El beneficio de la terapia preventiva con antiagregantes tras sufrir un accidente cerebro vascular (ACV) no hemorrágico, es claro; sitúandolo Evidencia Clínica (en una revisión actualizada en Septiembre del 2004)1 como claramente beneficioso. Esta revisión recomienda la terapia con aspirina diaria a dosis entre 75-150 mg/día; sin que la terapia con otros antiagregantes (Clopidogrel, Dipiridamol, Ticlopidino, Trifusal), se haya demostrado claramente superior a la aspirina.
Las Guías de Práctica Clínica sobre tratamiento y prevención del ACV revisadas para la respuesta2,3,4,5,6,7, recomiendan como tratamiento antiagregante inicial la aspirina (Recomendación tipo A: basada en Ensayos Clínicos de alta calidad y/o Revisiones Sistemáticas) y modificar a clopidogrel en caso de alergia o severa intolerancia digestiva a la misma.
Sobre cuanto tiempo ha de prolongarse la terapia antiagregante tras sufrir un ACV no hemorrágico, se cita "durante largos períodos de tiempo en personas de riesgo"4 o "de por vida"6; interpretando que debe mantenerse el tratamiento profiláctico de forma continuada, salvo que aparezcan efectos secundarios o contraindicaciones que aconsejen lo contrario.