La dermatitis atópica puede estar presente en el momento del diagnóstico de alergia a proteínas de la leche de vaca (APLV) y suele ser más grave que en los lactantes que no se establece este diagnóstico, como muestran el seguimiento y estudio de series de casos (1) (2).
Se han localizado los siguientes estudios que analizan la incidencia posterior de sibilantes, asma o dermatitis atópica en lactantes previamente diagnosticados de APLV:
- Un estudio de casos y controles evaluó a la edad de 10 años a 56 niños diagnosticados en la primera infancia de APLV y 204 controles sanos (3). La incidencia de asma, rinitis alérgica y dermatitis, al igual que la incidencia de otitis, fue 3 ó 4 veces más elevadas en los diagnosticados de APLV que en los controles.
- Una cohorte de 1.749 recién nacidos en 1995, en un municipio de Dinamarca, fueron seguidos prospectivamente para conocer si desarrollaban APLV durante el primer año de edad y luego, si se establecía este diagnóstico, fueron seguidos hasta la edad de 15 años (4). La incidencia de APLV fue del 2,2%. De los diagnosticados, el 41% desarrolló asma antes de los 10 años de edad y el 31% rinoconjuntivitis. Un 20% presentó durante la primera infancia sibilantes de repetición y un 14% dermatitis atópica. A los 10 años el 9% estaban diagnosticados de asma por sus médicos.
- El seguimiento, hasta la edad de 2 años, de una serie consecutiva de 42 lactantes diagnosticados de APLV con IgE positiva (5), mostró que la prevalencia del eczema fue del 57% y del asma en el 69%.
- El seguimiento de 115 niños evaluados a la edad de 6 meses y con un período de seguimiento de 8 años (6) mostró que un 54% fue diagnosticado de asma.
Sobre los resultados de la intervención con alimentación en lactantes diagnosticados de APLV, una revisión sistemática realizada en un informe de evaluación de tecnologías sanitarias publicado en el año 2000 (7), tan sólo informa de dos ensayos realizados con suficiente calidad para poder aplicar sus conclusiones. Los ensayos están realizados con pocos pacientes (74 uno y 79 en otro) y con un seguimiento menor a 10 meses. La introducción de leche hidrolizada muestra una reducción de la severidad del eccema en ambos ensayos. La búsqueda no ha identificado ensayos randomizados controlados posteriores que ofrecieran resultados aplicables a la pregunta.
Se ha localizado una revisión sistemática de la Cochrane, actualizada en el 2003, cuyo objetivo fue estimar el efecto de evitar el consumo de la proteína de la leche de vaca sobre el desarrollo del asma o las sibilancias en los niños en riesgo de atopia (8). En los resultados muestra que en los lactantes que emplearon formula hidrolizada, al menos durante 4 meses, se redujo el riesgo de presentar asma o sibilancias durante el primer año de vida en comparación con la fórmula en base a leche de vaca (Riesgo Relativo 0,40; Intervalos de confianza del 95%: 0,19 a 0,85). La fórmula de alimentación en base a la leche de soja en contraposición con la fórmula estándar de leche de vaca no redujo el riesgo de tener asma o sibilancias, a cualquier edad.