Tras la búsqueda realizada concluimos que la ecocardiografía transesofágica (ETE) intraoperatoria está recomendada en cirugía cardiaca de reemplazo valvular y sería una técnica obligada en el caso de que la causa que motiva la cirugía sea una endocarditis infecciosa (EI) sobre una válvula protésica.
En general, las guías de práctica clínica (GPC)(1-4) recomiendan (nivel de evidencia B)*(1,2) la realización de una ETE intraoperatoria en cirugía de reemplazo o reparación valvular, y una de las guías(1), de forma concreta, también recomienda la ETE intraoperatoria en pacientes sometidos a cirugía valvular por EI nativa o protésica (nivel de evidencia: B)*. El documento indica que la ETE es una importante herramienta para la evaluación de complicaciones operatorias tales como la embolia aérea y un complemento importante para garantizar la calidad del resultado quirúrgico deseado.
En la GPC de la “European Society of Cardiology”(5) sobre las recomendaciones para la práctica de la ecocardiografía en la EI, se aborda el uso de la ETE intraoperatoria y se indica que puede proporcionar datos útiles para la planificación de la cirugía, es esencial para el control inmediato de la calidad de los procedimientos quirúrgicos, tiene el potencial de mejorar los resultados quirúrgicos, y es una referencia para futuros estudios. Se añade que se requiere una amplia experiencia y un alto grado de especialización para llevar a cabo este examen que guía al cirujano y puede cambiar el curso de la operación, y que el impacto de la ETE intraoperatoria lleva a recomendar su uso habitual y sistemático, sobre todo en casos de cirugía valvular conservadora y en otros procedimientos más complejos. En consecuencia en la guía se recomienda la ETE intraoperatoria en todos los pacientes con EI sometidos a cirugía cardíaca.
Y en el caso específico de EI de la válvula protésica se establece que en estos pacientes, que con frecuencia presentan graves lesiones destructivas, la ETE intraoperatoria es de obligada realización, sobre todo en casos de cirugía con uso de homoinjerto.
En la GPC(6) de la misma sociedad científica sobre el manejo de la EI se comenta de forma similar que la ETE intraoperatoria en la técnica de mayor utilidad para determinar la ubicación exacta y la extensión de la infección, para guiar la cirugía, evaluar el resultado, y ayudar al seguimiento en el postoperatorio precoz.
Se han identificado además recientes estudios de cohortes(7-9) que revisan la utilidad clínica de los hallazgos obtenidos con la ETE intraoperatoria en la cirugía valvular en general y en la cirugía de la válvula aórtica. De forma global muestran su importante papel en la detección de hallazgos no sospechados que motivan volver a planificar la cirugía prevista y como método de constatación que los resultados quirúrgicos son los esperados.
No obstante, no especifican la utilidad concreta en pacientes con EI sometidos a reemplazo valvular e incluso en uno de los estudios se excluyen del análisis los pacientes con EI(9).
La búsqueda realizada en las bases de datos habituales no ha localizado estudios en los que se valore la evolución clínica (morbi/mortalidad) de pacientes con EI de prótesis aórtica sometidos a reemplazo valvular y en los que se detecta una trombosis a nivel de la válvula mitral mediante ETE intraoperatoria.
*Ver niveles de evidencia en los textos completos de las guías.