Tras la búsqueda se han localizados 2 revisiones sistemáticas (RS), 1 procedimiento de enfermería y 2 ensayos clínicos aleatorios (ECA) que analizan el uso del aloe vera (AV) en heridas agudas y crónicas. Solo en el procedimiento de enfermería se especifica que el uso del AV se realiza en “filetes” extraídos directamente de la planta; y se concluye que su uso en las curas de heridas es un recurso económico, fácil de aplicar y accesible a los usuarios y personal sanitario, que favorece la cicatrización, alivia el dolor, y la inflamación, y desbrida y absorbe el exudado.
En las RS el AV se presenta en productos derivados (cremas, gel, apósitos, etc.); en este caso se señala que los resultados de estudios recientes no proporcionan respuestas concluyentes con respecto a este tema y que se necesita más investigación con diseños metodológicos apropiados, para clarificar el potencial papel de los derivados del AV. En uno de los ECA se recomienda informar sobre los potenciales efectos positivos de curarse con un apósito de gel de AV; en el otro ECA una crema mezcla de AV y aceite de oliva, frente a la fenitoina, aceleró significativamente la curación de las heridas crónicas.
El procedimiento de enfermería sobre la cura de heridas agudas y crónicas directamente con un “filete” de la planta de AV(1) describe como procesar la planta para realizar las curas y concluye que, a pesar de la gran cantidad de literatura existente sobre la planta del AV, toda ella se limita principalmente a informar sobre las características botánicas y poderes medicinales del AV, muchas veces sin fundamento científico apropiado y sólo refrendado por el popular. Añade que se echa de menos la existencia de trabajos de investigación que confirmen las virtudes de dicha planta y particularmente trabajos de enfermería en el campo de las curas con AV. La experiencia de los autores les lleva a las siguientes conclusiones:
- El uso del AV en las curas de heridas, tanto agudas como crónicas, es un recurso económico, fácil de aplicar y accesible a los usuarios y personal sanitario.
- El uso del AV favorece la cicatrización; aliviando el dolor, la inflamación, desbridando y absorbiendo el exudado.
- Los buenos resultados motivan al paciente y al profesional.
Una de las RS sobre el tratamiento de heridas agudas y crónicas con AV(2) señala que esta es una planta tipo cactus que, en algunos estudios con animales, ha demostrado tener beneficios cuando se utiliza para acelerar la curación de heridas, un proceso biológico complejo responsable de la restauración de los tejidos. Se ha utilizado desde la antigüedad y tiene cierto grado de popularidad en la actualidad. La evidencia científica de sus beneficios sería de gran valor, ya que su uso podría aumentar la adherencia al tratamiento entre los pacientes con heridas que están cicatrizando y también podría reducir los costos.
El objetivo de la RS fue determinar los efectos de productos derivados del AV (por ejemplo, apósitos y geles tópicos) sobre la cicatrización de heridas agudas (por ejemplo, laceraciones, incisiones quirúrgicas y quemaduras) y heridas crónicas (por ejemplo, heridas infectadas, úlceras arteriales y venosas).
Se incluyeron en la RS siete ensayos clínicos con 347 participantes. Cinco ensayos en pacientes con heridas agudas evaluaron los efectos del AV sobre quemaduras, biopsias de piel y en pacientes a los que se les realizó hemorroidectomía. El mucílago de AV no aumentó la cicatrización de las quemaduras en comparación con la sulfadiazina de plata (cociente de riesgos [CR] 1,41; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,70 a 2,85). Se observó una reducción en el tiempo de cicatrización con el uso de AV después de hemorroidectomía (CR 16,33 días; IC del 95%: 3,46 a 77,15) y no hubo diferencias al seguimiento en la proporción de pacientes con cicatrización completa después las biopsias de piel. En los pacientes con heridas crónicas un ensayo no encontró diferencias estadísticamente significativas en la cicatrización de la úlcera de decúbito con el uso de AV (CR 0,10; IC del 95%: -1,59 a 1,79) y en un ensayo sobre cicatrización secundaria de heridas quirúrgicas, el AV retrasó significativamente la cicatrización (diferencia de medias 30 días; IC del 95%: 7,59 a 52,41). La heterogeneidad clínica impidió el metanálisis.
Se concluye que en la actualidad faltan pruebas de ensayos clínicos de alta calidad para apoyar el uso de agentes tópicos de aloe vera o apósitos de aloe vera como tratamiento para las heridas agudas y crónicas.
La otra RS evalúa los efectos y la seguridad de los antisépticos para el tratamiento de las quemaduras en cualquier contexto de atención.(3) Se incluyeron 56 ECAs (5807 participantes asignados al azar). Casi todos los ensayos informaron sobre la metodología de manera deficiente, lo que significa que no está claro si tuvieron alto riesgo de sesgo. En muchos casos los resultados primarios de la RS, la cicatrización de la herida y la infección, no se informaron o se informaron de manera incompleta.
