Pregunta actualizada a 7 de mayo de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la práctica clínica.
Aunque actualmente se recomienda extremar las precauciones durante la realización de procedimientos generadores de aerosoles, se considera que la transmisión del SARS-CoV-2 es aérea por microgotas y por contacto. Según la revisión realizada, no existe evidencia de su transmisión mediante aerosoles a través de aparatos de aire acondicionado.
En el momento actual se cree que el mecanismo de transmisión del SARS-CoV-2 es fundamentalmente aéreo a través de microgotas y por contacto (al tocar la boca, ojos y nariz con las manos tras haber tocado una superficie contaminada). Sin embargo, ante el posible riesgo de transmisión mediante aerosoles (procedimientos generadores de aerosoles como nebulizaciones, ventilación mecánica no invasiva, aspirado de secreciones, etc) se recomienda extremar las precauciones en estas situaciones y realizar dichos procedimientos, a ser posible, en habitaciones con presión negativa(1).
Parece que los sistemas de ventilación son capaces de transportar y diseminar partículas virales en el interior de los edificios, dependiendo esta capacidad de la eficacia de los filtros empleados en cada sistema(2,3). Sin embargo, no hay evidencia consistente que confirme que estos sistemas tengan o hayan tenido un papel en la propagación de la COVID-19.
Se han localizado dos estudios que abordan el papel del aire acondicionado en la transmisión del SARS-CoV-2:
Según los autores de un estudio descriptivo sobre un brote de COVID-19 surgido en un restaurante(4), el modo de transmisión más plausible fue la transmisión por gotas y su propagación a través de los flujos de aire del aparato de aire acondicionado. Para ello se basan en la distribución de los comensales, las mesas y los aparatos de aire acondicionado en la sala: la infección en los sujetos afectados podría ser explicada por los flujos de aire originados por el aparato que regulaba la zona donde se encontraban sus mesas.
El otro es un estudio observacional analítico que ha tratado de discernir las rutas de contagio del SARS-CoV-2 en el crucero "Diamond Princess"(5). Concluye que el sistema centralizado de aire acondicionado no jugó un papel en esta transmisión y que la mayoría de transmisiones tuvieron lugar a través de fómites y el contacto estrecho. Los autores se basan en que desde el momento en que se implementó la cuarentena se cerraron las zonas comunes y los pasajeros quedaron confinados en sus camarotes; y tras este confinamiento, sólo se infectaron aquellos pasajeros que compartían camarote con los previamente infectados.