Aunque una guía de práctica clínica de 2011 recomienda los ejercicios de fisioterapia específicos para la escoliosis como primer paso en el manejo de la escoliosis idiopática (EI) para prevenir/limitar la progresión de la deformidad y la necesidad de ortesis, en base a la limitada calidad de la evidencia que apoya la efectividad de este tipo de ejercicios, se considera que no se pueden extraer conclusiones firmes en relación al papel que tienen dentro del abordaje de la EI para reducir el grado de severidad de la curva escoliótica.
La guía de práctica clínica comentada(1) aborda el tratamiento ortopédico y rehabilitador de la EI durante el crecimiento. Plantea como objetivos básicos de un tratamiento conservador exhaustivo:
- Detener la progresión de la curva en la pubertad (o posiblemente incluso reducirla).
- Prevenir o tratar la disfunción respiratoria.
- Prevenir o tratar los síndromes de dolor espinal.
- Mejorar la estética a través de la corrección postural.
Y dentro de los tratamientos conservadores evaluados, se incluyen los ejercicios específicos fisioterapéuticos (EEF) para la escoliosis (que a su vez incluirían todas las formas de fisioterapia ambulatoria que han demostrado su eficacia y que son enumeradas en una parte de la guía).
En cuanto a la intervención con EEF (utilizados como parte independiente del tratamiento y no como soporte de la ortesis o del tratamiento quirúrgico) para prevenir la progresión de la escoliosis durante el crecimiento, las recomendaciones que hace la guía son:
- Los EEF se recomiendan como primer paso en el manejo de la EI para prevenir/limitar la progresión de la deformidad y la necesidad de ortesis (fuerza de la recomendación [FR]: B [recomendación importante, pero puede no ser aplicable a todos los pacientes con esta necesidad específica; fuerza de la evidencia [FE]: II)*.
- Se recomienda que los EEF sigan las recomendaciones del Consenso de la International Society on Scoliosis Orthopaedic and Rehabilitation Treatment (SOSORT)(2) y estén basados en la auto-corrección en 3D, el entrenamiento en actividades de la vida diaria, la estabilización de la postura corregida y la educación del paciente (FR: B; FE: VI)*.
- Se recomienda que los EEF sigan los criterios de alguna de las Escuelas de Fisioterapia que han mostrado la efectividad de su enfoque con estudios científicos (FR: B; FE: III)*.
- Se recomienda que los programas de EEF sean diseñados por terapeutas específicamente entrenados en la Escuela que siguen (FR: B; FE: VI)*.
- Se recomienda que los EEF sean propuestos por los terapeutas incluidos en los equipos de tratamiento de la escoliosis, con una estrecha cooperación entre todos los miembros (FR: B; FE: V)*.
- Se recomienda que los EEF sean individualizados en base a las necesidades del paciente, el patrón de curva y la fase de tratamiento (FR: B; FE: III)*.
- Se recomienda que los EEF sean siempre individualizados aunque se realicen en grupos pequeños (FR: B; FE: VI)*.
- Se recomienda que los EEF se realicen regularmente durante el tratamiento para lograr mejores resultados (FR: B; FE: VI)*.
Por su parte, el sumario de evidencia de Uptodate(3) sobre el tratamiento y el pronóstico de la EI indica, en base a los resultados de una revisión sistemática (RS) de la Cochrane actualizada en 2012(4), que se carece de evidencia de alta calidad procedente de ensayos clínicos aleatorios (ECAs) sobre la efectividad de la terapia física (entendida como ejercicios específicos para la escoliosis [EEE]).
Y el sumario de evidencia de Dynamed sobre la EI del adolescente (EIA)(5), haciendo referencia a esa misma RS(4) señala que los EEE pueden considerarse como tratamiento adyuvante a otros tratamientos conservadores, pero la evidencia de su efectividad es débil e inconsistente: generalmente implican intentos de auto-corrección; los estudios realizados han reportado que reducen la progresión de la curvatura de la columna vertebral en pacientes con EIA, pero la evidencia que apoya estas conclusiones es de limitada calidad.
La RS de la Cochrane(4) que se referencia en ambos sumarios se realizó con el objetivo de evaluar la eficacia de los EEE en pacientes con EIA. Se incluyeron dos estudios (un ECA y un estudio de cohorte prospectivo con un total de 154 pacientes).
Al analizar los resultados se indica que hay pruebas de baja calidad provenientes del ECA (con 80 adolescentes) de que los ejercicios como complemento de otros tratamientos conservadores aumentan la eficacia de dichos tratamientos (reducción de la curva torácica: diferencia de medias [DM] 9,00; [intervalo de confianza (IC) del 95%: 5,47 a 12,53]; reducción de la curva lumbar: DM 8,00; [IC del 95%: 5,08 a 10,92]). Hay pruebas de muy baja calidad a partir del estudio de cohortes prospectivo (con 74 participantes) de que los EEE estructurados dentro de un programa de ejercicios pueden reducir la prescripción de ortesis (cociente de riesgos [CR] 0,24; [IC del 95%: 0,06 a 1,04]) en comparación con la fisioterapia habitual (muchas clases diferentes de ejercicios generales según las preferencias de los terapeutas individuales en diferentes establecimientos).
Los autores de la revisión concluían que se carece de evidencia de alta calidad para recomendar el uso de ejercicios específicos para la EIA; un estudio previo de muy baja calidad sugirió que estos ejercicios pueden ser más efectivos que la electroestimulación, la tracción y el entrenamiento postural para evitar la progresión de la escoliosis, pero se deben realizar estudios de investigación de mejor calidad antes de poder recomendar el uso de estos ejercicios específicos en la práctica clínica.
