De la información evaluada, se extrae que la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) podría utilizarse en la mujer gestante y que no hay estudios que hayan notificado efectos secundarios claros tras su aplicación en la mujer embarazada, en cualquier trimestre del embarazo. No obstante, se describe como contraindicación local la aplicación de TENS en tórax, abdomen y pelvis de la mujer embarazada por el riesgo de una posible afectación del feto.
Se ha localizado una única Guía de Práctica Clínica (GPC), de la “Association of Chartered Physiotherapists in Women’s Health,”(ACPWH) sobre el uso seguro de la TENS para el dolor musculoesquelético durante el embarazo(1), publicada en 2012. El panel de expertos de la ACPWH recomendó como primeras opciones de tratamiento para el dolor:
- asesoramiento sobre actividades de la vida diaria;
- ejercicios para mejorar el control muscular del cuerpo ;
- terapia manual según corresponda.
Y si el dolor persistiera, considera que entonces la TENS puede ser beneficiosa, especialmente cuando la alternativa son medicamentos que atravesarían la barrera placentaria. El panel de expertos comenta que, los potenciales riesgos de su uso podrían ser la inducción de contracciones uterinas, los efectos sobre la conducción cardíaca fetal y la posibilidad de efectos teratogénicos inducidos en el feto, pero que tras la revisión de estudios realizada, no se identificaron efectos negativos tras el uso de TENS durante cualquier etapa del embarazo y por tanto, considera preferible la TENS para aliviar el dolor, al uso de fármacos que atraviesen la barrera placentaria.
El Sumario de Evidencia (SE) de Uptodate acerca de las adaptaciones maternas al embarazo ante los cambios musculoesqueléticos y el dolor(2), señala como notorios a lo largo del embarazo el dolor lumbar y el dolor de cintura pélvica pero no propone la TENS como opción de tratamiento no farmacológico.
Por su parte, un SE de Dynamed sobre los problemas del embarazo(3) plantea, haciendo referencia a una Revisión Sistemática(RS) Cochrane(4), que entre las intervenciones no basadas en el ejercicio que pueden mejorar el dolor lumbar durante el embarazo, se incluirían la relajación muscular progresiva, la TENS, la cinta Kinesio y posiblemente la terapia osteomanipuladora.
En otra RS con metaanálisis publicada en 2021 acerca de la eficacia de las intervenciones no farmacológicas sobre el dolor lumbar relacionado con el embarazo(5), se encontró que las intervenciones (ejercicio, manipulación, acupuntura auricular, cinta Kinesio, TENS y técnica neuroemocional) tuvieron un efecto estadísticamente significativo sobre el dolor lumbar en comparación con el grupo de control que incluía la atención típica a mujeres embarazadas [Odd Ratio (OR):0,08, Intervalo de Confianza (IC) 95%: (0,02-0,31), p<0,01]. Los autores concluyeron que la TENS y los ejercicios de relajación muscular progresiva acompañados de música resultaron ser las intervenciones más efectivas. Sin embargo, los autores mencionaron que se necesitan más investigaciones para determinar la efectividad de las intervenciones mencionadas.
Significamos un Ensayo Clínico Aleatorio (ECA)(6), incluido en las anteriores RS, ya que recogió datos de seguimiento posteriores a la intervencin con TENS: la semana gestacional media al momento del parto fue de 38,9 ± 1,6 semanas y el peso medio al nacer fue de 3.307 ± 341 g. La tasa de parto vaginal fue del 53,2% (n = 42/79). La edad, la semana gestacional al inicio del tratamiento, el embarazo, parto, el aumento de peso (kg), y el peso al nacer fueron similares entre los grupos (p > 0,05). No se detectó ningún efecto adverso de la TENS en las mujeres embarazadas ni en los bebés. El modo de parto no fue diferente al de los otros grupos de tratamiento o control.
