En una pregunta similar incluída en el Banco de Preevid en 2016 (ver abajo) se destacaba la ausencia de estudios, o documentos, que señalasen como contraindicación para la aplicación de terapia con campos electromagnéticos que la persona tuviese menos de 16 años o tuviese todavía cartílagos de crecimiento (fisis).
La nueva búsqueda realizada continúa sin identificar documentos que hagan mención a la contraindicación del uso de magnetoterapia (cualquier modalidad) en población infantil.
En las bases de datos de estudios identificamos tres documentos que constatan la utilización de magnetoterapia pulsada de alta intensidad en niños. Sin embargo, sólo es posible acceder a la escasa información que aportan los resúmenes y en ellos no se hace mención a la seguridad de la utilización de esta técnica.
Se trata de una revisión de la literatura(1) en la que se analiza la eficacia de la magnetoterapia pulsada de alta intensidad en una serie de enfermedades infantiles; otra revisión narrativa(2) sobre la aplicación de la magnetoterapia pulsada de alta intensidad en la rehabilitación médica de niños con escoliosis; y un ensayo clínico aleatorio(3) en cuyo resumen se describe la utilización de magnetoterapia pulsada de alta intensidad en el proceso de rehabilitación de niños de entre 5 y 18 años con escoliosis grado II.
También hemos localizado la actualización de la evidencia del Informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias sobre la efectividad y seguridad de los tallos de crecimiento electromagnético en el tratamiento de la escoliosis de aparición precoz(4). Entre las contraindicaciones para su uso descritas encontramos pacientes menores de dos años y pacientes que pesen menos de 11,4 kilogramos.
Y, por último, comentar que antes de decidir la aplicación de magnetoterapia en cualquier paciente sería imprescindible valorar la modalidad a utilizar y su efectividad para la indicación concreta. En relación a este aspecto identificamos una Evaluación de Tecnologías sanitarias publicada en 2020 en la que se evaluó la eficacia y seguridad de la magnetoterapia estática en el tratamiento del dolor(5) y aunque no hace referencia concreta a población infantil, plantea entre sus conclusiones que:
“• No parece existir un riesgo de seguridad relevante directamente derivado de los campos magnéticos estáticos generados por los dispositivos comúnmente utilizados en la imanterapia. Los efectos adversos reportados fueron menores y parecen encontrarse en relación con el contacto cutáneo de los materiales adhesivos o de cubierta de los propios imanes.
• La evidencia disponible no apoya a la magnetoterapia estática o imanterapia como tratamiento eficaz de cara al alivio del dolor de ninguna de las etiologías analizadas o tiempo de evolución.
• Por ello, se considera que, al menos con la evidencia disponible, la magnetoterapia estática o imanterapia no debería considerarse un tratamiento para el manejo del dolor agudo o crónico de cualquier etiología.”