En otra RS(6), también publicada en 2012, se consideraron pertinentes para su evaluación 12 artículos (9 estudios de cohortes prospectivos, 2 estudios retrospectivos y una serie de casos). Todos los estudios respaldaron el papel del tratamiento con ejercicios en la EI, pero se identificaron varias deficiencias: falta de claridad en el reclutamiento de pacientes y en el método de evaluación de la magnitud de la curva; escaso registro del cumplimiento; y ninguno de los estudios utilizó puntuaciones de resultado funcional estándar. Muchos estudios informaron cambios "significativos" en el ángulo de Cobb después del tratamiento, aunque en realidad eran cambios de pequeña magnitud y no se tuvo en cuenta la tasa de error inter o intra-observador. Todos los estudios tuvieron un análisis estadístico deficiente y no informaron sobre si las pequeñas mejoras observadas se mantuvieron a largo plazo.
La revisión concluía que no se había encontrado evidencia sólida que apoyase el tratamiento con ejercicios en la EIA y que se requieren estudios bien diseñados y de buena calidad que permitan evaluar el papel de este tipo de tratamiento en el abordaje de la EIA.
De publicación más reciente se han identificado una revisión de RS(7), 2 RS(8,9) y 2 recientes ECAs(10,11) que presentan resultados contradictorios: mientras que los dos ECAs concluyen que un tipo concreto de EEE (siguiendo el método Schroth de reeducación postural) obtienen mejores resultados clínicos que el tratamiento estándar, los documentos de síntesis coinciden en que, aunque los EEE parecen mostrar resultados prometedores la limitada calidad de la evidencia que avala estos resultados impide que se puedan tomar decisiones concluyentes respecto a su efectividad.
La revisión de RS(7) evaluó la efectividad de la intervenciones no quirúrgicas para el tratamiento de la EIA y entre las 21 RS incluidas 5 valoraban la efectividad de los EEE (de estas RS sólo una(4) se consideraba de alta calidad siguiendo los criterios AMSTAR de evaluación de RS). Entre las conclusiones a las que llega el documento destacamos que:
- Los hallazgos de las revisiones de mayor calidad que consideran numerosas medidas de resultado indican que generalmente no hay evidencia suficiente que permita discernir si las intervenciones no quirúrgicas en la EIA son efectivas.
- Las revisiones individuales que demostraron la efectividad de intervenciones como la fisioterapia, resultaron ser de baja calidad metodológica; por lo que no está claro hasta qué punto son válidos los resultados de estas revisiones.
En una RS de 2015(8), con 9 estudios incluidos (ensayos controlados, aleatorios y no aleatorios) que evaluaron diferentes protocolos de ejercicios, se concluye que evidencia de calidad moderada sugiere que un programa de ejercicios es superior al tratamiento control para reducir el ángulo de Cobb, el ángulo de rotación del tronco, el ángulo de cifosis torácica y el ángulo de lordosis lumbar y para mejorar la calidad de vida en pacientes con EIA; y que evidencia de baja calidad sugiere que un programa de ejercicios es superior al tratamiento control en la reducción de la desviación lateral promedio en pacientes con EIA. Sin embargo, añade la presencia de heterogeneidad en los protocolos de ejercicio y la deficiente calidad metodológica limitan la validez de estos resultados.
En un informe de evaluación de tecnologías sanitarias(9) se incluyó una RS de 7 estudios (de los cuales 5 eran ECAs) que analizaron la efectividad de diferentes enfoques de tratamiento con ejercicios para la escoliosis y aplicados durante variados tiempos de intervención. En los resultados de esta se expone que:
- Existe evidencia de muy baja calidad de que un programa de EEE basado en el enfoque de reeducación postural global mejora el ángulo de Cobb en comparación con ningún tratamiento a corto plazo.
- Existe evidencia de muy baja calidad de que un programa de EEE basado en el método de Schroth no es diferente del cuidado habitual para mejorar la función a corto plazo.
- Existe evidencia de muy baja calidad de que un programa de EEE basado en el método Schroth da como resultado pequeñas mejoras en el dolor, la autoimagen, la calidad de vida relacionada con la salud y la fuerza extensora de la espalda en comparación con la atención habitual a corto plazo.
- Existe evidencia de muy baja calidad de que un programa de EEE añadido a la tracción y estimulación eléctrica mejora el ángulo de Cobb en comparación con la intervención sólo con la tracción y la estimulación eléctrica a corto plazo.
- Hay evidencia de calidad moderada de que un programa de EEE a largo plazo mejora el ángulo de Cobb, el ángulo de rotación del tronco y la calidad de vida (incluyendo subescalas de dolor, función, salud mental, autoimagen y satisfacción con el tratamiento) en comparación con el ejercicio general a largo plazo.
- Hay evidencia de muy baja calidad de que la adición de ejercicios de corrección de la postura de la cabeza hacia adelante mejora el equilibrio del tronco, el ángulo craneovertebral y la función en comparación con la intervención sólo con un programa tradicional de ejercicios para la escoliosis a corto plazo.
Por último, en los dos ECAs(10,11), de pequeño tamaño muestral, se encuentra que la intervención con un programa de EEF para la escoliosis, siguiendo el método Schroth, obtiene resultados favorables en la disminución de la severidad de la curva y en la de los ángulos de rotación frente al tratamiento estándar. En uno de los ECAs la implementación de los EEF bajo la supervisión de un fisioterapeuta obtuvo mejores resultados que cuando los EEF se realizaban en casa(11).