Tan sólo se han identificado dos estudios que analizan el tratamiento de los oxiuros durante el embarazo:
- Los datos del Servicio de Información Teratógena israelí que comunicaron en el 2003(1) los resultados del seguimiento de 192 mujeres gestantes expuestas al mebendazol, el 71,5% de ellas durante el primer trimestre. Comparado con un grupo control, que no tomaron ningún teratógeno, no se observó una tasa mayor de malformaciones entre las gestantes que tomaron el mebendazol.(5/150 gestaciones, el 3,3% en el grupo de mebendazol comparado con 3 de 175 gestantes, el 1,7% en las gestantes del grupo control; P=0,478).
- Una revisión de la literatura, a propósito de un caso , publicada en el 2006(2). El idioma del artículo es alemán, por lo que la información expuesta se basa en el resumen de PubMed. La paciente, en la semana 33 de embarazo fue tratada con mebendazol. La revisión de la literatura no localizó una asociación entre mebendazol y malformaciones congénitas; aunque serían necesarios más estudios para establecer conclusiones válidas.
La revisión de Uptodate sobre enterobiasis(3) indica que en el caso de oxiuros en el embarazo deben evitarse el mebendazol y albendazol , particularmente en el primer trimestre y que ,en este caso, todavía está indicado el tratamiento con pamoato de pirantel. La revisión de estos dos fármacos en la base de datos Drugdex de Micromedex (4), sobre sus efectos teratógenos informa lo siguiente:
- Para el mebendazol, indica que no hay suficiente información clínica de su empleo para afirmar su seguridad durante el embarazo; pero cuando hay una indicación apropiada podría indicarse en dosis única. En base a sus efectos teratógenos según la "U.S. Food and Drug Administration,s Pregnancy Category" está clasificado como tipo C. La categoría C se asigna a aquellos fármacos para los que se considera que sólo han de administrarse si el beneficio esperado justifica el riesgo potencial para el feto. Pueden existir dos posibilidades: que los estudios en animales hayan revelado efectos teratógenos sobre el feto y no existan estudios en mujeres;o que no existan estudios disponibles, ni en mujeres ni en animales.
- Sobre el pamoato de pirantel concluye que no se puede informar del riesgo fetal; ya que la evidencia disponible no es concluyente o es inadecuada para determinar el riesgo fetal cuando se emplea en mujeres embarazadas. Habría que valorar los beneficios esperados frente a posibles riesgos antes de prescribirlo durante el embarazo. No hay suficiente información clínica para afirmar la seguridad de su empleo durante el embarazo. Si es posible, el empleo del pamoato de pirantel durante la gestación debe evitarse.