En base a la evidencia actual, la episiotomía parece ser un factor de riesgo para el desarrollo de incontinencia urinaria (IU) tras parto vaginal.
El sumario de evidencia(1) sobre el efecto del embarazo y el parto en la IU y el prolapso de órganos pélvicos (trastornos del suelo pélvico, TSP), indica que en estos momentos, el impacto de la episiotomía sobre los TSP, en general, es incierto, en parte debido a la variedad de criterios de valoración y duración de los estudios. No obstante, otro sumario de evidencia(2) sobre IU indica que el aumento de la paridad, el parto vaginal y la episiotomía se asocian con la IU de esfuerzo (IUE).
Una revisión sistemática (RS) Cochrane actualizada en 2017(3) tuvo como objetivo evaluar los efectos sobre la madre y el recién nacido, de realizar episiotomía de manera selectiva (“solo si es necesaria”) comparada con realizar la episiotomía de manera sistemática (“parte del tratamiento habitual”) para los partos vaginales. Tres ensayos con 1.107 participantes, recogieron información sobre la IU a los seis meses o más tras el parto. Hubo heterogeneidad entre los ensayos (T2 = 0,07; I2 = 66%). El análisis agrupado no demostró una diferencia clara entre los dos grupos a los seis meses o más después del parto [cociente de riesgos (CR) 0,98; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,67 a 1,44; pruebas de baja confiabilidad]. Estos resultados indican que puede haber poca o ninguna diferencia para la IU a largo plazo.
Sin embargo, otra RS(4) que evaluó los efectos a más largo plazo de la episiotomía sobre la IU (se incluyeron sólo estudios con seguimiento medio ≥ 5 años), encontró (en base a la información extraida de 11 estudios) que la episiotomía no parece ser protectora con respecto a la IUE y de urgencia e incluso podría ser perjudicial.
Otras tres recientes RS(5-7) concluyen igualmente que la episisotomía muestra ser un factor de riesgo para la IU:
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la primera de ellas(5) identificó cinco factores de riesgo: IU durante el embarazo (odds ratio [OR]= 5,56; IC 95% 4,32-7,14), parto vaginal instrumental (OR= 1,23; IC 95% 1,08-1,39), episiotomía (OR 1,26; IC 95% 1,06-1,49), desgarros (OR=1,90; IC 95% 1,17-3,09) y estreñimiento (OR =1,55; IC 95% 1,20-2,00). Para la IUE la episiotomía mostró un OR= 1,20 (IC 95% 0,66-2,61).
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la segunda(6) indentificó 12 factores de riesgo: el parto vaginal (OR=2,08, IC del 95 %: 1,72–2,52), edad avanzada de gestación (OR 1,06, IC 95% 1,04–1,08), elevado indice de masa corporal (IMC) materno (OR 1,04, IC 95% 1,03–1,06), exceso de aumento de peso durante el embarazo (OR 1,13, IC 95% 1,00–1,26), actual IMC (OR 1,32, IC 95 % 1,02–1,70), diabetes (OR 1,91, IC 95 % 1,53–2,38), episiotomía (OR 1,76, IC 95 % 1,06–2,94), parto con fórceps (OR 2,69, IC 95 % 1,25– 5,76), IU gestacional (OR 5,04, IC 95 % 2,07–12,28), IUE gestacional (OR 4,28, IC 95 % 2,61–7,01), IU prenatal (OR 8,54, IC 95 % 3,52–20,70) e IU posparto temprana ( OR 3,52, IC 95% 1,61–7,69).
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la tercera (7) encontró que el parto vaginal en contraste con la cesárea (OR = 3,74, IC 95%: 2,71-5,15, P < 0,00001), IU en el embarazo (OR = 5,27, IC 95%: 3,40-8,17, P < 0,00001), episiotomía (OR = 1,23, IC 95%: 1,05-1,45, P < 0,01), desgarro perineal > grado 2, parto instrumentado en contraste con cesárea, anestesia epidural o espinal, edad materna, el IMC antes del embarazo y el peso neonatal al nacer tenían una relación directa con la IU.