Se ha encontrado un ensayo clínico multicéntrico realizado en Ginebra, en 7 hospitales en los que se comenzó una campaña para incrementar ,en los profesionales sanitarios, el lavado e higiene de las manos. Se realizaron dos mediciones anuales, desde 1994 a 1997 , observándose mas de 20.000 momentos de higiene de las manos1 y comparando los resultados antes y después de la campaña. Las medidas de resultados fueron: índice de infecciones nosocomiales, índices de infecciones por estafilococos resistentes a la meticilina ( MRSA) y consumo de la solución alcohólica de clorexidina para frotarse las manos. Durante este período el uso de la solución con alcohol aumentó del 48% en 1994, al 66% en 1997 (p<0.001), la infección nosocomial total disminuyó (prevalencia de 16.9% en 1994 a 9.9% de 1998; p=0.04) y disminuyó el índice de transmisión de MRSA (2.16 a 0.93 episodios por 10.000 paciente-días; p<0.001). El consumo de la solución a base de alcohol aumentó de 3.5 a 15.4 litros por 1000 paciente-días entre 1993 y 1998 (p<0.001). Concluye el estudio con que se produjo una mejora sostenida de la tasa de infecciones nosocomiales y de la trasmisión del MRSA relacionada con el aumento de la higiene de las manos con frotación de estas con una solución de alcohol.
Otro Ensayo Clínico aleatorizado 2 con la participación de 23 enfermeras, compara la eficacia de la frotación de las manos con una solución de base alcohólica (45% 2-propanol; 30% 1-propanol; o,2% sulfato etílico mecetronium) (n=12), frente al lavado convencional con jabón antiséptico (gluconato de clorhexidina al 4%) (n=11) en la reducción de la contaminación de las manos durante los cuidados rutinarios a los pacientes. La reducción de la contaminación con la frotación de solución alcohólica fue del 83% [78-92%] frente al 58% [50-74%] del lavado con jabón antiséptico, lo cual es estadísticamente significativo p=0,012. Señala el estudio que la menor eficacia del lavado podría estar relacionada con el tiempo de duración del lavado, pues la media de duración de frotación con la solución de alcohol es de 30 segundos, mientras que en el lavado de manos con jabón antiséptico solo el 35% lo realizó durante ese tiempo y el 65% fue inferior.
Una Guía de Práctica Clínica de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) 3 nos habla de la relativa eficacia de los jabones antimicrobianos frente a los antisépticos a base de alcohol en la reducción de bacterias encontradas en las manos. Recomienda, como más eficaces, las soluciones de alcohol del 60%-95%. Recomienda el alcohol y soluciones con alcohol por tener una excelente actividad germicida frente a gram-positivo y gram-negativo, incluidos patógenos multiresistentes como MRSA, Mycobacterium tuberculosis, varios tipos de hongos y virus del tipo herpes simple y VIH. Otros, como los virus de la Hepatitis B y C, pueden disminuir su actividad entre un 60-70%, es decir, mayor actividad antimicrobiana que la aportada por la clorhexidina y derivados del yodo.En cambio los alcoholes tienen una actividad muy pobre contra las esporas bacterianas, quistes de protozoos, y ciertos virus no recubiertos. La Guía especifica las situaciones en que se debe usar el alcohol o soluciones de éste cuando las manos no estén visiblemente sucias: en el contacto directo con los pacientes; antes de poner y después de quitar guantes estériles, antes de insertar un catéter intravascular central, catéteres urinarios, catéteres vasculares periféricos u otros dispositivos invasores que no requieren un procedimiento quirúrgico; después del contacto con la piel íntegra del paciente (e.g., al tomar pulso o presión arterial, o levantando a un paciente); después del contacto con los fluídos corporales o excreciones, membranas mucosas y preparaciones de heridas aunque visiblemente las manos no se manchen, después del contacto con objetos inanimados (equipo médico) después de ser usado por el paciente; etc.