La duda de tratar a la pareja sexual se puede consultar en dos preguntas previas formuladas al servicio PREEVID (ver enlaces mas abajo). De acuerdo con estas dos preguntas, el tratamiento al varón, pareja sexual de una mujer diagnosticada de vulvovaginitis de repetición, estaría indicado tan solo si éste presenta sintomatología compatible con una infección por cándida; ya que los ensayos clínicos han demostrado que no hay un beneficio en reducir la tasa de reinfecciones o en la mejoría de la sintomatología en la mujer. La actualización de la búsqueda no ha encontrado nuevos ensayos clinicos publicados. El sumario de evidencia de Uptodate sobre candididasis vaginal(1), señala que no se ha demostrado un beneficio en la mujer con infecciones recurrentes por tratar a su pareja sexual.
Sobre la relación de la vulvovaginitis candidiásica de repetición con la higiene vaginal, hay publicado un estudio de casos-control realizado en 86 mujeres diagnosticadas de vulvovaginitis candidiásica de repetición y 180 controles(2). De acuerdo con el análisis de regresión logística, que incluyó factores demográficos y clínicos, las mujeres con infecciones vaginales de repetición por cándidas, con mayor frecuencia utilizaban productos de comerciales para la higiene de la zona vulvoperineal ("Odds ratio" ajustada de 2,2; IC al 95% de 1,25 a 3,88; P = 0,007) o duchas vaginales ("Odss ratio" ajustada de 1,8; con IC al 95% de 1,0 a 3,26; P = 0,05), que los controles.
Sobre la infección vulvovaginal por cándidas, pero no recurrente, la búsqueda ha encontrado dos estudios analizan la relación con higiene genital:
- En un estudio de cohortes realizado en 141 mujeres sexualmente activas de 18 a 65 años(3), la presencia de candidiasis vaginal se asoció, en el análisis univariante, al empleo de aceite intravaginal. Un 44,4% de las mujeres que utilizaban de manera habitual aceites intravaginales presentaron colonización vaginal por cándida, vs. el 5% de las que no utilizaban estos aceites (p<0,01); sin que esta asociación se observara para el empelo de lubricantes ó de vaselina. En el análisis multivariante esta asociación entre empleo de aceite intravaginal y candidiasis no se mantuvo; pero sí la asociación entre empleo de vaselina intravaginal y presencia de vaginosis bacteriana.
- Otro estudio descriptivo transversal, realizado en Camboya, en 451 mujeres con edades entre 15 a 49 años, analizó la relación entre duchas vaginales, síntomas genitourinarios e infección vaginal(4). Después de controlar por potenciales factores de confusión, las duchas vaginales se asociaron a detección de candidiasis vaginal; pero no con la infección por tricomonas, o con la vaginosis bacteriana.