En base a la información que aportan los documentos seleccionados(1-5) consideramos que la auscultación cardiopulmonar debería ser una maniobra exploratoría imprescindible de realizar durante la valoración prequirúrgica de todo paciente que se va a somenter a un procedimiento quirúrgico electivo.
Tras la revisión realizada observamos que la mayoría de las guías de práctica clínica (GPC)(6-9) y sumarios de evidencia(10-13) que abordan la evaluación preoperatoria de una cirugía electiva, se centran en revisar la indicación de pruebas complementarias preoperatorias (incluyendo pruebas de laboratorio, electrocardiograma o ecocardiograma, pruebas de función pulmonar o pruebas de imagen como la radiografía de tórax). En general, establecen que su realización debería basarse en los hallazgos de la historia clínica y el examen físico (también en el tipo o la invasividad del procedimiento quirúrgico planificado y en las características la anestesia).
Por ejemplo en el sumario de evidencia de Dynamed(11) se indica que las pruebas preoperatorias estarán dirigidas por los hallazgos de la historia y el examen físico que identifican la disfunción de órganos o sistemas o los factores de riesgo para el desarrollo complicaciones durante el procedimiento planificado. Y en otro sumario de evidencia(13) de se establece, con un grado de evidencia A*, que la decisión de realizar pruebas preoperatorias debería basarse en los antecedentes clínicos del paciente y los hallazgos del examen físico, en la evaluación del riesgo perioperatorio y en el juicio clínico.
Sin embargo, en ninguno de estos documentos se describe el proceso de exploración física a realizar durante la evaluación preoperatoria.
No obstante, se han localizado documentos en los que sí se hace mención a este aspecto. En dichos documentos la auscultación cardiopulmonar se considera un requisito mínimo a realizar durante la exploración física a un paciente en una consulta preoperatoria:
Un consenso de profesionales de 2012(1) concluía al respecto que el contenido de la evaluación preanestésica debería incluir, pero no limitarse a: (1) evaluación del historial clínico, (2) entrevista con el paciente, (3) examen físico dirigido, (4) pruebas preoperatorias cuando estén indicadas y (5) otras consultas cuando sea apropiado. Y añadía que, como mínimo, un examen físico preanestésico dirigido debería incluir una evaluación de las vías respiratorias, de los pulmones y del corazón, con documentación de los signos vitales.
Una GPC del Institute for Clinical Systems Improvement (ICSI)(2), actualizada en enero de 2020, recomienda (recomendación basada en el consenso*) que se debería llevar a cabo una evaluación de salud preoperatoria que incluyese la realización de una histora clínica dirigida y un examen físico apropiado, en todos los pacientes que se van a un procedimiento quirúrgico, independientemente del contexto (a menos que el procedimiento implique sedación leve o anestesia local / tópica).
Y por consenso, el grupo elaborador de la guía considera que, específicamente, el examen físico debería incluir:
- Peso, altura
- Signos vitales: presión arterial, pulso (frecuencia y regularidad), frecuencia respiratoria.
- Examen cardiovascular
- Examen pulmonar
- Otros exámenes pertinentes al procedimiento quirúrgico y a la anestesia planificados, como:
- Examen de la piel para detectar signos de infección.
- Examen neurológico
- Examen musculoesquelético.
- Examen de la vía aérea, incluida la dentición.
En otra GPC de 2019(3) también se indica que el examen físico debe incluir, como mínimo, una evaluación de la vía aérea, un examen cardiopulmonar y un registro de los signos vitales.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre evaluación del riesgo cardiaco antes de cirugía no cardiaca(4) comenta que el examen físico debería centrarse en el sistema cardiovascular e incluir mediciones de la presión arterial, auscultación del corazón y los pulmones, palpación abdominal y examen de las extremidades para detectar edema y valorar la integridad vascular. En el sumario de evidencia de Uptodate sobre evaluación del riesgo pulmonar preoperatorio(5) encontramos que el examen físico debería dirigirse a valorar si existe enfermedad pulmonar obstructiva, especialmente observando la disminución de los sonidos respiratorios, sibilancias, roncus o fase espiratoria prolongada.
*Ver en el texto completo del documento.