I) Evidencia Clínica en su revisión del tratamiento de la otitis media con efusión (OME) , actualizada en Marzo del 2001, clasifica a la adenoidectomía aislada como de efectividad desconocida y si es realizada conjuntamente con la implantación de tubos de ventilación como de equilibrio entre beneficios y daños. Resume así lo encontrado sobre la cirugía en la OME: "Una revisión sistemática encontró que los tubos de ventilación comparados con la no intervención, mejoraron la audición hasta los dos años de su implantación; pero no a los 5 años. La significación clínica de la mejoría obtenida (10 dB) no fue clara. La revisión mostró que los tubos de ventilación, comparado con la no implantación, no mejoraron de forma significativa el desarrollo cognitivo, la comprensión del lenguaje o la expresión; aunque quizás fueron empleados para medir los resultados de la intervención aspectos poco sensibles. Los tubos de ventilación fueron asociados a riesgo de timpanoesclerosis al año de su implantación. Una revisión sistemática mostró una evidencia insuficiente en los efectos de la adenoidectomía aislada. Una revisión sistemática encontró que los tubos de ventilación mas adenoidectomía, comparados con no realizar tratamiento, mejoraron la audición a los 6 meses , aunque la diferencia se reduzco a los 12 meses. La revisión no encontró diferencias en la audición a los 12 meses entre el tratamiento combinado y solo con los tubos de ventilación. Otra revisión descubrió que el tratamiento combinado mejoraba la audición más que la adenoidectomía sola a los 12 meses, pero no había diferencias significativas en los tratamientos a los 2-5 años. No está claro la significación clínica de las mejorías observadas con la cirugía" Un ensayo clínico randomizado, posterior a la revisión de Evidencia Clínica, realizado con 217 niños de entre 1-4 años 2 concluyó que "la adenoidectomía no reduce, de forma significativa, la incidencia de otitis media aguda en niños menores de 4 años y que reciben tubos de timpanostomía".
Una Guía de Práctica Clínica publicada en el 20043, sobre la indicación de cirugía en OME recomienda:" Cuando un niño es candidato de cirugía, la inserción de tubos de timpanostomía es el procedimiento inicialmente preferido; la adenoidectomía no debe ser realizada a menos que exista una indicación diferente (obstrucción nasal, adenoiditis crónica). La amigdalectomía ó la miringotomía aisladas no deben ser utilizadas para tratar OME".[recomendación tipo B: basada ensayos clínicos randomizados con limitaciones menores]. La indicación de la adenoidectomía la sitúa cuando es preciso una cirugía adicional : ”aproximadamente entre un 20-50% de los niños que tuvieron tubos de timpanoplastia presentan recidivas de OME tras su expulsión y pueden requerir cirugía adicional. Cuando un niño precisa cirugía de repetición para una OME la adenoidectomía está recomendada (a menos que el niño presente un paladar hendido abierto o submucoso), ya que se consigue una reducción del 50% en la necesidad de futuras operaciones. El beneficio de la adenoidectomía es claro en niños mayores de 3 años e independiente del tamaño de la adenoides. La miringotomía más adenoidectomía es efectiva en niños mayores de 4 años" II)Sobre la indicación de adenoidectomía en la apnea obstructiva del sueño (AOS) en niños una revisión sistemática de la Librería Cochrane realizada en Mayo del 2001 4 no mostró resultados al no localizar ningún ensayo clínico aleatorizado. En las implicaciones para la práctica los revisores concluyen:" La literatura actual que se refiere al efecto de la adenoamigdalectomía en la apnea obstructiva del sueño en niños, contiene problemas metodológicos que incluyen la falta de asignación al azar, controles y variaciones en las definiciones de variables clave. Los indicios disponibles, desde los ensayos no controlados, sin asignación al azar realizados hasta la fecha, sugieren que la adenoamigdalectomía resulta a menudo eficaz en el tratamiento de la AOS en niños; por lo tanto, los clínicos continuarán realizando la adenoamigdalectomía en niños con AOS significativa y evaluando los beneficios en base a cada caso individual".
Posterior a esta revisión ha sido publicado un ensayo clínico realizado en 59 niños diagnosticados de AOS para valorar la efectividad de la adenoidectomía con una polisomnografía (PS) negativa5. A los niños con PS positiva se les practicó una adenoamigdalectomía (27). Los demás niños con PS negativa fueron asignados de forma aleatoria a la práctica de adenoamigdalectomía ( 15) ó no realización de cirugía (14). Se realizó una evaluación clínica a los 6 meses. Entre los pacientes randomizados la evaluación clínica fue mucho más favorable en los que se les realizó la intervención quirúrgica; permaneciendo asintomáticos el 82% de los operados frente al 22% de los no intervenidos.Se han localizado dos Guías de Práctica Clínica recientes:
- Una de la Academia Americana de Pediatría del 20026 que sobre la adenoidectomía señala:" La adenoamigdalectomía es el tratamiento más común para los niños con AOS. La adenoidectomía sola puede no ser suficiente. Después de adenoamigdalectomía, en niños por lo demás sanos y con hipertrofia adenoamigdalar la resolución polisomnográfica se presenta del 75 al 100% de los casos, estando asociado a la resolución clínica. Aunque los niños obesos presentan unos resultados menos satisfactorios, puede que sea adecuado la práctica de una adenoamigdalectomía y es generalmente la terapia de elección en estos pacientes."
- La otra, de la Sociedad de Pediatría de Nueva Zelanda, publicada en Abril
del 20057 recomienda:
- La adenoamigdalectomía como un tratamiento efectivo para AOS en la mayoría de niños sin otros problemas de salud. [Grado de recomendación tipo A,con buena evidencia].
- Los niños con ronquidos nocturnos habituales y con otros hallazgos sugestivos de AOS en la historia o en el examen físico, deben ser referidos para valoración de adenoamigdalectomía si las amígdalas están aumentadas de tamaño.[Recomendación basada en la experiencia clínica].
- En los niños a los que se les practica adenoamigdalectomía hay un riesgo aumentado de padecer AOS más adelante, en especial en los niños obesos o en aquellos con una historia familiar de AOS.