Tras la búsqueda realizada en los recursos habituales de este servicio, se han seleccionado una Guía de práctica clínica (GPC), un sumario de evidencia (SE), dos documentos de información para usuarios y dos protocolos sobre cuidado de quemaduras de segundo grado. Las recomendaciones sobre el manejo de las quemaduras en el ámbito docimiciliario se pueden resumir en :
- Eliminar la fuente de calor, apagar el fuego, la corriente eléctrica etc.
- Retirar los objetos que puedan comprimir la piel (anillos, reloj etc.), ya que puede producirse edema después de la quemadura.
- Sumergir la herida en agua fría y fresca o aplicar compresas frías durante 10 y 15 minutos.
- Secar el área con un paño limpio. Cubrirla con gasa esterilizada y con un apósito no adhesivo.
- No aplicar ungüentos o manteca; esto puede provocar una infección.
Una GPC sobre quemaduras(1) indica que las quemaduras dérmicas superficiales o de segundo grado superficial se caracterizan por:
- Presencia de flictena o ampollas intactas
- Son dolorosas
- Folículo piloso conservado
- Retorno venoso normal
- Remisión en 8-10 días
- Posibilidad de despigmentación cutánea o discromía.
Otra guía(2) de información para usuarios y cuidadores sobre los cuidados a seguir en caso de quemadura, que complementa a la anterior guía, indica con respecto a la actuación ante la quemadura, que lo primero es aislar la fuente de calor o energía apagando la llama, cortando la corriente eléctrica o desconectando el cable. Y a continuación:
- Lavar y enfriar la zona quemada con agua a temperatura ambiente, durante cuatro o cinco minutos. El agua ayuda a detener la acción del calor y limpia la herida. En quemaduras ocasionadas por sustancias químicas, se debe realizar un lavado de arrastre (con ducha) durante al menos 30 minutos.
- No retirar la ropa cercana a la quemadura, puede estar pegada a la piel. Generalmente, la piel se inflama después de una quemadura, por lo que es importante quitar cualquier objeto que pueda comprimir (anillos, pulseras, etc.)
- Mantener la quemadura cubierta con paños limpios y abrigada para preservar su temperatura corporal.
- Mantener las partes afectadas si son cabeza, cuello, cara, miembros superiores o inferiores en elevación para reducir el edema y el dolor producidos.
- No utilizar remedios caseros (vinagre, aceite, pasta de dientes, tomate, café, etc.), aunque logran aliviar momentáneamente el dolor, pueden repercutir negativamente.
- La persona que ha sufrido una quemadura, debe ser reconocida por personal sanitario, para que valore la lesión e indique el tratamiento más adecuado.
Un SE (3) indica que el tratamiento inicial de las lesiones térmicas leves y aisladas consiste principalmente en la eliminación de la ropa y los residuos, el enfriamiento, la limpieza simple, el vendaje adecuado para la piel, el manejo del dolor y la profilaxis antitetánica.
Enfriamiento: después de quitarse la ropa, las joyas (p. ej., los anillos) y los restos no adherentes, las heridas por quemaduras pueden enfriarse a temperatura ambiente o agua fría del grifo para aliviar el dolor y limitar las lesiones del tejido. Se aplica agua fría hasta que el dolor disminuya, pero no se debe aplicar durante más de aproximadamente cinco minutos para evitar la maceración de la herida. Alternativamente, la herida se puede cubrir con una gasa o toallas húmedas, que pueden disminuir el dolor sin sumergir la herida y se puede mantener sobre la herida hasta por 30 minutos, hasta que se apliquen los vendajes. Debe evitarse la aplicación directa de hielo o agua helada ya que esto puede aumentar el dolor y la profundidad de la quemadura. La aplicación de una gasa empapada en agua o solución salina, enfriada a alrededor de 12 ° C (55 ° F), es un medio eficaz de enfriamiento.
Manejo del dolor: para las lesiones por quemaduras pequeñas, el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), solos o en combinación con opioides, suelen ser suficientes para la analgesia.
Limpieza: las heridas por quemaduras deben limpiarse; se sugiere lavar las heridas de quemaduras menores utilizando solo jabón suave y agua del grifo antes de los cambios de apósito. El lavado con clorhexidina (sin alcohol) también es eficaz para la limpieza de heridas por quemaduras.
Ampollas: las ampollas pueden desarrollarse con quemaduras superficiales o profundas de espesor parcial. Las ampollas rotas deberían ser desbridadas. En general, debe evitarse la aspiración con aguja de las ampollas intactas, ya que esto aumenta el riesgo de infección. Sin embargo, el manejo de ampollas de quemaduras limpias e intactas sigue siendo un tema de debate.
Es posible que algunas personas con quemaduras menores deban ser trasladados a un centro de quemados para su reevaluación y tratamiento. En tales casos, todas las quemaduras deberían cubrirse solamente con gasa seca y antiadherente, la aplicación de ungüentos o cremas retrasa el cuidado definitivo de la herida , ya que estos deben lavarse para evaluar la herida.
Un documento de información para pacientes(4) en cuanto al manejo de las quemaduras de 2º indican que se debe:
- Sumergir la herida en agua fría y fresca o aplicar compresas frías durante 10 y 15 minutos.
- Secar el área con un paño limpio. Cubrirla con gasa esterilizada y con un apósito no adhesivo.
- No aplicar ungüentos o manteca; esto puede provocar una infección.
Por último dos protocolos (5-6) señalan que el procedimiento a seguir en el lugar del accidente: en caso de quemadura, señala que se debe:
- Eliminar la fuente de calor, apagar el fuego, la corriente eléctrica etc.
- Enfriar la zona con agua del grifo, a temperatura ambiente, durante cinco minutos. Si la quemadura es química se mantendrá el lavado durante 30 minutos.
- Retirar los objetos que puedan comprimir la piel (anillos, reloj etc.), al producirse edema después de la quemadura.
- Cubrir la quemadura con un paño limpio y mantenga la temperatura corporal, para realizar el traslado a un centro sanitario.
- Si la quemadura se localiza en la cabeza, cara o extremidades, mantenerlas elevadas, para minimizar el dolor y el edema.