Pregunta actualizada a 7 de abril de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas.
Las aplicaciones de teléfonos inteligentes para realizar la medición directamente de la saturación de oxígeno (SatO2) no están recomendadas para la valoración clínica de la disnea e hipoxia en los pacientes en seguimiento domiciliario. Son pocos los estudios realizados, con muchas limitaciones y con malos resultados; sin que el procedimiento para realizar la lectura tenga una base científica que lo avale, al realizarse con la luz blanca del flash del teléfono y precisando la pulsioximetría una fuente de luz infrarroja.
Una pregunta clínica similar, contestada en el CEBM de Oxford el 1 de abril de 2020(1), revisó dos estudios de evaluación de pruebas diagnósticas con aplicaciones de teléfonos móviles para medir SatO2 (2,3). Ambos estudios (2,3) , con una muestra de pacientes muy limitada, ofrecían una buena correlación entre los resultados de la aplicación y los del método de referencia (pulsioximetría de dedo o gasometría arterial). Pero en ambos el número de pacientes con hipoxia era muy pequeño y, en estos, los registros del teléfono parecían menos fiables. Además, la base científica de tales tecnologías es cuestionable por lo que concluyen que no se debe confiar en los niveles de SatO2 obtenidos con las aplicaciones de teléfonos móviles. La respuesta ofrece la siguiente explicación sobre la imposibilidad de medir la satO2 con el móvil: ”La medición de SatO2 con la pulsioximetría se basa en el hecho de que las dos formas de la molécula de hemoglobina, Hb y HbO2, tienen propiedades de absorción de luz que varían con la longitud de onda en las partes visibles e infrarrojas del espectro. Por lo tanto, requiere la medición de la transmisión de luz o la reflexión desde un segmento del cuerpo como un dedo en dos longitudes de onda diferentes (generalmente en rojo e infrarrojo). La SatO2 no se puede medir con la luz del flash de un teléfono inteligente y la cámara, ya que esta última no puede medir el reflejo de la luz en dos longitudes de onda diferentes".
En otra pregunta clínica del CEBM de Oxford más amplia, sobre valoración por teléfono o vídeo de los pacientes con disnea (4) remiten a esta pregunta previa(1) para la valoración de la SatO2 con aplicaciones de teléfonos inteligentes y ,sobre la medición con un pulsioxímetro por el propio paciente en su domicilio, comenta que no está validada en atención primaria.
Hay dos estudios más de evaluación de pruebas diagnósticas(5,6), incluidos como referencia en otra pregunta del servicio que médicos de familia españoles han creado sobre el COVID-19(7), sin que la búsqueda realizada por el servicio Preevid, con fecha 7 de abril, haya detectado nuevos estudios. En uno de ellos(5) se muestra la falta de correlación con los resultados de la frecuencia cardíaca entre la aplicación y un pulsioxímetro de dedo y en el otro, realizado en 191 pacientes atendidos en urgencias hospitalarias(6), se evaluaron 3 aplicaciones para móvil diferentes comparando con gasometría arterial. En la aplicación que mostró mejores resultados, casi la cuarta parte de los pacientes fueron clasificados erróneamente en relación a la existencia de hipoxia: el 11% de los pacientes fueron inadecuadamente clasificados como no hipóxicos (falsos negativos) y el 12% fueron clasificados incorrectamente como hipóxicos (falsos positivos). En la conclusión de este estudio se afirma que las aplicaciones para teléfonos móviles no deberían utilizarse para medir la Sat O2, dados los errores en la detección de la hipoxia.