Aunque hay alguna comunicación de casos de pacientes,con diagnóstico asociado de intolerancia al gluten y de nefropatía IgA, y se relata una mejoría de la nefropatía al realizar una dieta exenta de gluten; la administración de esta dieta a una serie de 29 pacientes con nefropatía IgA no fue seguida de mejoría clínica. No hemos encontrado ensayos clínicos en los que se valore esta intervención en pacientes con nefropatía IgA.
La búsqueda ha identificado dos comunicaciones de casos clínicos(1,2) en los que se observó una mejoría de la nefropatía tras realizar una dieta exenta de gluten en pacientes con el diagnóstico asociado de nefropatía IgA y de intolerancia al gluten.
Sin embargo en una serie de casos de 29 pacientes afectados de nefropatía IgA primaria (3) se indicó dieta exenta de gluten y se evaluó la situación clínica pasados 6 meses. Tras la dieta exenta de gluten se observó una disminución, estadísticamente significativa, de los niveles plasmáticos de IgA conteniendo inmuno complejos; y una reducción de la proteinuria y de la microhematuria, en relación a la situación basal. Sin embargo se incrementaron ligeramente las cifras de creatinina en sangre. Los autores concluyen que no parece que la dieta exenta de gluten modifique de forma favorable la evolución clínica, sin que se evitara la progresión del fallo renal.
El sumario de Uptodate sobre tratamiento de nefropatía IgA(4), refiere un estudio realizado en 21 pacientes, en los que tras llevar una dieta baja en antígenos durante 1 ó 2 años (exenta de gluten, huevos y de la mayoría de carnes) se observó una reducción de la proteinuria; y a los que se realizó biopsia de seguimiento (11 pacientes), se constató una disminución de la acumulación de IgA mesangial y de la celularidad y del depósito de complementos mesangiales(5). Sin embargo, y en base a la serie ya citada(3), concluye que la dieta exenta de gluten no modifica la evolución en los pacientes con nefropatía IgA.