La pregunta la situamos en el contexto de un paciente, al que se le ha realizado una traqueostomía, y que está ingresado en una unidad de cuidados intensivos pediátrica, con un sistema de aspiración de las secreciones traqueales abierto. El abordaje de la situación sería diferente en una situación cronificada, en el domicilio del paciente, o si se cuenta con un sistema cerrado para la aspiración de las secreciones traqueales.
Para esta situación clínica concreta, no hemos encontrado estudios que analicen la posibles ventajas de reutilizar las sondas de aspiración de secreciones frente a utilizar sondas de un solo uso. Las recomendaciones de las guías señalan que si el sistema de aspiración es abierto se utilicen sondas estériles de un solo uso.
Hay publicado un ensayo clínico randomizado, realizado con sondas de aspiración endotraqueal en pacientes intubados, sin traqueostomía, en el que se comparó el empleo de sondas de un solo uso, con la utilización de la misma sonda, para el mismo paciente, durante 24 horas(1):
- En este ensayo se incluyeron 486 niños con intubación endotraqueal, ingresados en un hospital terciario. En un grupo (n=241) la aspiración de las secreciones traqueales se realizó con la misma sonda durante 24 horas; y en el otro grupo control (n=245) se utilizaba una nueva sonda para cada episodio de aspiración.
- Se evaluaron la incidencia de neumonía y los costes en cada grupo.
- Se diagnosticó neumonía en 14 niños del grupo control (5,71%) y en 12 del grupo experimental (4,98%); sin que hubiera diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (diferencia de 0,7%, con un intervalo de confianza al 95% de -3,3% a 4,7%). La reutilización de la sonda supuso un ahorro de 4,14 dólares australianos por paciente y día.
- El ensayo concluyó que reutilizar durante 24 horas la sonda de aspiración era seguro y coste-efectivo.
En un estudio de evaluación económica, realizado en Tailandia(2), se comparó el coste de una sonda de aspiración endotraqueal de un solo uso y el coste de su reutilización (que incluía limpieza, lavado, esterilización y preparación de la sonda para su nuevo uso), llegando a la conclusión que era más barato el empleo de una nueva sonda para cada uso, en vez de reutilizarla.
En una guía de práctica clínica sobre la prevención de neumonía intrahospitalaria, publicada en 2003(3) se recomendaba, en relación a los pacientes con ventilación asistida mediante tubo endotraqueal, que:
- No podía realizarse una recomendación sobre cada cuanto tiempo era necesario cambiar la sonda de aspiración en un paciente con un sistema cerrado, al ser un tema no suficientemente estudiado y por lo tanto no resuelto.
- En el caso de pacientes con sistemas de aspiración abierto recomendaba el empleo de sondas de aspiración estériles de un solo uso.
- Se empleara un líquido estéril para quitar las secreciones de la sonda de aspiración, si la sonda iba a ser introducida de nuevo en las vías respiratorias del paciente.
Los sumarios de evidencia(4,5) y guías de práctica clínica revisadas(6,7,8,) ofrecen diversas recomendaciones sobre los cuidados en pacientes pediátricos con traqueostomía para evitar infecciones; pero que hagan mención al tiempo de utilización de las sondas de aspiración, hemos encontrado las siguientes, basadas todas en el consenso de los redactores:
- Que la sonda de aspiración oral sea diferente de la endotraqueal y que se realice de manera previa la aspiración oral a la traqueal(4).
- Las sondas de aspiración traqueal deben ser descartadas antes de su empleo si se ha contaminado (contacto con las manos, boca) el orificio final de la sonda(6).
- Las sondas pueden ser reutilizadas durante el mismo episodio de aspiración, si la parte distal de la misma está libre de secreciones. La sonda podría ser enjuagada con agua estéril.(6).
- En cada sesión de aspiración, el número máximo de aspiraciones ("pases" de la sonda por la tráquea) sea de tres (7).
- En cada episodio de aspiración debe ser utilizado una nueva sonda estéril(5).