La Librería Cochrane, actualizó en abril del 2004, una revisión sistemática realizada con el objetivo de determinar la eficacia de la vacuna antineumocócica conjugadas (VAC) para disminuir la incidencia de la enfermedad neumocócica invasiva (ENI) y de la neumonía, en niños que recibieron la VAC antes de los 12 meses de edad(1). Esta revisión concluye que: la VAC es efectiva para disminuir la incidencia de la ENI de todos los serotipos, pero ejerce un mayor efecto en la disminución de ENI de los serotipos de la vacuna. Aunque la VAC es también efectiva para disminuir la incidencia de neumonía confirmada por radiografía, hay todavía incertidumbre sobre la definición de este resultado.
Sobre la incorporación de esta vacuna a los calendarios de vacunación infantil, concluye que: la decisión de incluir la VAC en los programas nacionales de vacunación descansa principalmente en la incidencia local de la enfermedad neumocócica y en los serotipos que la causan en el área. Esta información debe estar disponible para los elaboradores de políticas sanitarias. La VAC es sumamente costosa y son necesarios estudios de costo efectividad antes de que se tome la decisión de incluir la vacuna en los programas nacionales de vacunación. Sobre los efectos secundarios de la vacuna, la única preocupación sobre la seguridad estuvo en uno de los cuatro estudios incluidos, que mostró un aumento pequeño de la incidencia general de crisis convulsivas y asma en los vacunados con la VAC.
En nuestro país, el informe realizado en abril del 2006 por el Grupo de Trabajo de la Ponencia de Registro y Programa de Vacunas (2) , tras revisar la evidencia, la experiencia en Estados Unidos y la experiencia en diferentes Comunidades Autonómas concluye, entre otras consideraciones, que:
- El descenso en la incidencia de la enfermedad registrada en otros países, de forma especial enEstados Unidos, no se observa en España a pesar de la utilización de la vacuna conjugada heptavalente (PCV-7), probablemente debido a la diferente distribución de serotipos circulantes previa a la autorización de la vacuna lo que obliga a tener un buen sistema de monitorización de la carga de enfermedad.
- En la Comunidad de Madrid se observa una disminución progresiva de la incidencia de enfermedad invasora desde el año 1999, a partir de información del CMBD.
- En Navarra no ha disminuido la incidencia de enfermedad neumocócica invasora en las cinco últimas temporadas a pesar del incremento progresivo de la cobertura vacunal. La mitad de los casos incidentes en Navarra en la temporada 2004-2005 en niños menores de dos años fue en niños previamente vacunados. En estos niños vacunados, se ha observado un incremento progresivo de la frecuencia de enfermedad neumocócica invasora fundamentalmente causada por serotipos no incluidos en la vacuna.
- La meningitis neumocócica ha aumentado en los últimos años, según los diversos estudios realizados en algunas Comunidades.
- Disminuye el aislamiento de serotipos incluidos en la vacuna y simultáneamente aumenta el aislamiento de serotipos no vacunales.
- Los serotipos no vacunales aislados, tanto como causa de ENI como en el estado de portador asintomático, han aumentado desde la autorización de la vacuna PCV-7, aportando evidencias de que se está produciendo un reemplazo de determinados serotipos, fundamentalmente por el 19A, 6A y 1.
- Necesidad de reforzar la vacunación en los niños que pertenecen a alguno de los grupos de riesgo incluidos en las recomendaciones de la vacuna PCV-7.
- Necesidad, para seguir valorando las tendencias observadas, de realizar una vigilancia continua de la enfermedad neumocócica y de los serotipos responsables de la misma.
- Por todo lo expuesto no se recomienda la incorporación de la vacuna PCV-7 en el calendario de vacunación infantil. Se recomienda mantener y reforzar la vacunación en los niños que pertenecen a alguno de los grupos de riesgo en los que dicha vacuna está recomendada y se recomienda seguir valorandolas tendencias observadas en la enfermedad invasora neumocócica mediante una vigilancia continua de dicha enfermedad y de los serotipos responsables de la misma.
Un informe realizado en el 2004 sobre la situación de la ENI en España en menores de 5 años(3), muestra que el 83,9 % de los niños pertenecientes a grupos de riesgo, en este estudio, no había sido vacunado. Así mismo se observa un incremento en el porcentaje de aislamientos del serotipo 19 A con respecto a años previos y, en menor medida, del 6 A, lo que podría apuntar a un reemplazamiento de los serotipos circulantes.
En nuestra Región los estudios de incidencia de ENI (4)muestran que la tasa de incidencia para el período 1996-2000 fue, para los menores de 1 año, de 18,25 por 105 personas/año en el caso de enfermedad invasiva (10,6 para meningitis); con cifras de incidencia de meningitis muy similares a nuestro entorno. Según datos facilitados por el servicio de vacunas de la DGS de Murcia, en 2004 de dos meningitis neumocócicas declaradas por los hospitales regionales en menores de 5 años, 1 correspondió al serotipo 6B (vacunal) y otra al 11 (no vacunal);en 2005, una al 19A (no vacunal), otra al 24 (no vacunal) y una tercera al 7 (no vacunal); y en 2006 una al 7F (no vacunal) y otra al 14 (vacunal).
La carga de enfermedad invasiva grave prevenible por vacunación, el coste que supondría su implantación para toda la población de Murcia y la magnitud de la enfermedad por reemplazo (ENI provocada por serotipos no vacunales); constituyen los argumentos por los que en la Región de Murcia se mantiene la recomendación de vacunar, en este grupo de edad, a los niños considerados de riesgo.