En la búsqueda se han encontrado una Revisión Sistemática (RS), una Guía de prática Clínica (GPC), un estudio descriptivo multicéntrico, una revisión narrativa y un documento de consenso que valoran beneficios e invonvenientes de la presencia familiar (PF) durante los procedimientos invasivos (PI) en los servicios de urgencias con respecto a la perspectiva de los pacientes (fundamentalmente niños), familiares y profesionales sanitarios. En general recomiendan la PF, aunque señalan la necesidad de que los profesioanes deben estan formados en el manejo de esa situación y los familiares, antes de entrar a la sala de urgencias, deben deben recibir información sobre los PI y de lo que se espera de ellos.
Una RS (1) incluye 15 estudios sobre la presencia de los padres o tutores durante los procedimientos invasivos (PI) pediátricos complejos y/o reanimación. Se valoran los beneficios y riesgos para pacientes pediátricos, para sus padres y para los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras y profesionales en prácticas). Con respecto a la perspectiva de los pacientes los resultados indican que el valor de la presencia de los padres en los niños no ha sido bien estudiado o tratado con medición directa del disconfort en el niño, relajación, preferencia personal, o sentido de la humanidad. Aunque datos comparables, no existen en niños, un autor informó que los adultos supervivientes de reanimación no vieron perturbada, ni se vio comprometida, su confidencialidad o dignidad por la presencia de un miembro de la familia en el momento de la reanimación. Estos pacientes también expresaron que la presencia de su familia les hizo sentir menos solos y que estaban contentos de que estuviera presente durante el proceso. Otro de los estudios incluidos señaló que los profesionales sanitarios piensan que cuando un padre no está presente, el niño puede ser más propenso a interiorizar sus sentimientos; sin embargo, dicho estudio no evaluó si creían que esto sería beneficioso o perjudicial.
Los estudios demuestran que los padres prefieren tener la posibilidad de elegir si se quedan al lado de su hijo durante los PI complejos y reanimación, pero también revelaron que los temores y controversias abundan entre los profesionales sanitarios respecto a esta experiencia. A pesar de los avales de la American Academy of Pediatrics y la Society of Critical Care Medicine y las recomendaciones de la American Heart Association, pocas instituciones pediátricas han elaborado guías, llevado a cabo educación clínica a los profesionales, o comprometido recursos de personal suficientes para apoyar plenamente esta práctica. La RS recomienda fomentar una mayor investigación para que la práctica pueda realizarse con seguridad y beneficiar a los pacientes pediátricos, a sus padres o tutores y a los profesionales sanitarios por igual.
Una GPC(2) para guiar a los profesionales sanitarios ante la presencia familiar (PF) en la sala de reanimación (SR) del departamento de emergencia, señala que con los miembros de la familia presentes, los pacientes frecuentemente experimentan menos estrés y dolor y aumentan su capacidad de hacer frente a la evaluación aguda y/o los procedimiento que se lleven a cabo. Con respecto a los miembros de la familia, estos experimentan menos ansiedad e impotencia, tienen mayor capacidad para proporcionar apoyo emocional a sus hijos y tienen mejor conocimiento de la situación clínica del paciente. Por otra parte, cuando el paciente muere, la PF les facilita el proceso de duelo al permitirles estar con su ser querido hasta el último momento. Los profesionales de la de salud también se benefician al recibir por parte de los miembros de la familia información médica importante y ayuda para calmar al paciente.
Las condiciones que se recomiendan para que se de la PF son:
- La PF no debe interferir con el cuidado del paciente.
- Los médicos encargados deben aprobar la PF.
- La PF debería ser una opción, no una expectativa para familiares y personal.
- Existencia de un miembro del personal de apoyo a la familia (PAF), que debe evaluar la qactitud del miembro de la familia antes de entrar en la SR.
- El PAF debe permanecer con el familiar en todo momento, mientras permanezca en la SR.
