Dos estudios valoran el efecto de la posición del bisel de la aguja en la punción de la fístula arteriovenosa (FAV) interna, concluyendo que colocándolo hacia abajo se obtienen mejores resultados (menos dolor, daño en la piel y complicaciones). Sin embargo, una revisión narrativa recomienda realizar la punción con el bisel de la aguja hacia arriba y un ángulo de 45º, desaconsejando la técnica del ojal; aunque otra revisión posterior informa que la punción se debe realizar con la técnica en ojal, con el bisel hacia abajo y con un calibre 15 G. Finalmente, una guía recomienda realizar más investigación, pues hay escasas evidencias sobre el tema.
Un Ensayo Clínico Aleatorio(1) evalúa el efecto de la posición del bisel de la aguja en cuanto al grado de dolor y daños en la piel, durante la punción de la fístula arteriovenosa (FAV), en 48 pacientes en hemodiálisis. Después de la punción se pidió al paciente que valorara el grado de dolor percibido por medio de una escala visual analógica (EVA) y una escala verbal descriptiva. Cuando se retiró la aguja, se midió la longitud del corte hecho por la punción. El dolor percibido según la EVA fue mayor cuando el bisel de la aguja se colocó hacia arriba en lugar de hacia abajo (mediana: 3 frente 2, p <0,003). El pinchazo en la piel fue mayor cuando la punción se hizo con el bisel hacia arriba (19,7 +/- 5,6) en vez de hacia abajo (16,2 +/- 3,8, p <0,0001). Se concluye que la punción de la fístula arteriovenosa con el bisel hacia abajo reduce significativamente el grado de dolor y la lesión de la piel en el punto de punción, sin aumentar el número de punciones.
Un estudio posterior(2) valora dos métodos de punción en la FAV, según la posición del bisel de la aguja, hacia arriba o hacia abajo, con el objetivo de comparar el sangrado durante la punción del acceso vascular, y posteriormente las complicaciones a la hora de canalizar el acceso vascular y determinar si la posición del bisel influye en el tiempo de hemostasia. Indica que la FAV, es el acceso vascular de elección en los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal en tratamiento renal sustitutivo. Sin embargo, con el tiempo y tras punciones repetidas, las FAV llegan a deteriorarse y desarrollar complicaciones (aneurismas, trombosis, estenosis e infecciones). Se incluyeron en el estudio 100 enfermos (24-72 años) que realizaban diálisis periódicamente. El promedio de la duración de la sesión fue de 4 horas, se observaron variables como: problemas al acceder a la fístula, sangrado a la punción y durante la diálisis, sangrado de la FAV tras hemostasia, dosis de heparina al comienzo y final de diálisis y dosis de heparina total. La posición del bisel hacia abajo redujo los sangrados de la zona de punción, facilitó la punción en la zona de acceso a la FAV y minimizó el sangrado a la punción.
Se concluyó que el sangrado inicial y el que acontece durante la diálisis, están relacionados con la posición del bisel, por lo que la posición del bisel hacia abajo influye en los sangrados de la zona de punción. Así mismo dicha posición facilita la punción evitando complicaciones, tanto para el personal de enfermería como para el paciente.
La guía(3) sobre los cuidados de enfermería de las FAV y/o los injertos arteriovenosos recomienda realizar ensayos adicionales sobre la posición del bisel de la aguja, ya que fortalecerían el escaso conocimiento disponible sobre el tema.
De las dos revisiones narrativas encontradas sobre los cuidados de las FAV, una(4) indica que la punción ha de realizarse con el bisel de la aguja hacia arriba y un ángulo de 45º. Una vez introducido el bisel en la luz del vaso, se ha de girar hacia abajo, se reducirá el ángulo de punción y se procederá a la completa canalización. En los accesos venosos protésicos está totalmente contraindicada la utilización de las técnicas de punción en zona específica y técnica del ojal, dado que favorecen la destrucción del material protésico y aumentan el riesgo de aparición de seudoaneurismas. Sin embargo, la otra revisión posterior(5), que incide en la importancia de los cuidados enfermeros en las FAV, señala que la punción de la fístula con la técnica en ojal, con el bisel hacia abajo y con un calibre 15 G es el método de punción con menos complicaciones para el acceso vascular. Concluye que unos cuidados efectivos así como una técnica adecuada de punción durante las sesiones de hemodiálisis, se consideran factores que prolongan la supervivencia de las FAV y minimizan las complicaciones.