Los escasos documentos encontrados sobre el uso de determinadas vacunas en la prevención de la candidiasis vulvovaginal recurrente (CVVR) sugieren una posible mejora en la calidad de vida de mujeres que presentan este problema de salud e incluso una posible disminución en la frecuencia de los episodios en mujeres < de 40 años. No obstante, se necesita más investigación para confirmar estos resultados.
En esta RS(1) Cochrane, de reciente publicación, se investiga la efectividad y seguridad de los tratamientos farmacológicos o no farmacológicos (como las medicinas complementarias y alternativas) en las mujeres con CVVR. Se incluyeron veintitrés estudios con 2.212 mujeres entre 17 y 67 años. En general, los estudios incluidos fueron pequeños (< 100 participantes). Sólo un ECA(2) de los incluídos en esta revisión, examinó el efecto de la vacunación con Lactobacillus versus la helioterapia versus la ciclopiroxolamina, en tres grupos de 30 mujeres no embarazadas con edades comprendidas entre los 18 y 67 (6 posmenopáusicas, en tratamiento hormonal sustitutivo), con CVVR. Todas las participantes respondieron cuestionarios validados de estado de salud (SF-36) y calidad de vida (CV) y 20 preguntas sobre la candidiasis y su sexualidad. La vacuna probada está compuesta por lactobacilos inactivados de 8 especies diferentes (Gynatren®, Strathmann, Hamburgo, Alemania) y fue administrada por vía intramuscular un total de 3 dosis de 0,5cc una cada 2 semanas durante un total de 6 semanas (grupo 1). Se realizó helioterapia (grupo 2) según el tipo de piel determinado clínicamente con rayos ultravioleta A y B, 3 veces por semana durante 6 semanas (Tancan 8000, Dr. Kern, Driedorf). Y se administraron comprimidos vaginales de 100 mg de ciclopiroxolamina (Taurus Pharma, Frankfurt) una vez al día durante 6 días (grupo 3). Los síntomas de CVVR disminuyeron significativamente de 6,3 a 1,5 veces por año en todos los grupos sin un cambio significativo en los cultivos fúngicos positivos. Las puntuaciones en CV y del cuestionario SF-36 mejoraron significativamente en los grupos 1 y 2. Los autores concluyen que una vacuna con lactobacillus o la helioterapia, así como el cuidado personal intensivo, podrían mejorar la calidad de vida de las personas con CVVC.
Se han seleccionado dos publicaciones correspondientes a un mismo ECA(3,4) no incluidos en la anterior RS, por no coincidir la definición de CVVR propuesta por los autores de dicha RS. Se trata de un ECA doble ciego y controlado con placebo que evaluó una vacuna inmunoterapéutica (NDV-3A) que contiene una proteína recombinante de adhesina/invasina de Candida albicans para la prevención de la CVVR. El estudio realizado en 188 mujeres con CVVR (n = 178 evaluables) mostró que la administración de 1 dosis intramuscular de NDV-3A fue segura y generó una rápida y sólida respuesta inmunitaria de células B y T. Los análisis exploratorios post hoc revelaron un aumento estadísticamente significativo en el porcentaje de mujeres sin síntomas a los 12 meses de la vacunación (42 % vacunados frente a 22 % con placebo;p= 0,03) y la mediana del tiempo hasta el primer episodio sintomático de CVVR se duplicó (210 días en vacunados frente a 105 días en grupo placebo) para el subconjunto de pacientes de <40 años (n = 137). El análisis de participantes evaluables, que combinó a < 40 años (77 %) y ≥ 40 años (23 %), mostró una tendencia hacia un impacto positivo de NDV-3A versus placebo (p = 0,099). Los autores concluyen que la administración de la vacuna NDV-3A a mujeres con CVVR fue segura y altamente inmunogénica y redujo la frecuencia de episodios sintomáticos de CVVR hasta en 12 meses en mujeres menores de 40 años.
Sin embargo, no se han identificado guías de práctica clínica que recomienden algún tipo de vacuna en mujeres con CVVR y los sumarios de evidencia consultados(4-7) no mencionan las vacunas como posibilidad de tratamiento preventivo para la CVVR, e indican que tampoco hay pruebas de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) de que el ajo, el aceite de árbol de té, el yogur (u otros productos que contengan especies vivas de Lactobacillus) o las duchas vaginales, sean eficaces para el tratamiento o la prevención de la CVVR. Tan solo los autores hacen referencia a que en mujeres susceptibles de tener candidiasis sintomáticas, cuando tienen que recibir terapia antibiótica, una dosis de fluconazol (150 mg por vía oral) al comienzo y al final de la terapia antibiótica puede prevenir la vulvovaginitis postantibiótica.