La investigación encontrada tras la búsqueda recomienda utilizar lubricante hidrosoluble en la sonda nasogástrica (SNG) antes de insertar. La mayoría de los lubricantes urológicos son hidrosolubles, de base acuosa. Sin embargo, la vaselina es de base mineral-oleosa (derivados del petróleo) y puede alterar el ph, que se mide para comprobar la colocación de la SNG. En caso de aspiración a pulmón del lubricante, los que son de base oleosa no se disuelven y pueden causar problemas, como la neumonía lipoidea aguda.
Por otra parte, habría que comprobar en la ficha técnica, de cada lubricante en particular, si está contraindicada la ingestión o contacto con la mucosa oral, pues algunos de ellos señalan dichas contraindicaciones.
El Sumario de Evidencias(1) de Uptodate sobre el manejo de las SNG indica que dicha sonda, cuando se instala tanto para descompresión gastrointestinal como para alimentación, debe ser lubricada, pero no especifica con que producto.
Una Guía de Práctica Clínica (GPC)(2) para el manejo de las SNG y orogástricas para alimentación enteral en niños señala, que durante el procedimiento de inserción de la sonda, antes se debe lubricar el extremo del tubo con agua estéril, aunque remarca que no se debe utilizar lubricantes tipo K-Y Jelly® (lubricante íntimo) aunque sea de base acuosa, ya que pueden afectar las mediciones posteriores del ph. Otra GPC(3) para la alimentación enteral en adultos hospitalizados recomienda lubricar la SNG externamente con un gel al agua e internamente con agua si se va a utilizar una guía de alambre para la inserción.
Un Manual de procedimientos de enfermería(4) con respecto a la inserción, cuidados, mantenimiento y retirada de la SNG, también recomienda lubricar la punta de la sonda con lubricante hidrosoluble o activar el lubricante de la propia sonda, preferentemente con agua, para facilitar su inserción.
Un Ensayo Clínico Aleatorio(5) evalúa la eficacia de un lubricante de base acuosa con lidocaína al 2% para reducir el dolor y las molestias asociadas a la inserción de una SNG y comparar la mayor o menor facilidad para llevar a cabo el procedimiento con un lubricante ordinario sin lidocaína (KY gel, lubricante íntimo también de base acuosa, aunque en una GPC(2), mencionada mas arriba, no lo recomienda por la posibilidad de enmascarar el Ph). El ensayo se llevó a cabo en 62 pacientes (65% varones), 31 en cada grupo (G. Intervención-GI y G. Control-GC) en un Servicio de Urgencias.
Se administró 5 mililitros de gel de lidocaína al 2% (GI) o gel lubricante sin lidocaína (GC) por vía nasal, 5 minutos antes de someterse a una SNG. Se midió: dolor general, dolor nasal, malestar (atragantamiento, arcadas, náuseas, vómitos), y dificultad para realizar el procedimiento. Los pacientes del GI reportaron significativamente menos dolor intenso general asociado en comparación con los del GC (37 ± 28 mm vs 51 ± 26 mm en 100 mm escala analógica visual; P <0,05). En el GI el dolor nasal también fue significativamente menor (33 ± 29 mm vs 48 ± 27 mm; p <0,05) y significativamente reducida la sensación de náuseas (25 ± 30 vs 39 mm ± 24 mm; p <0,05). Sin embargo, llevar a cabo el procedimiento fue significativamente más difícil en el GI (2,1 ± 0,9 vs 1,4 ± 0,7 en la escala de Likert de 5 puntos; p <0,05). Se concluye que, el gel de lidocaína al 2% administrada por vía nasal 5 minutos antes del SNG reduce significativamente el dolor y el reflejo nauseoso asociados al procedimiento, pero se asocia con una inserción más difícil en comparación con el uso de gel lubricante ordinario sin lidocaína.
El informe de un caso(6) revisa la bibliografía y presenta un caso de neumonía lipoidea aguda (proceso secundario a la aspiración o inhalación continuada de sustancias grasas) secundaria a la aspiración accidental de vaselina que se utilizó en la colocación de una SNG, tras intento de autólisis mediante la ingesta de flurazepam, en vez de aplicar lubricante hidrosoluble (glicerina).