Las Guías de Práctica Clínica, localizadas más recientes (1 ,2, 3, 4), sobre el tratamiento de uretritis coinciden en la recomendación de tratar a los contactos sexuales de los pacientes varones diagnosticados tanto de uretritis gonocócica como no-gonocócica. Sobre este aspecto concretan que:
- Deben ser estudiados y tratados los contactos mantenidos en las últimas 4 semanas si el paciente presenta síntomas de uretritis (2, 3) y en los últimos 6 meses si está asintomático en el momento del diagnóstico(2, ,3). La Guía de los CDC(1) establece este plazo en 60 días si el paciente índice presentaba sintomatología e indica que si la última relación sexual del paciente fue hace más de 60 días del comienzo de los síntomas o del diagnóstico, este contacto sexual último debería ser tratado. Para la uretritis gonocócica una guía(4) recomienda que el período sea de 2 semanas en hombres con síntomas y de 3 meses en los asintomáticos.
- Incluso si el contacto sexual está asintomático o si los cultivos para para clamidia fueran en éste negativos debería ser tratado. Esta recomendación puede reducir tasas de morbilidad en la mujer (4).
Un ensayo clinico randomizado publicado en el 2005 (5) muestra que es más eficiente la estrategia de ofrecer directamente la medicación a través del paciente para que el tratamiento sea realizado por sus contactos sexuales, que la indicación de que los contactos consulten a su servicio de salud para ser evaluados. El estudio está realizado en USA , en 2.751 mujeres y hombres heterosexuales con infección por clamidia o gonococo. El seguimiento fue de 3 a 19 semanas y hubo una importante proporción de pérdidas (32%). En el grupo de indicación de tratamiento hubo una reducción de las infecciones persistentes o recurrencias por gonorrea o por clamidia. Esta reducción fue mucho más importante y estadísticamente significativa en el subgrupo de pacientes con infección gonocócica.
La Guía de los CDC(1) no recomienda la estrategia de entregar el tratamiento al paciente para los contactos sexuales de varones con uretritis que practican sexo con varones, a causa de una alta tasa de infecciones coexistentes, especialmente VIH no diagnosticada, en sus parejas sexuales.