las recomendaciones mencionadas previamente en cuanto a la técnica de administración de la enoxaparina, que en el caso de que el pacientes sea delgado la aguja se ha de insertar en un ángulo de 45 grados (no de 90 grados) y de que, en el caso de sangrado posterior a la administración, se use gasa seca para aplicar una suave presión en el sitio de punción hasta que el sangrado se detenga.