La revisión bibliográfica realizada ha identificado numerosos documentos que evalúan la idoneidad de la práctica del buceo (fundamentalmente focalizadas en el buceo con equipo autónomo de respiración subacuática [submarinismo o SCUBA diving]) en pacientes con asma. De entre ellos se han seleccionado tres guías de práctica clínica (GPC)(1-3), un sumario de evidencia(4), un documento de consenso(5) y una revisión bibliográfica(6) que, en general, indican que los pacientes asmáticos podrían bucear si están asintomáticos y si se confirma que presenta parámetros de función pulmonar normales (mediante espirometría) y un test de provocación bronquial negativo.
En la GPC de la “British Thoracic Society” de 2003 sobre los aspectos respiratorios de aptitud para el buceo(1) se indica que:
- Los sujetos con asma deben ser advertidos de no bucear si tienen sibilancias precipitadas por el ejercicio, el frío o la emoción. [Grado de recomendación C]*
- A los sujetos con asma se les puede permitir bucear, con o sin el uso regular de agentes antiinflamatorios inhalados, si: [Grado de recomendación C]*
- están libres de síntomas de asma;
- tienen una espirometría normal (FEV1[Volumen espiratorio forzado en el primer segundo]> 80% y la relación FEV1/VC [Capacidad vital] > 70% previsto); y
- tienen una prueba de esfuerzo negativa (caída < del 15% en el VEF1 []después del ejercicio).
- Los sujetos con asma a los que se permite el buceo deben controlar su asma con la medición regular del flujo máximo dos veces al día y deben abstenerse del buceo si tienen: [Grado de recomendación C]*
- asma activa (síntomas que requieren medicación de alivio en las 48 horas anteriores a la inmersión);
- reducción PEF (flujo espiratorio máximo (más del 10% de caída desde los mejores valores);
- aumento de la variabilidad del flujo máximo (más de 20% la variación diurna).
De forma similar, en una GPC española sobre el asma en condiciones extremas(2) se establecen como recomendaciones respecto a la práctica del buceo con sistema de aire comprimido que:
- Se permite:
- A los asmáticos asintomáticos con función pulmonar normal y sin medicación si tienen una buena forma física.
- A los asmáticos con síntomas que toleran el ejercicio con la medicación apropiada y sin síntomas; no precisan medicación de rescate durante períodos de estrés o de esfuerzo físico; los valores de las pruebas funcionales están en el intervalo de referencia; la prueba de broncorreactividad al esfuerzo es negativa; y existe una valoración médica por parte de un especialista en medicina subacuática. En estos pacientes, además, se deben definir bien los factores desencadenantes de la crisis en cada paciente con el objeto de evitarlos.
- No estaría permitido en pacientes con asma grave y persistente; en asmáticos con síntomas no controlados con la medicación de mantenimiento; ante la necesidad de utilizar medicación de rescate al realizar ejercicio o en condiciones de frío; o en personas con cualquier tipo de asma si no tiene una forma física adecuada.
Centrándonos en población pediátrica, en una GPC canadiense(3) sobre recomendaciones de actividad física en niños con patologías crónicas (entre ellas el asma) se considera que los niños deberían tener una espirometría normal (especialmente volumen residual) en reposo y en respuesta al ejercicio antes de obtener la certificación para bucear. Como recomendación se establece que no deberían bucear los niños que tienen síntomas de asma o tests de función pulmonar anormales.
Por su parte, en el sumario de evidencia de Uptodate sobre las complicaciones del submarinismo(4) se establece que un paciente con asma activo debe ser fuertemente disuadido de bucear, incluso si tienen pruebas de función pulmonar normales, debido al riesgo de atrapamiento gaseoso y barotrauma al ascender. Sin embargo, los asmáticos en su estado basal con una función pulmonar normal y una reactividad de la vía aérea durante el ejercicio fácilmente controlada tienen, probablemente, tan sólo un mínimo mayor riesgo de barotrauma relacionado con el buceo.
Un documento de consenso de la “Australian Association for Exercise and Sports Science” sobre el ejercicio y el asma(5), indica respecto al buceo que es un deporte que plantea peligros significativos para todos los participantes y esto es especialmente cierto para los sujetos asmáticos a los que se aconseja generalmente evitarlo y considera que las personas con asma crónica, mal controlada o lábil nunca deberían sumergirse. No obstante se menciona que recientemente se permite bucear a algunas personas con asma leve-moderada bien controlada. En estas personas la espirometría no debe revelar obstrucción crónica de las vías respiratorias y hay quien considera obligatorio además tener una prueba de provocación bronquial con solución salina hipertónica negativa.
Se describe que los riesgos asociados a este deporte se deberían al esfuerzo físico que supone llevar el material de submarinismo, la inhalación de aire comprimido seco y frío, y la posibilidad de inhalación de agua salada o dulce. Estos factores pueden causar obstrucción de las vías respiratorias, atrapamiento aéreo e hiperinflación de los pulmones. Esto aumenta la posibilidad de barotrauma pulmonar y de neumotórax cuando el buceador vuelve a la superficie. A su vez el barotrauma permite que el aire se introduzca directamente en la sangre y viaje al cerebro y provoque una embolia gaseosa fatal.
Por último comentar que una reciente revisión bibliográfica sobre el submarinismo y el asma(6) extrae como recomendaciones que se han de cumplir para que el paciente asmático lo pueda practicar que:
- Es necesaria una historia clínica y un examen físico por un médico entrenado.
- El asma del paciente debe estar bien controlado (sin síntomas pulmonares actuales).
- Ha de constatarse que la espirometría normal: FEV1 ≥ 80%, FEV1 / FVC [capacidad vital forzada] ≥ 75%
- La realización de un test de provocación bronquial (ejercicio, hiperpnea con aire seco, manitol, o solución salina hipertónica) debe reportar resultados favorables
- Los pacientes con asma desencadenada por el frío, el ejercicio o la emoción no deben bucear.
- Los asmáticos que han requerido medicación de rescate en las últimas 48 horas no deben bucear.
No se ha localizado información concreta sobre el buceo recreativo en apnea a poca profundidad. No obstante, en relación a este punto se han encontrado dos informes de casos de barotrauma (pneumomediastino)(7,8) en dos sujetos tras buceo libre o en apnea (uno de ellos un niño de 11 años y en buceo en apnea a poca profundidad). Aunque ninguno de los individuos tenía un diagnóstico previo de asma, los dos casos avalan el riesgo de barotrauma tras buceo libre y cabe destacar que en una revisión sistemática de estudios observacionales de 2003(9) se encontraba un mayor riesgo de barotrauma tras buceo en pacientes asmáticos (en la GPC canadiense de 2010(3) se comenta sin embargo que sigue siendo controvertido si los pacientes con asma tienen un mayor riesgo de lesiones relacionadas con el buceo).
*Ver en texto completo de la guía.