El papel del extracto de cúrcuma (curcumina) en pacientes diagnosticado de colitis ulcerosa (CU) ha sido analizado en varias revisiones sistemáticas de ensayos clínicos, concluyendo que podría ser un tratamiento seguro y efectivo para el mantenimiento de la remisión en la CU, cuando se la administra como tratamiento complementario junto con la mesalamina o la sulfasalazina. Sin embargo se han realizado muy pocos ensayos clínicos, con un número reducido de pacientes y con un período de seguimiento muy breve, siendo necesarios más ensayos con una metodología rigurosa y a mayor escala para confirmar cualquier beneficio posible de la curcumina en la CU.
Una revisión sistemática (RS) de la Biblioteca Cochrane, publicada en 2012, fue realizada con el objetivo de analizar la eficacia y la seguridad de la curcumina para el mantenimiento de la remisión en la CU(1).
- Se incluyeron los ensayos aleatorios controlados (ECA) con placebo de curcumina para el mantenimiento de la remisión en la CU. Los estudios incluyeron a pacientes (de cualquier edad) que estuvieron en remisión en el momento del reclutamiento.
- Solamente un ensayo (89 pacientes) cumplió con los criterios de inclusión(2). Este ensayo asignó al azar 45 pacientes al grupo de curcumina y 44 al de placebo. Todos los pacientes recibieron tratamiento con sulfasalazina o mesalamina. El estudio se calificó como de riesgo de sesgo bajo. La curcumina se administró por vía oral en una dosis de 2 g/día durante seis meses. Menos pacientes presentaron recidiva en el grupo de curcumina que en el grupo de placebo a seis meses. Un cuatro por ciento de los pacientes en el grupo de curcumina presentaron recidiva a seis meses en comparación con un 18% de pacientes en el grupo de placebo [Riesgo relativo (RR) 0,24, IC del 95% de 0,05 a 1,09; P = 0,06]. No se halló ninguna diferencia estadísticamente significativa en las tasas de recidiva a 12 meses. El veintidós por ciento de los pacientes con curcumina presentaron recidiva a 12 meses en comparación con un 32% de pacientes con placebo (RR 0,70, IC del 95% 0,35 a 1,40; P = 0,31). Se informó de un total de nueve eventos adversos en siete pacientes. Estos eventos adversos incluyeron sensación de hinchazón abdominal, náuseas, hipertensión transitoria y aumento transitorio del número de heces. Los autores no informaron a qué grupo de tratamiento pertenecieron los pacientes que presentaron eventos adversos. El índice de actividad clínica a seis meses fue significativamente inferior en el grupo de curcumina en comparación con el grupo de placebo (1,0 2,0 versus 2,2 2,3; DM -1,20; IC del 95%: -2,14 a -0,26). El índice endoscópico a seis meses fue significativamente inferior en el grupo de curcumina que en el grupo de placebo (0,8 0,6 versus 1,6 1,6; DM -0,80; IC del 95%: -1,33 a -0,27).
- Los autores de la revisión concluyeron que la curcumina podía ser un tratamiento seguro y efectivo para el mantenimiento de la remisión en la CU cuando se la administra como tratamiento complementario junto con la mesalamina o la sulfasalazina. Sin embargo, se necesitaban estudios de investigación adicionales en forma de ensayos controlados aleatorios metodológicamente rigurosos a gran escala para confirmar cualquier beneficio posible de la curcumina en la CU inactiva.
Otras RS publicadas, en 2013(3) y en 2015(4), llegaron a similares conclusiones sobre el empleo de curcumina en pacientes diagnosticados de CU: parece prometedor, pero son necesarios más ensayos clínicos con un número más amplio de pacientes y mayor tiempo de seguimiento. Además del ensayo ya referenciado en la revisión de la Cochrane, la RS de 2015 incluyó un nuevo ensayo clínico realizado en 45 pacientes con una CU distal con una actividad leve-moderada(5). A las 8 semanas de seguimiento el estudio encontró diferencias a favor del grupo de curcumina, en relación al placebo, con una proporción menor de recidivas; pero estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Otra RS, publicada como comunicación a un Congreso en 2016(6), analizó los hallazgos en la actividad endoscópica en pacientes con CU a los que se les realizó tratamiento con curcumina. La revisión incluyó 3 ensayos con un total de 184 pacientes en los que se analizaba la eficacia de la curcumina (tomada como cápsulas con 2-3 gr/día o 140mg de enema rectal) asociada a mesalamina (1600-4000 mg/día); comparado con la administración de placebo con mesalamina. Con un período de seguimiento medio de 6 semanas, la "odds ratio"(OR) combinada para la mejora endoscópica en el grupo de curcumina, comparado con el de placebo, fue de 11 (con IC al 95% de 1,53 a 11,05) . Los autores concluyeron que el tratamiento durante 6 semanas con curcumina conseguía mejores resultados endoscópicos que el placebo.
Un ensayo clínico publicado posteriormente a las RS incluyó 50 pacientes con CU leve-moderada que no respondieron al tratamiento con dosis máxima de mesalamina oral y tratamientos locales(7). De forma aleatoria fueron distribuidos en dos grupos: en uno se administró durante un mes cápsulas de curcumina (3gr/día) y en el otro placebo, continuando en ambos grupos la administración de mesalamina. A las 4 semanas 14 pacientes (53,8%) obtuvieron la remisión clínica en el grupo de curcumina, comparado con ningún paciente en el grupo de placebo (OR de 42, con IC al 95% de 2,3 a 760; p=0,01).
El Sumario de evidencia de Uptodate(8) concluye que los datos son muy limitados para respaldar el empleo clínico de la curcumina, para lograr la remisión o en el mantenimiento de la misma, en pacientes con CU. El de Dynamed(9) resume que la asociación de curcumina con sulfasalazina o mesalamina podría reducir las recidivas en pacientes con una CU en remisión (nivel 2, débil, de evidencia)*.
*Ver clasificación de niveles de evidencia de Dynamed en http://www.dynamed.com/home/content/levels-of-evidence