Los agentes antisépticos evaluados fueron, además del AV: plata, miel, yodo, clorhexidina o polihexanida (biguanidas), hipoclorito de sodio, merbromina, lactato de etacridina, nitrato de cerio y Arnebia euchroma. La mayoría de los estudios compararon el antiséptico con un antibiótico tópico, principalmente la sulfadiazina de plata (SSD, por sus siglas en inglés); otros compararon un antiséptico con un tratamiento no antibacteriano u otro antiséptico. La mayoría de la evidencia se evaluó como de fiabilidad baja o muy baja, a menudo debido a la imprecisión que fue resultado de pocos participantes, bajas tasas de eventos, o ambos, a menudo en estudios únicos.
Cinco estudios, con 338 participantes, compararon el AV con antibióticos tópicos. Cuatro de ellos lo compararon con SSD y uno lo comparó con crema de framicetina. El AV fue administrado en una variedad de cremas, gel o apósitos. La concentración de AV fue del 0,5% en el único estudio que informó este dato. Tres estudios incluyeron principalmente adultos, uno no informó la edad de los participantes y en uno las edades medias sugirieron una mezcla de adultos y niños. Los criterios de inclusión para el porcentaje del área total de superficie corporal afectada por las quemaduras vario de menos del 5% a menos del 40%. Un estudio utilizó un diseño intraindividual.
En cuanto a los resultados, no está claro si el AV puede alterar la cantidad de eventos de curación en comparación con la SSD; los intervalos de confianza fueron amplios, abarcando tanto los beneficios como los daños, por lo que las diferencias claras entre los tratamientos no son aparentes (riesgo relativo [RR] 1,41, IC del 95% 0,70 a 2,85): los intervalos de confianza incluyeron desde la posibilidad de una reducción del 30% hasta un aumento del 285% en la posibilidad de curación de la herida. Ninguno de los estudios aportó suficiente información para que se pueda calcular una hazard ratio (HR) para la cicatrización de las heridas.
El ECA sobre la efectividad de los apósitos con gel de AV en la curación de heridas por cesárea(4) incluyó 90 mujeres de un hospital de Irán. Las participantes fueron divididas aleatoriamente en dos grupos, cada uno con 45 pacientes. En un grupo intervención, la herida se curó con un apósito con gel de AV, mientras que en el grupo control se usó vendaje simple. La cicatrización de las heridas se evaluó a las 24 horas y a los 8 días tras la cesárea usando la escala REEDA.
La edad promedio de los participantes fue 27,56 ± 4,20 años en el grupo de AV y 26,62 ± 4,88 años en el grupo control, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, se encontró una diferencia significativa entre los dos grupos con respecto al índice de masa corporal, la frecuencia cardíaca y la presión arterial sistólica (P <0,05). Al evaluar los resultados, se observó una diferencia significativa a favor del uso del AV entre los dos grupos con respecto a la puntuación de curación de la herida 24 horas después de la operación (p = 0,003). Sin embargo, después de 8 días, la diferencia en el puntaje de cicatrización de la herida no fue significativa (P = 0,283) entre ambos grupos. En general, 45 participantes en el grupo de AV y 35 en el grupo control obtuvieron un puntaje cero 24 horas después de la operación.
De acuerdo con los hallazgos de este estudio, se recomienda a las mujeres que estén informadas sobre los efectos positivos de curarse con apósito de gel de AV.
El segundo ECA evalúa el efecto de una crema que combina AV y aceite de oliva (AVO) versus crema de fenitoína(5) como tratamiento estandar de heridas crónicas, durante un período de 30 días. La cicatrización de heridas se evaluó mediante la herramienta de evaluación Bates-Jensen y la gravedad del dolor se evaluó mediante una escala analógica visual (EAV).
Después de la evaluación inicial, se reclutaron 60 pacientes con heridas crónicas (41 con úlcera por presión, 13 con heridas diabéticas y 6 con úlceras venosas) y se asignaron al azar a 2 grupos de 30. Se apreciaron mejoras significativas en el tamaño de la herida, profundidad y bordes; tipo y cantidad de tejido necrótico; tipo y cantidad de exudado; color del entorno de la herida; y la puntuación de edema de tejido periférico en el grupo de crema AVO (p <0,001). La puntuación total de la curación de heridas mostró una mejoría significativa con las cremas AVO (p <0,001) y fenitoína (p <0,01), aunque la AVO fue más eficaz (p <0,001). Del mismo modo, aunque ambos tratamientos redujeron la puntuación EAV inicial, la eficacia de AVO fue significativamente mayor (p <0,001).
Se concluye que la crema AVO acelera significativamente la curación biológica de las heridas crónicas y ayuda a reducir la gravedad del dolor con una mayor eficacia en comparación con la crema de fenitoína.