Se han seleccionado tras la búsqueda 2 revisiones narrativas y 1 documento de información al paciente de Uptodate. Coinciden en que cada vez mas personas sanas pretenden comer una Dieta Libre de Gluten (DLG), porque a nivel popular se oye que esta dieta puede ayudar a perder peso o que puede ser saludable, incluso en personas que no tienen enfermedad celíaca (EC). Pero uno de sus efectos es que las personas sanas que siguen una DLG, no reciben todos los nutrientes necesarios. Además pueden desarrollar cambios significativos en su microbiota intestinal (reducción de las poblaciones de bacterias intestinales beneficiosas y de la capacidad de las muestras fecales para estimular la inmunidad del huésped).
La primera revisión narrativa sobre los efectos de una DLG en la microbiota intestinal y la función inmune en sujetos adultos sanos(1) señala que un estudio experimental(2) concluyó que los sujetos adultos sanos alimentados con una DLG desarrollaron cambios significativos en su microbiota intestinal: hubo reducciones en las poblaciones de bacterias intestinales beneficiosas y en la capacidad de las muestras fecales para estimular la inmunidad del huésped. Por lo tanto, la DLG puede constituir una variable ambiental a considerar en los pacientes con EC tratados con DLG por sus posibles efectos sobre la salud intestinal. Resultados similares fueron observados en otro estudio(3) en personas celíacas con DLG en comparación con controles sanos. Según estudios anteriores, se sabe que los almidones resistentes al tipo de fructano que ocurren naturalmente, especialmente la oligofructosa y la inulina, promueven una mezcla favorable de bacterias del colon. Lo que se ha pasado por alto en la literatura es la medida en que el trigo contribuye a este estímulo prebiótico. Por ejemplo, informaron que el trigo (78%) y la cebada (3%) juntos proporcionan el 81% de oligofructosa e inulina para los norteamericanos promedio, y las cebollas dan el 10%. Uno de los estudios encontró que, en los norteamericanos, el trigo suministraba el 70% de estos dos fructanos, y las cebollas contribuían al 25%. Por lo tanto, parece que una DLG en los sujetos celíacos y no celíacos podría producir cambios en la microbiota similares, potencialmente adversos, sólo sobre la base de una marcada reducción en la ingesta de fructanos naturales que tienen acción prebiótica. La provisión de alimentos ricos en gluten pero prebióticos y/o un suplemento de prebióticos de tipo fructano podría evitar esta situación y, al hacerlo, proporcionar un importante apoyo a la microbiota intestinal, así como una guía nutricional importante para el paciente celíaco.
Otra revisión narrativa posterior(4) describe la evidencia para aumentar la conciencia de los peligros potenciales de la adopción de una DLG en personas de la población general no diagnosticadas de trastornos relacionados con el gluten. Aunque en general se defiende la DLG para mejorar la salud, no hay evidencia publicada para apoyar tal afirmación para la población general. De hecho, hay datos que sugieren que el propio gluten puede proporcionar algunos beneficios para la salud, y que la evitación del gluten no está justificada en individuos sanos.
Las dietas sin gluten están claramente indicadas para pacientes con EC o para personas con sensibilidad al gluten, y pueden ser beneficiosas para personas con otras enfermedades crónicas de enfermedades autoinmunes como psoriasis, artritis reumatoide y diabetes tipo 1.
Por otro lado, con el crecimiento en el mercado de productos libres de gluten, un mayor número de opciones de alimentos están disponibles para las personas para quienes la evitación del gluten es esencial. Existen muchos cereales libres de gluten disponibles para ayudar a los consumidores a obtener los beneficios de los cereales enteros y superar algunas de las deficiencias nutricionales (por ejemplo, ingesta inadecuada de tiamina, riboflavina, niacina, folato y hierro) asociadas con la DLG.
Una DLG puede ser una dieta bien equilibrada si se cuida la elección de productos de grano entero, incluyendo más legumbres, y la selección de alimentos con una menor densidad de energía. Esto no implica que una dieta sin gluten, per se, sea una dieta más sana.
A pesar de las numerosas declaraciones de propiedades saludables y la creciente popularidad de los productos sin gluten, no hay datos publicados que apoyen la pérdida de peso al tomar una DLG. Los resultados de varios estudios de pacientes con EC sugieren que una DLG puede empeorar el estado de IMC (Índice de Masa Corporal) en algunas personas con sobrepeso y obesas. Los productos horneados sin gluten pueden ser altos en grasa y energía total.
Además, la ingesta de grano entero está inversamente asociada con el IMC. Por lo tanto, la DLG con el fin de la pérdida de peso puede tener consecuencias no deseadas. Son necesarios ensayos de control aleatorio (ECA) para establecer el efecto de una DLG para la pérdida de peso en personas obesas o con sobrepeso para quienes una DLG no está médicamente indicada.
Además, los granos ricos en gluten, especialmente el trigo, pueden tener beneficios para la salud atribuibles a los almidones naturales de tipo fructano, así como al propio gluten. Al crear una composición saludable de las bacterias del colon, los productos de trigo entero pueden proteger el intestino de algunos tipos de cáncer, condiciones inflamatorias y enfermedades cardiovasculares. El gluten, y una de sus proteínas gliadin, puede contribuir al control de la presión arterial y la función inmune.
Por tanto, no hay evidencia que sugiera que seguir una DLG tenga beneficios significativos en la población general. De hecho, hay algunas pruebas que sugieren que la DLG puede afectar negativamente a la salud intestinal en individuos sin EC o sensibilidad al gluten.
Se necesitan más investigaciones para aclarar los efectos del gluten sobre la salud y las posibles consecuencias de evitar los granos que contienen gluten.
El documento de información al paciente de Uptodate sobre la DLG(5), con respecto a quien debe llevar una DLG señala que solo las personas con la EC. E indica que, sin embargo, cada vez mas personas sin EC comen una DLG, porque han oído que esta dieta puede ayudarles a perder peso o sentirse mejor. Es cierto que una DLG puede ser saludable. Pero también puede dar lugar a que no se reciban todos los nutrientes que se necesitan. Recomienda por tanto que si se piensa comenzar con una dieta sin gluten, antes se debe preguntar al médico o enfermera si es una buena opción.