No se han encontrado referencias que indiquen la responsabilidad de la familia y del Centro de Salud Mental (CSM) una vez que el paciente esquizofrénico deja de acudir a sus citas en el CSM y de tomar la medicación. Siendo este un tema de corte legal. En cuanto a las actuaciones a seguir, hemos encontrado diversas Guías de Práctica Clínica (GPC) (1,2,3,4,5,6). Casi todas coinciden y las actuaciones que recomiendan con respecto a la adherencia al tratamiento y/o al CSM son a nivel de prevención y realizan recomendaciones para la promoción de la continuidad asistencial de estos pacientes. A continuación señalamos recomendaciones principales de tres de esas GPC:
- Una GPC (1) para la atención al paciente con esquizofrenia, cuando habla del problema de la continuidad asistencial, señala que una respuesta a este "está en la configuración de programas longitudinales de coordinación de dispositivos y servicios, así como de programas transversales de articulación de las prestaciones"...los primeros "deben garantizar fundamentalmente la continuidad asistencial entre dispositivos, y muy particularmente entre el ámbito ambulatorio y el hospitalario, en evitación de la interrupción de los tratamientos en curso y de la desvinculación de pacientes de la red asistencial". Por otra parte, los programas transversales "deben estar orientados a integrar de forma adecuada los distintos servicios coincidentes en un momento dado y la adherencia de la persona y su familia a la asistencia que se les ofrece". La GPC señala que el Schizophrenia Patient Outcomes Research Team (PORT) de la Agency for Health Care Policy and Research y del National Institute of Mental Health que desarrollan y difunden recomendaciones para el tratamiento de la esquizofrenia basados en la evidencia, indican que los sistemas de atención para personas que padecen esquizofrenia...deben incluir gestión asertiva de casos y programas de tratamiento comunitario asertivo debido a que se trata de personas con un alto riesgo de interrupción del tratamiento o de crisis repetidas y que requieren un abanico de servicios clínicos, sociales y de rehabilitación orientados a sus necesidades. Los programas de gestión clínica y tratamiento comunitario asertivo pueden incrementar la coordinación, integración y continuidad de servicios.
- Otra GPC de la Asociación Canadiense de Psiquiatría (2) indica que la adherencia al tratamiento debe ser promovida por una buena relación con el clínico, conocimiento de la enfermedad por parte del paciente y de la familia, para que entiendan el riesgo de la no adherencia a la medicación. Esta se asocia a la negación de la enfermedad, a la aparición de efectos secundarios de la medicación, al abuso de sustancias, a problemas de acceso al tratamiento, al estigma, etc. Las intervenciones psicosociales, además de promover la inserción en la comunidad, optimizan la adherencia al tratamiento. Igualmente promueven adherencia al tratamiento: la dosificación fácil de la medicación, por ejemplo una vez al día, la evitación de la aparición de efectos secundarios por el tratamiento.
- Por último, la GPC de la APA (Asociación Americana de Psiquiatria) (3) señala entre sus recomendaciones mas importantes que ya en la fase aguda de la esquizofrenia se debe empezar a trabajar para promover la adherencia al tratamiento, por ejemplo: los pacientes que sufren recaídas recurrentes relacionadas con la no adherencia son candidatos a una medicación antipsicótica inyectable a largo plazo [Grado de recomendación II]; a la hora de indicar posología se debe tener en cuenta que los efectos secundarios son tolerados con dificultad y pueden afectar a la adherencia a largo plazo, [Grado de recomendación I]. En la fase de estabilización recuerda que la bajada prematura de la dosis o la interrupción de la medicación puede conducir a una repetición de síntomas y posible recaída; también es fundamental determinar los efectos secundarios y ajustar la dosificación de los fármacos para reducir al mínimo los efectos adversos que pueden conducir a la no adherencia y a la recaída [Grado de recomendación I]. También marca como fundamental la psicoeducación sobre la enfermedad y sobre los factores que influencian el curso y resultado, incluyendo adherencia del tratamiento. En esta fase pueden comenzar para los pacientes y continuar mas adelante para la familia [Grado de recomendación II]. Señala la GPC que establecer una alianza terapéutica de apoyo permite que: el psiquiatra obtenga información esencial sobre el paciente, que este desarrolle confianza en el psiquiatra y coopere con el tratamiento. Identificar las metas y aspiraciones del paciente y relacionar éstos con los resultados del tratamiento fomenta la relación terapéutica así como adherencia del tratamiento [Grado de recomendación II].
- También, hemos encontrado una revisión Literaria (7) que evalúa las estrategias apropiadas para determinar el grado de adherencia al tratamiento por parte del paciente para prevenir, con actuaciones de promoción la adherencia al tratamiento. Propone medidas directas e indirectas. Las primeras incluyen la observación de la toma de la medicación por parte del paciente, medida en sangre, o medida del marcador biológico en sangre u orina (métodos potencialmente costosos y pesados). Los métodos indirectos incluyen preguntar al paciente, contar el número de pastillas, monitorización electrónica de la medicación, diarios de medicación, o midiendo un marcador fisiológico (estos métodos son inexactos). Recomienda que las estrategias de promoción de la adherencia se deben aplicar a todos los pacientes ya que es un problema que afecta a la mayoría de pacientes, no a la minoría. La primera recomendación es la psicoeducación. Estas estrategias se deben presentar como esfuerzo común del equipo, paciente y familia. Es importante que la toma de decisiones sean compartidas con el paciente, que entienda claramente las metas específicas y las estrategias para alcanzarlas, entre las cuales la toma de la medicación es un componente muy importante. El papel de la familia es crítico para facilitar adherencia y detección de muestras tempranas de recaída. El uso de la medicación inyectable de actuación a largo plazo puede ayudar a disminuir la ansiedad de familia y paciente. Los autores concluyen que la no adherencia es un problema común e importante en el tratamiento de la enfermedad crónica, particularmente enfermedades psiquiátricas. Es un fenómeno multifactorial y esto debe ser visto así por los clínicos, las familias, los gestores de salud y los mismos pacientes. Por lo tanto el primer paso es el reconocimiento del alcance del problema y después las estrategias para reducir su incidencia e impacto.