Tras la revisión realizada es posible concluir que si se certifica que el stent coronario que porta el paciente carece de material ferromagnético es posible realizar una exploración cardíaca mediante resonancia magnética (RM) en cualquier momento después de la colocación del dispositivo.
En una guía de práctica clínica (GPC)(1) sobre la seguridad en el uso clínica de la imagen por RM se aborda la posible interacción de esta técnica con los dispositivos médicos implantables, que divide en activos y no activos (entre los cuales se encontrarían los stents coronarios).
En la guía se indica que tanto los dispositivos médicos implantables activos como los no activos pueden contener componentes metálicos, que hacen que el dispositivo no sea compatible con la RM (y por lo tanto esta esté contraindicada por el fabricante o, en caso de que se realice puede hacer que aparezcan artefactos que afecten a la calidad de imagen).
Sin embargo, se señala hay un gran número de dispositivos médicos implantables que se consideran seguros en cuanto a la RM (RM-seguros, en base a la nomenclatura establecida pro la “American Society for Testing and Materials” [ASTM]: elemento que no plantea peligros conocidos en cualquier entorno de RM) o que forma parte de los dispositivos denominados RM-condicional (según la ASTM: elemento que ha demostrado que no plantea peligros conocidos en un entorno de RM concreto con condiciones específicas de uso) y considera de gran importancia que los cirujanos proporcionen a los pacientes la documentación e información precisa sobre el tipo de dispositivo que se le ha implantado y sobre sus características concretas.
Respecto a los stents intravasculares se comenta que aunque la mayoría de estos implantes están hechos de metales no magnéticos, algunos han exhibido propiedades magnéticas que podrían provocar su movilidad al realizar una RM. En consecuencia un examen por RM no debería realizarse si el dispositivo no está posicionado correctamente dentro del receptor y firmemente sujeto en su lugar. Sin embargo, estos implantes intravasculares normalmente se pegan con seguridad a la pared del vaso en aproximadamente 6-8 semanas después de la cirugía debido al crecimiento del tejido.
Como indicaciones prácticas se establece que los dispositivos que no son ferromagnéticos se consideran seguros para los pacientes sometidos a una RM de hasta 1,5 teslas (T), incluso inmediatamente después de la implantación. Sin embargo, si el dispositivo está hecho de material que es débilmente ferromagnético, por ejemplo ciertos aceros inoxidables, se recomienda esperar un periodo de 6-8 semanas para permitir el crecimiento del tejido.
En otra GPC(2) centrada en analizar la seguridad de la RM en pacientes con dispositivos cardiovasculares, se menciona que la mayoría de los stents coronarios y vasculares periféricos utilizados han sido etiquetados como RM-seguro y unos pocos como RM-condicional. De forma específica, todos los stents coronarios que se utilizan actualmente (incluyendo stents coronarios liberadores de fármacos) son no ferromagnéticos y pueden ser realizada una RM en cualquier momento después de su implantación. El examen con RM en pacientes con stents periféricos que son no ferromagnéticos también se puede realizar inmediatamente después de la implantación; el momento del examen con RM ≤ 3 T en pacientes con stents periféricos que son débilmente ferromagnéticos se determinará sobre una base individualizada: para los casos en los que existe claramente un potencial beneficio clínico de la exploración en días o semanas después de la implantación, las ventajas de la RM son probablemente mayores que los riesgos de la exploración, y el examen MR generalmente se debe realizar; en cambio, en pacientes con enfermedades crónicas en los que hay poca diferencia si el estudio se realiza en un momento dado o semanas más tarde, puede ser prudente aplazar el examen con RM hasta 6 semanas después de la colocación del dispositivo.
En el sumario de evidencia de Uptodate(3) sobre los principios de la imagen por RM, se ofrece información sobre las precauciones a seguir ante la existencia de dispositivos cardiovasculares y sobre el momento para la realización del estudio con RM. De forma similar a lo mencionado en la guía previa, se indica que todos los stents coronarios en uso (de metal y liberadores de fármacos) y los stents vasculares periféricos que no son ferromagnéticos pueden ser expuestos a una RM con ≤ 3 T de forma segura en cualquier momento después de la implantación; el momento del examen con RM (de días a seis semanas después de la implantación) con ≤ 3T en pacientes con stents periféricos que son débilmente ferromagnéticos debe decidirse sobre una base individual (teniendo en cuenta los beneficios esperables de la exploración y sus potenciales riesgos).
La búsqueda en las bases de datos de estudios Medline y Embase ha identificado 6 series de casos(4-9) (entre ellas una realizada en España(7)) en las que se muestra que tras la implantación de un stent (de metal o liberador de fármacos), la realización precoz de una RM cardíaca (incluso a los 2-3 días tras la intervención) no se asocia a una mayor tasa de eventos adversos.