Hay una pregunta incluida en el Banco de Preguntas del Servicio Preevid (en octubre de 2013) sobre el consumo, por parte de la población general, de esteroles como suplemento dietético y su contribución al descenso de los niveles de LDL y al ascenso de HLD colesterol. Concluye que contribuyen en la reducción del LDL-colesterol. Solo uno de los ECA señala que el HDL aumentó significativamente. Señalan varios factores que influyen en la variabilidad de la eficacia: los niveles de partida de LDL, predisposición genética, constancia en la ingesta, contenido de grasas de los alimentos portadores y frecuencia y tiempo durante el que se ingieren dichos productos.
Hemos actualizamos la búsqueda centrándonos en la eficacia de los esteroles vegetales (ESV) contenidos en ciertos alimentos funcionales para reducir los niveles de lípidos (colesterol total y el LDL colesterol) en mujeres posmenopáusicas (MPM) y se han seleccionado 4 Ensayos Clínicos Aleatorios (ECA). Los ensayos fueron realizados con muestras pequeñas de pacientes y con un seguimiento corto (en general de 3 meses) y muestran modificaciones de parámetros bioquímicos
El primer ECA(1) investiga la eficacia con que las MPM, con infarto de miocardio previo, redujeron su colesterol sérico con medios dietéticos utilizando éster de sitostanol en la margarina de aceite de colza, solo y en combinación con estatinas, y en qué medida el metabolismo del colesterol se vio afectado. Un primer grupo estuvo formado por 22 MPM elegidas al azar, con enfermedad arterial coronaria documentada angiográficamente y que consumieron margarina con (3 g/d) y sin sitostanol durante 7 semanas. Un segundo grupo con 10 MPM, que habían sido tratadas con simvastatina y que consumieron margarina con éster de sitostanol durante 12 semanas. La margarina con éster de sitostanol redujo el colesterol sérico total en un 13% (p <0,05) y el colesterol LDL en un 20% (p <0,01). La margarina con éster de sitostanol redujo el colesterol total en todas las pacientes, el colesterol LDL <2.6 mmol / L (<100 mg/dl) en el 32% y <3,4 mmol / L (<133 mg/dl) en el 73% frente a ninguno y 27% durante la dieta de origen (P <0,01 para ambos). En combinación con simvastatina, el sitostanol todavía reduce el colesterol total y el colesterol LDL en un 11 +/- 3% y 16 +/- 5% (p <0,01 para ambos). El sitostanol redujo la absorción (-45%), aumentó la eliminación fecal (+ 45% de esteroles como neutros) y estimuló la síntesis de (+ 39%) del colesterol. Se concluye que el uso dietético de la margarina con éster de sitostanol normaliza el LDL colesterol en aproximadamente un tercio de las mujeres con infarto de miocardio previo, especialmente en aquellas con alta absorción basal y baja síntesis de colesterol, y en combinación con estatinas reduce la dosis de fármaco necesario.
Otro ECA posterior(2) señala que la enfermedad cardiovascular (ECV) es la causa principal de muerte en las mujeres. La hiperlipidemia es un factor de riesgo importante para las ECV, pero la investigación sugiere que el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2 también son factores clave en las ECV en MPM. La mayoría de los programas dietéticos, sin embargo, se centran sólo en la hiperlipidemia y no en la resistencia a la insulina asociada con la diabetes y el síndrome metabólico. Este ensayo de 12 semanas comparó los efectos de un programa dietético combinado con una dieta de bajo índice glucémico de un alimento funcional en una cantidad de 30 g de proteína de soja y 4 g de fitosteroles por día (dieta LGID, por sus siglas en inglés) frente a un programa de dieta estándar (American Heart Association Step 1 diet; AHAD) en MPM. Cincuenta y nueve MPM (media de edad 54,6 y rango 44 a 65 años) con un índice de masa corporal de 27 a 39 kg/m2 fueron asignados al azar a la LGID (n=27) o al programa AHAD (n=26) durante 12 semanas. La ingesta calórica total y el ejercicio fueron emparejados en cada brazo. Las participantes en el programa LGID mostraron disminuciones estadísticamente significativas en el colesterol total (15,8%; p = 0,0036 comparación entre grupos), colesterol lipoprotéico de baja densidad (14,8%; p = 0,004 entre los grupos de comparación) y triglicéridos (44,8%, P = 0,006 comparación entre grupos). Además, se observaron mejoras significativas en proporciones de colesterol lipoprotéico de alta densidad total y de triacilgliceroles para el colesterol lipoprotéico de alta densidad, presión arterial, y evaluación de riesgo de Framingham para la enfermedad cardiaca coronaria en comparación con el programa AHAD. En conclusión, se observó una mejoría significativamente mayor en los factores de riesgo de ECV en MPM en el programa LGID (con 30 g de proteína de soja y 4 g de fitoesteroles por día) que con la terapia estándar de la AHAD.