Identificamos además otros dos ECA, no incluidos en la RS anterior. El primero(7), publicado en 2018, compara la movilización de la articulación sacroilíaca versus TENS, para el dolor pélvico posterior inducido por el embarazo. Se seleccionaron 32 mujeres, repartidas en dos grupos aleatoriamente. El grupo A estaba formado por 16 participantes a quienes se les impartieron cinco sesiones de movilización de la articulación sacroilíaca. El grupo B estuvo formado por 16 participantes que recibieron cinco sesiones de TENS. Ambos grupos recibieron ejercicios de estabilización lumbopélvica, modificación de actividades y consejos ergonómicos. Se utilizó la Escala Visual Analógica (EVA) para evaluar el dolor y la puntuación de discapacidad de Roland Morris para encontrar el impacto en el estado funcional. El análisis demostró que la movilización de la articulación sacroilíaca es superior en todas las medidas de resultados en comparación con TENS al final de cinco sesiones (p<0,0001) aunque, la puntuación EVA también disminuyó en el Grupo B que recibió TENS. Los autores concluyeron, que tanto la movilización como la TENS pueden usarse como una intervención en el dolor pélvico posterior inducido por el embarazo para reducir el dolor y la discapacidad funcional. No se informaron efectos negativos para ninguno de los pacientes. Sin embargo, para los autores se necesitan más pruebas de alta calidad para establecer su eficacia. También indican, como limitación de este estudio, la falta de seguimiento de la recurrencia del dolor en el resto del embarazo y en el posparto.
El otro ECA(8), investigó si existían diferencias entre la acupuntura y la TENS como tratamiento para el dolor de la cintura pélvica (DCP) en el embarazo con el fin de controlar el dolor y así mantener la salud, las actividades diarias y la actividad física (AF). Para ello, se estudiaron a 113 mujeres embarazadas con DCP en las semanas 12 a 28 de gestación (durante el segundo trimestre). La intervención consistió en 10 sesiones de acupuntura (dos sesiones por semana) proporcionadas por un fisioterapeuta o TENS domiciliario diario durante 5 semanas. No se detectaron diferencias medias entre los grupos con respecto a las variables de resultado primarias (discapacidad, funcionamiento, capacidad laboral, AF). Ambos grupos lograron preservar su actividad y nivel de AF en el seguimiento. Esto puede deberse a una reducción significativa (p<0,05) de la intensidad del dolor nocturno dentro de los grupos [acupuntura: Diferencia de Medias (DM)−0,96 (IC 95% −1,91 a −0,01; p=0,049); TENS: DM −1,29 (IC 95% −2,13 a −0,44; p=0,003)] y preocupación por el dolor [acupuntura: DM−1,44 (IC 95% −2,31 a −0,57; p=0,0012); TENS: DM −1,99 (IC 95% −2,81 a −1,17; p<0,0001)]. El grupo de acupuntura mostró una mejora en las actividades diarias durante el seguimiento [DM: 0,82 (IC 95% 0,01 a 1,63; p=0,048)].
Se concluye que el tratamiento del DCP con acupuntura o TENS dio como resultado el mantenimiento del ritmo diario de la mujer y la AF y también menos dolor y preocupación por el dolor. Cualquiera de las dos intervenciones podría recomendarse como alternativa no farmacológica para aliviar el dolor y puede permitir que las mujeres embarazadas se mantengan activas. Sólo se informaron unos pocos efectos secundarios menores como incomodidad de los electrodos, aumento de la actividad fetal y agravamiento inicial de los síntomas (principalmente al comienzo del período de intervención y ninguno de ellos hizo que las mujeres interrumpieran el tratamiento).
En ninguno de estos estudios(7,8) se informa de un seguimiento posterior a la intervención, de las mujeres embarazadas, parto y bebés.
Por último, señalar que en el libro “Electrophysical Agents. Evidence-based Practice”(9) publicado en 2020, se expone que cualquier dispositivo de corriente eléctrica (incluida TENS) aplicado sobre el tronco, el abdomen y la pelvis durante el embarazo tiene una contraindicación local (“La modalidad no debería utilizarse en este lugar concreto bajo la situación especificada. Dicha recomendación se aplica a los posibles fenómenos adversos graves ligados al uso de la modalidad en un lugar circunscrito. La modalidad puede emplearse con prudencia o de manera segura en un lugar alejado”). Los autores expresan que esta contraindicación procede de la gravedad de un posible efecto adverso, aunque especifican que no existen pruebas claras acerca de los efectos adversos ocasionados por los dispositivos de corriente eléctrica sobre los fetos humanos.
En la búsqueda realizada en el contexto sanitario nacional, se ha encontrado un protocolo de Fisioterapia en Atención Primaria(10), en el que se expresa que la TENS es una modalidad de tratamiento efectiva y segura en la lumbalgia en el embarazo, basándose en las conclusiones del ECA(6) mencionado anteriormente.