Hemos encontrado una Guía de Práctica Clínica (GPC) (1) de la CDC (Centers for Disease Control and Prevention) que recomienda estrategias generales de limpieza para áreas donde se dan cuidados a pacientes. Esta GPC no habla del uso de las nebulizaciones de hibitane en relación a la limpieza de zonas y superficies de uso de pacientes. Sólo se refieren a la clorexidina algunas de las investigaciones que nombra dicha guía, que examinan la posibilidad de agregar un germicida químico al agua de los floreros para controlar un posible desarrollo de poblaciones bacterianas. Dicen que ciertos productos químicos (peróxido de hidrógeno y clorhexidina) son tolerados bien por las plantas. El uso de estos productos químicos, sin embargo, no ha sido evaluado en estudios para determinar el impacto en índices de infección asociados a los cuidados de salud.
La GPC, con respecto a la limpieza de zonas y superficies de uso de pacientes, dice que hay que tener en cuenta el número y tipo de microorganismos presentes en las superficies ambientales y que estos son influenciados por los factores siguientes: número de personas en la zona, cantidad de actividad, cantidad de humedad, presencia de material capaz de apoyar el crecimiento microbiano y tipo de orientación de la superficie [horizontal o vertical]. Para la limpieza y desinfección también considera: el potencial de contacto directo del paciente, el grado y frecuencia del contacto de las manos, y la contaminación potencial de la superficie con sustancias corporales o microorganismos de fuentes ambientales (suelo, polvo, y agua). Esta información determina el nivel apropiado de la desinfección para superficies que no requieren de esterilización: de alto nivel, de nivel intermediario y de bajo nivel. Estos niveles agrupan los microorganismos según su resistencia natural a un espectro de agentes germicidas físicos o químicos. La de alto nivel es mas indicada para instrumental sensible al calor. Se logra con la inmersión en Aproductos químicos de gran alcance esporicida (ejemplo glutaraldehyde, ácido peracético y peróxido de hidrógeno), que no son apropiados para el uso en superficies pues son desinfectantes altamente tóxicos. Los germicidas químicos con la suficiente potencia para alcanzar la desinfección de nivel intermedio incluyen los compuestos con clorina (ejemplo, hipoclorito de sodio), los alcoholes, algunos fenolíticos, y algunos yodados. La desinfección de bajo nivel hacen inactivas bacterias vegetativas, hongos, los virus como el virus humano de inmunodeficiencia [VIH ] y los virus de la gripe, y algunos virus como el adenovirus. Los desinfectantes de bajo nivel incluyen compuestos de amonio cuaternario, algunos fenolíticos y algunos yodados.
Estos líquidos sanitarios desinfectantes son agentes que reducen el número de contaminantes bacterianos a niveles seguros según lo juzgado por requisitos de la salud pública, y se utilizan en limpiezas, particularmente en zonas quirúrgicas y servicios donde hay alimentos. Los productos químicos germicidas que han sido aprobados por la Food and Drug Administration de los Estados Unidos (FDA) como antisépticos de la piel no son apropiados para el uso como desinfectantes de superficies ambientales. Recomienda la GPC los desinfectantes, sobre todo de nivel intermedio y bajo, que son regulados por el EPA (Agencia de protección del medio ambiente de Estados Unidos) y etiquetados con números de registro EPA. Las etiquetas y datos técnicos del producto de estos germicidas especifican las indicaciones y proporcionan la gama de actividad antimicrobiana. Esto es verificado por la EPA con pruebas de laboratorio y son etiquetados como desinfectantes de hospital con actividad contra tres microorganismos representativos: pseudomonas, estafilococo áureo y salmonela.