Un estudio descriptivo multicéntrico comparativo(3) realizado a través de 42 encuestas a los responsables de Servicios de Urgencias pediátricos (SUP) españoles, de 22 hospitales, tiene como objetivos: 1) Comparar la PF durante los PI (analítica, lavado estómago, sondaje vesical, suturas de heridas, reducción de fracturas, maniobras de RCP, etc.) en los SUP; 2) comparar los argumentos para restringir la PF y los problemas derivados; y. 3) conocer si ha cambiado la opinión del personal sanitario. La presencia de los padres aumentó desde 2008 al 2012 para todos los PI, significativamente en la analítica sanguínea y en el sondaje vesical. Los responsables argumentan menos frecuentemente el nerviosismo de los niños, la ansiedad de los padres y el temor del personal a un peor rendimiento para restringir la PF. En ambos periodos los problemas son ocasionales, disminuyendo el peor comportamiento de los niños. Según los responsables el acuerdo del personal sanitario no ha cambiado en estos años. Se concluye que el modelo asistencial está cambiando en nuestro entorno, dando un mayor protagonismo a los padres: estos acompañan cada vez más a sus hijos durante todo el proceso asistencial, aunque su presencia es aún escasa en los procedimientos mas invasivos. Los responsables argumentan menos problemas conductuales, aunque el grado de acuerdo del personal no ha cambiado, siendo necesario continuar trabajando en el tema.
Una revisión narrativa(4) se pregunta sobre la conveniencia de la PF durante los PI en urgencias. Indica que la Emergency Nurses Association elaboró un documento a favor de la PF en los Servicios de Urgencias (SEU), tanto durante los PI como durante las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Posteriormente, la American Heart Association realizó una GPC en la que se recomendaba explícitamente dar la opción a los padres de presenciar los PI y las maniobras de RCP que se realizaran a sus hijos. Desde entonces, numerosas asociaciones (médicas y enfermeras), han desarrollado documentos o guías a favor de esta práctica; entre estas asociaciones se encuentran la American Academy of Pediatrics (AAP), el American College of Emergency Physicians y la Society of Critical Care Medicine. En los estudios publicados se estudian principalmente aspectos como los beneficios o perjuicios para el propio paciente, para sus familiares y las actitudes del personal sanitario.
Con respecto a los beneficios para el propio paciente indica que, en niños, es difícil evaluar los beneficios que comporta la PF durante la realización de un PI. Debido principalmente a la dificultad para evaluar objetivamente dolor y ansiedad, sobre todo en edades tempranas. Sin embargo, en el dolor agudo, la primera medida no farmacológica consiste en que el niño se sienta lo más tranquilo posible. Esto implica, en la mayoría de los casos, eliminar la ansiedad que le genera estar separado de sus padres, especialmente en los SEU. Aunque diferentes estudios dan resultados contradictorios o sin significación estadística: algunos encuentran que el comportamiento del niño es peor cuando sus padres están presentes, mientras que otros encuentran que su comportamiento es mejor; los estudios de mayor tamaño muestral no encuentran diferencias estadísticamente significativas en cuanto al comportamiento del niño durante la realización de algún procedimiento. Destaca un ECA(5) de 1996, que demuestra que el dolor del niño disminuye cuando se enseña a los padres cómo deben comportarse en el acompañamiento frente a otro grupo que no habían recibido instrucciones, aunque encuentra diferencias significativas en cuanto a la intensidad del llanto del niño. En diversos estudios sobre anestesia pediátrica, se recomienda la presencia de los padres durante la inducción anestésica para disminuir la ansiedad tanto del padre como del niño, a pesar de que esta práctica conlleve un aumento en el tiempo de la inducción anestésica.
Fuera del ámbito pediátrico, un estudio(6) publica que algunos sujetos adultos que habían sobrevivido a maniobras de RCP manifestaron posteriormente haberse sentido menos solos al saber que sus familiares habían presenciado la RCP, sin que esto hubiera vulnerado su dignidad.
Unas normas de consenso(7) para la atención de niños y adolescentes en los servicios de salud de Australia, recomienda ofrecer facilidades a padres y cuidadores para estar cerca de sus hijos, por lo que deben ser provistos; por ejemplo, un sillón o una cama plegable en la sala o al menos una silla en la sala de urgencias. Permitir que los padres se queden con sus hijos en el hospital (incluido servicio de urgencias) tiene un impacto positivo en el estrés tanto de los niños como de los padres, aumentando la capacidad de afrontamiento del niño.