La documentación consultada indica que la tomografía computerizada (TC) de energía dual podría ser una técnica precisa en el diagnóstico de tromboembolismo pulmonar (TEP), pero con escasas ventajas frente al angioTC convencional. La menor necesidad de contraste yodado podría resultar beneficiosa en los pacientes con insuficiencia renal. No obstante, no se puede establecer una conclusión firme pues se ha identificado una gran hetergeneidad en el diseño de los estudios y en concreto en la prueba utilizada como patrón de referencia para realizar la comparación.
Según el sumario de evidencia(1) de Uptodate sobre el diagnóstico del TEP agudo la TC de energía dual podría reducir la cantidad de contraste yodado necesaria para hacer las angioTC y aumentar la sensibilidad en el diagnóstico del embolismo pulmonar, pero añade que aún no hay información procedente de estudios de gran tamaño muestral.
Una guía de práctica clínica(2) canadiense afirma que la TC de energía dual es una técnica prometedora que podría mejorar el diagnóstico por imagen del TEP pudiendo ser útil en aquellas situaciones en las que el angioTC convencional resultara problemático (por ejemplo en pacientes con insuficiencia renal o alteraciones anatómicas del corazón como la derivación de Fontan).
Esta guía hace referencia a un metaanálisis basado en 7 estudios(3) que encontró un elevado cociente de probabilidad positivo agrupado para esta técnica, sugiriendo su importancia como una prueba diagnóstica independiente de la prevalencia del TEP. Pero la guía añade que, dada la excelente sensibilidad del angioTC y las controversias existentes respecto al manejo de los émbolos subsegmentarios asintomáticos, el beneficio que aporta a nivel poblacional y de paciente no queda tan claro.
La búsqueda bibliográfica de este metaanálisis(3) se realizó para identificar estudios publicados en inglés hasta el 4 de julio de 2018. Los 7 estudios del metaanálisis incluyeron 182 pacientes de los que 108 tenían TEP. El análisis agrupado mostró una sensibilidad y especificidad globales del 88,9% (intervalo de confianza [IC] del 95%: 81,4%-94,1%) y 94,6% (IC 95%: 86,7%-98,5%) respectivamente. El cociente de probabilidad positivo agrupado fue 8,186 (IC 95%: 3,726-17,986) y el negativo 0,159 (IC 95%: 0,093-0,270).
Una de las limitaciones identificadas por los propios autores fue la heterogeneidad en el “gold” estándar utilizado en los diferentes estudios: en 4 fue el angioTC, uno usó la angiografía de sustracción digital, otro la escintigrafía de ventilación / perfusión y en el último se utilizó el consenso de 2 radiólogos que evaluaban imágenes obtenidas mediante 4 métodos / procesamientos diferentes de la TC de energía dual.
Otro metaanálisis(4) explica en la introducción que el TC de energía dual ofrece una mejor resolución de contraste con una dosis menor y que aporta información funcional a los datos anatómicos. Sin embargo, comenta como desventaja que es más caro y requiere más imágenes post-procesamiento. Este metaanálisis incluyó 17 estudios identificados en una búsqueda realizada en Pubmed y Embase en diciembre de 2019. El patrón oro también varió en los diferentes estudios: escáner de ventilación / perfusión, angioTC pulmonar, cateterización de corazón derecho y angiografía pulmonar invasiva. Solo se consideraron los TEP lobares y segmentarios, se excluyeron los subsegmentarios. La precisión diagnóstica se calculó para diferentes técnicas de post-procesamiento y la combinación de las mismas (“linear blending”, mapas de yodo y reconstrucciones virtuales monoenergéticas) [ver tabla 3 del estudio]. Los autores concluyen que la TC de energía dual y la de energía normal (convencional) serían comparables en la detección de TEP agudo y destacan que la TC de energía dual no ofrecería ventajas sustanciales frente la TC convencional.
Se han identificado además 2 estudios primarios de publicación posterior a las fechas de las búsquedas de estos metaanálisis. Ambos utilizaron el angioTC convencional como patrón de referencia.
El primero(5), prospectivo, incluyó a 61 pacientes oncológicos con sospecha de TEP y evaluaba la capacidad diagnóstica de la fase venosa de la TC de energía dual. Los autores concluyen que esta técnica podría considerarse una prueba de imagen precisa para el diagnóstico de TEP en poblaciones con alta prevalencia del mismo.
El segundo(6) (solo se ha podido consultar el resumen), retrospectivo, se realizó con los datos de 87 pacientes con sospecha de TEP. Los autores concluyen que la TC de energía dual tiene una alta precisión, sensibilidad y especificdad en el diagnóstico del TEP y que la combinación de esta técnica con el angioTC mejora en gran medida la precisión del diagnóstico del TEP.
Por último, mencionar que los autores de un estudio retrospectivo que evaluó si la TC de energía dual ofrecía una mayor calidad de imagen que el angioTC de energía simple(7) (n=117) concluyen que aunque esta técnica mejora (de forma marginal) la calidad de la imagen de la venas periféricas subsegmentarias, esto no supone una mejora significativa frente al angioTC de energía simple en cuanto a la detección de TEP clínicamente relevantes. Añaden además que requiere mayores dosis de radiación que el angioTC de energía simple.