El tercer ECA(3), de 2014, señala que las PMP tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y desmineralización ósea, por lo que evalúa los cambios en los marcadores cardiovasculares y óseos por la ingesta oral de β-criptoxantina (β-Cx) y fitosteroles (PS) en MPM, pues los primeros han mostrado un efecto sobre el hueso y los segundos han sido utilizados para corregir la hipercolesterolemia en algunos grupos.
Un estudio doble ciego, aleatorizado, cruzado con β-Cx (0,75 mg/día) y PS (1,5 g/día), sola y en combinación, se realizó en 38 MPM. La dieta se complementa con una bebida de fruta con base láctea de 1 × 250 mL/día durante 4 semanas con un período de lavado de 4 semanas en medio. El β-Cx y los PS fueron determinados por UPLC y CG-FID respectivamente. Las variables de resultado incluyeron marcadores de recambio óseo y el riesgo cardiovascular. La ingesta de bebidas que contienen β-Cx y PS provocó un aumento significativo en los niveles séricos de β-Cx, β-sitosterol y campesterol. La intervención causó cambios en casi todos los marcadores, mientras que el orden, el tratamiento previo y la interacción no alcanzó significación estadística. Sólo la ingesta de la bebida que contenía β-Cx más PS aportó disminuciones significativas acerca del colesterol total, c-HDL, c-LDL y marcadores de recambio óseo. Se puede concluir que el β-Cx suministrada simultáneamente con el PS mejora el efecto reductor del colesterol y también puede ser beneficioso en la reducción de riesgo de osteoporosis.
El cuarto ECA y mas actual(4) indica que los esteroles vegetales (ESV) disminuyen el LDL colesterol, un factor de riesgo para la enfermedad arterial coronaria (EAC). No hay evidencia directa disponible que apoye un menor riesgo de EAC de los alimentos con agregado de ESV. La disfunción endotelial es vista como un indicador temprano de daño aterosclerótico. E investiga el efecto de un producto bajo en grasa con agregado de ESV sobre la función endotelial de la arteria braquial como medida por la dilatación mediada por flujo (FMD, por sus siglas en inglés “flow-mediated dilation”). En segundo lugar, se investigan los efectos sobre la rigidez y presión arterial, los lípidos séricos, y las concentraciones de ESV en plasma.
240 hombres y mujeres postmenopáusicas hipercolesterolémicos pero por lo demás sanos, consumieron durante 12 semanas 20 g/d de producto bajo en grasa y fueron aleatorizados en dos grupos: grupo control, sin ESV y grupo intervención con ESV añadido (3 g/día).
Antes y después de la intervención, se realizaron mediciones de la función vascular y analítica de sangre. En total, 232 participantes completaron el período de estudio.
Para la variable principal de la FMD, 199 participantes fueron incluidos en el análisis estadístico. La ingesta ESV no afectó a la FMD (+0,01 puntos porcentuales; IC del 95%: -0,73; 0,75) en comparación con el control. Las medidas de la rigidez arterial y la presión arterial tampoco cambiaron significativamente en comparación con el control. Después de la intervención de ESV, el LDL colesterol se redujo significativamente en un promedio de 0,26 mmol/l (IC del 95%: -0,40, -0,12) o 6,7% en comparación con el grupo control. El sitosterol en plasma y las concentraciones de campesterol aumentaron significativamente en el grupo con ESV hasta en promedio 11,5 mol / L y 13,9 mmol/L, respectivamente. Se concluye que la ingesta de un producto bajo en grasa con agregado de ESV ni mejoró ni empeoró la FMD u otros marcadores de la función vascular tanto en hombres como MPM hipercolesterolémicas. Como era de esperar, el LDL colesterol en suero disminuyó, mientras que el ESV en plasma aumentó después de la ingesta de ESV.