La evidencia recogida en los documentos consultados sugiere que la ingesta de líquidos claros (agua, zumos de frutas sin pulpa, bebidas carbonatadas, café y té sin leche, bebidas energéticas) durante el parto normal, mejora el confort y la satisfacción materna y no incrementa las complicaciones maternas.
Los Sumarios de evidencia (SE) consultados sobre manejo del parto normal(1,2) en referencia a la ingesta oral señalan que, la hidratación es necesaria para prevenir la hipovolemia, que afecta negativamente el rendimiento músculo esquelético y puede ser un factor que contribuya a una mayor duración del trabajo de parto. Recomiendan que:
- En mujeres con una vía aérea adecuada y con bajo riesgo de requerir un parto por cesárea (p. ej., embarazo sin complicaciones, no obesas, peso fetal adecuado para la edad gestacional, sin cesárea previa) se permite el consumo de líquidos claros ad libitum durante todo el trabajo de parto, de acuerdo con las pautas del Grupo de Trabajo sobre Anestesia Obstétrica de la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos(3).
- En mujeres con vías respiratorias difíciles o un mayor riesgo de requerir un parto por cesárea se debería restringir la ingesta oral para reducir el riesgo de aspiración, en caso de parto por cesárea de emergencia bajo anestesia general. Por lo general, se requieren líquidos intravenosos para evitar la hipovolemia.
En uno de los SE(1) se hace referencia a una revisión sistemática (RS)(4) que comparó un régimen de ingesta oral intraparto sin restricciones de líquidos y sólidos, con otro más restrictivo en el que solo se tomaba hielo picado y agua. La RS incluyó 10 ensayos aleatorios con casi 4.000 mujeres. El régimen menos restrictivo dió como resultado una duración del trabajo de parto ligeramente más corta ( -7 a -25 minutos); sin embargo, no se pudo evaluar un resultado clave, la tasa de aspiración, porque no se produjeron eventos. No se observaron otros beneficios o daños y no se evaluó la satisfacción materna.
Otra RS(5) en la que se incluyeron cinco estudios, con 3.130 mujeres en trabajo de parto activo y con bajo riesgo de necesitar anestesia general, no identificó beneficios ni daños de restringir los alimentos y los líquidos durante el trabajo de parto en mujeres con bajo riesgo de necesitar anestesia. No se identificaron estudios sobre mujeres con mayor riesgo de necesitar anestesia.
Las guías de práctica clínica y los documentos de consenso consultados indican que:
- Se recomienda permitir la ingesta de líquidos claros durante el parto(6). Nivel de recomendación A*
- La guía de la OMS(7) también señala que para las mujeres con bajo riesgo, se recomienda la ingesta de líquidos y alimentos durante el trabajo de parto.
- El documento de consenso de la Sociedad Americana de Obstetricia y Ginecología(8) no recomienda la restricción oral de líquidos o alimentos sólidos.
Por otro lado, según un reciente estudío de cohortes, la ingesta de líquidos ad libitum puede contribuir a mejorar la comodidad materna(9).
* Ver nivel de evidencia en documento original.